Irán se resiste a caer en la tentación de reaccionar a una provocación estadounidense: la detención de seis diplomáticos en un operativo contra el consulado iraní en la septentrional ciudad iraquí de Arbil.
Pero Washington alega que no se trataba de diplomáticos sino de miembros de la Guardia Revolucionaria Iraní y que la acción militar pretendió "impedir apoyo a los terroristas".
La operación se registró un día después de que el presidente estadounidense George W. Bush revelara su nueva estrategia en Iraq y exigiera a Irán cesar su supuesta interferencia en ese país.
La secretaria de Estado (canciller) Condoleezza Rice confirmó el viernes que Bush ordenó ir tras redes que consideraban lideradas por iraníes "tras un periodo en que se registró un aumento de la actividad de iraníes en Iraq" y "la mayor virulencia de sus acciones".
El canciller Hoshyar Zebari declaró a la cadena televisiva CNN el domingo que si bien "el gobierno de Iraq y las fuerzas de la coalición debían frenar" las acciones en que morían iraquíes o se brindaba respaldo a la insurgencia, "las instalaciones de Arbil son de una misión diplomática legítima".
Zebari exigió la liberación de los iraníes.
Un analista en Teherán que solicitó no ser identificado dijo a IPS: "El juego de provocación estadounidense coloca a Irán en una situación muy difícil. Una reacción de Teherán supondría una acción más dura de Washington, porque este país sólo puede responder atacando intereses de ese país o desestabilizando a Iraq, o la región, algo de lo que no desea ser acusado."
"Irán no puede presionar en exceso al gobierno iraquí pues puede alejar a su mayoría chiita en la que ha invertido", añadió.
"Parece que Estados Unidos está dispuesto a jugar la carta de provocación contra Irán. Ya lo intentó en la guerra entre Irán e Iraq (1980-1988) cuando atacó plataformas petrolíferas y derribó un avión de pasajeros iraní en el Golfo Pérsico", concluyó.
El portavoz de la cancillería iraní Mohammad Ali Hosseini sugirió que su país se manejará con cautela ante una posible trampa de Estados Unidos.
"El ataque estadounidense al consulado general de Irán tuvo el objetivo de presionar a Teherán para que implemente la nueva estrategia de Washington", declaró Hosseini el domingo, añadiendo que este país llevaría el caso a la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Efectivos estadounidenses, respaldados por tres helicópteros, ingresaron a esa dependencia iraní el jueves de mañana y detuvieron al personal presente, además de confiscar computadoras y documentos.
Uno de los secuestrados fue liberado poco después, pero los otros habrían sido trasladados a Bagdad.
Irán insiste en que los detenidos tienen inmunidad diplomática, pero Washington lo niega.
El ejército estadounidense indicó en un comunicado el domingo que los cinco detenidos estaban vinculados a la Fuerza Qods de la Guardia Revolucionaria Iraní , "una organización conocida por suministrar fondos, armas, dispositivos explosivos improvisados y capacitar a grupos extremistas que pretenden desestabilizar al gobierno de Iraq y atacar a las fuerzas de la coalición".
Por su parte Hosseini declaró que "las actividades del personal del consulado general eran consulares, oficiales y reglamentarias. Los estadounidenses dicen que no es verdad y sólo pretenden justificar su acción irresponsable".
Al confirmar que la dependencia de Arbil funciona desde hace varios años con la aprobación del gobierno iraquí, Zebari también corroboró el estatus diplomático de los iraníes detenidos, según la agencia de noticias Aftab.
El portavoz de la cancillería se refirió varias veces a la dependencia iraní atacada como consulado general y acusó a Estados Unidos de viciar las relaciones entre Irán e Iraq. "Efectivos estadounidenses son responsables de detener al personal del consulado", declaró.
Las autoridades kurdas locales no fueron notificadas previamente por el ejército estadounidense acerca de la operación.
La oficina del Partido Democrático del Kurdistán en Arbil emitió un comunicado el jueves condenando la incursión y declarando que la acción contrariaba los esfuerzos para instaurar la seguridad y estabilizar el país.
"No queremos que Iraq se transforme en un campo de batalla para ajustar cuentas con otros países", dijo a la CNN Zebari, quien además es kurdo.
El mes pasado, cuatro diplomáticos iraníes detenidos en Bagdad por efectivos estadounidenses en dos incursiones distintas fueron entregados al gobierno iraquí y luego liberados.
Una declaración posterior de ejército de ese país señaló entonces que los detenidos estaban vinculados con el envío ilegal de armas a insurgentes en Iraq.
El asunto disgustó al presidente iraquí Jalal Talabani quien había invitado a por lo menos dos de los diplomáticos a su país para trabajar en mejorar la seguridad interna, declararon en aquel momento sus asesores.
La cancillería rusa calificó la incursión de Arbil de "totalmente inaceptable" y una "violación al derecho internacional". Además señaló que la acción estadounidense es un abuso a la autorización dada por el Consejo de Seguridad de la ONU.
La parlamentaria europea y presidenta de la delegación para las relaciones con Irán en el Parlamento Europeo Angelika Beer también condenó el ataque.
"Las autoridades kurdas en el norte de Iraq tienen fuerzas suficientes y si hubiera un problema podrían haberlo afrontado. La incursión es un tipo de agresión y complica la situación. No podemos estar de acuerdo con ese tipo de acciones", declaró en entrevista con la agencia de noticias iraní.
La reacción popular también fue fuerte, en especial después de que el líder religioso de Teherán, el ayatolá Jannati, calificara el ataque de "acción estúpida" en su sermón del viernes.
Jannati también acusó a Estados Unidos y Gran Bretaña de sembrar la discordia entre chiitas y sunitas en Iraq.
Tras las plegarias, los fieles vociferaron cánticos de "muerte a la arrogancia", "muerte a Israel" y "muerte a Estados Unidos" y reclamaron la inmediata liberación de los detenidos iraníes. También llamaron a los musulmanes de todo el mundo a boicotear los bienes de consumo estadounidenses.
En el editorial del sábado, Teheran Times atribuyó el lenguaje bélico de la Casa Blanca contra Irán y el ataque a su dependencia en Arbil a su desesperación por salvar la situación que vive en Iraq.
"Bush y los neoconservadores están tirando la lógica por la ventana mientras las tropas estadounidenses están cada vez más empantanadas en Iraq, los ciudadanos estadounidenses están cada vez más cansados de la guerra y el plan del presidente de enviar más efectivos a ese país es seriamente cuestionado por el Congreso legislativo", señala el editorial.
Esta es la única explicación para el ataque provocador a un consulado que se burla del derecho internacional y por las infundadas acusaciones contra Irán", añade. (FIN/IPS/traen-vf-mj/ks/rdr/mm ip ik sp/07)