IRAQ: EEUU abandona a refugiados a su suerte

Dos millones de iraquíes huyeron al extranjero y 1,7 millones más a otros sitios dentro de su país. Pero Estados Unidos asignó para todo este año a asistencia humanitaria menos dinero del que gasta en un solo día de guerra.

El gobierno de George W. Bush, que eroga alrededor de 30 millones de dólares diarios en operaciones militares en Iraq, reservó apenas 20 millones de dólares para la ayuda bilateral humanitaria de todo este año, informó al Senado la subsecretaria de Estado asistente Ellen Sauerbrey.

La funcionaria informó también al Comité Judicial de la cámara alta del Congreso legislativo que Estados Unidos le reconoció condición de refugiados a solo 466 iraquíes desde la invasión de 2003.

Luego de escucharla, el Comité del Senado reclamó al gobierno más generosidad para atender la crisis de refugiados y en la concesión de asilo a quienes escapan de su país, en particular aquellos que trabajaron con las autoridades estadounidenses de la ocupación.

"No deberíamos reiterar el error trágico e inmoral de la era de Vietnam y dejar a nuestros amigos sin refugio y sujetos a violentas represalias", dijo a Sauerbrey el presidente del Comité, Patrick Leahy.

La funcionaria respondió que la admisión de iraquíes en Estados Unidos es una "alta prioridad" del Departamento de Estado (cancillería).

Unos 100.000 iraquíes huyen de su país todos los meses, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), que pidió 60 millones de dólares para 2007 con el objetivo de atender la crisis.

En circunstancias normales, la agencia esperaría que Estados Unidos suministrara la cuarta parte de ese dinero, pero organizaciones humanitarias reclaman un aporte mucho mayor, dada la responsabilidad de la potencia norteamericana en la situación de Iraq.

"Con dos millones de iraquíes fuera del país y otros 100.000 yéndose cada mes, ésta es la crisis de refugiados de crecimiento más acelerado en el mundo", dijo Ken Bacon, presidente de la organización no gubernamental Refugiados Internacional.

Otra gran cantidad de iraquíes, entre 40.000 y 50.000, abandonan sus hogares y se dirigen a otros sitios más seguros, indicó Bacon, quien es estadounidense, sobre la base de estimaciones de Acnur.

"Estados Unidos tiene la obligación especial de ayudar, pues la violencia en Iraq y el crecimiento del contingente de desplazados fue provocado tras nuestra invasión y ocupación", dijo Bacon al Comité del Senado.

"Dado nuestro rol en el conflicto, deberíamos considerar duplicar nuestra contribución normal para los refugiados iraquíes", agregó.

"El costo de ayudar a los refugiados iraquíes en la región es modesto para Estados Unidos, pero es la diferencia entre la vida y la muerte par cientos de miles de personas", dijo Bill Frelick, de la organización de derechos humanos Human Rights Watch.

"Washington gasta unos 2.000 millones de dólares por semana en la guerra en Iraq, pero a duras penas comenzó a atender los problemas humanos que ella origina", agregó.

Jordania, con 700.000, y Siria, con 600.000, reciben la mayor parte del flujo de refugiados, a pesar de que sus sistemas de salud, educación y asistencia social ya están muy sobrecargados.

Estos dos países "han sido generosos con los refugiados y merecen el reconocimiento internacional por aceptarlos", dijo Bacon.

"Pero la carga de la gran población de refugiados está en crecimiento. Los precios de los inmuebles crecen rápidamente en Damasco y en Amman. Las escuelas y hospitales están atestados. Las deportaciones son cada vez más comunes", agregó.

Jordania cerró su frontera a los hombres iraquíes de entre 17 y 35 años, así como a cada vez más palestinos que residían en Iraq protegidos por el depuesto presidente Saddam Hussein, muerto en la horca el 30 de diciembre.

Como consecuencia, una creciente cantidad de palestinos, legalmente sin estado e incapacitados de ingresar en Siria, quedan varados en la frontera de Iraq.

Frelick advirtió que esa circunstancia constituye una violación de las leyes internacionales en materia de refugio, pero ni Jordania ni Siria firmaron la Convención sobre Refugiados de 1951.

Sauerbreay admitió que Estados Unidos no anticipó la seriedad de la crisis de refugiados o el ritmo en que se desarrolló el año pasado, en especial tras el recrudecimiento de los choques entre chiitas y sunitas tras el atentado contra la Mezquita Dorada en Samarra, en febrero pasado.

La violencia religiosa revirtió la tendencia de repatriación de iraquíes exiliados, en un proceso iniciado tras la invasión de 2003, y hoy más iraquíes abandonan sus hogares rumbo a otros poblados o países, indicó la funcionaria. (FIN/IPS/traen-mj/jl/ks/mm ip hd pr ik/07)

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