Once grandes empresas españolas presentaron este jueves el proyecto «2015: Un mundo mejor para Joana», por el cual se comprometen a ser leales a la sociedad y contribuir efectivamente a superar los males de la humanidad, aunque por ahora sólo se trata de una ambiciosa campaña publicitaria.
El acto de presentación fue presidido por la infanta Cristina, hija de los reyes de España y asistieron los principales ejecutivos de las empresas, como los presidentes Francisco González, del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA), Antonio Brufau, de la petrolera Repsol-YPF, y César Alierta, de Telefónica, la compañía de telecomunicaciones en cuya sede divulgaron la iniciativa.
Joana es el nombre de una niña costarricense, estrella del cortometraje en el que se describen las también llamadas metas del milenio, aprobadas en 2000 por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y el compromiso con los mismos del Foro de Reputación Corporativa (FRC), organizador del acto y el que asumió el compromiso.
En el filme, Joana se identifica: "Soy una niña de nueve años y quiero contarte algo importante. Hace tiempo, unas personas muy sabias se pusieron a imaginar un mundo mejor para todos. Y para cumplir su sueño, le pusieron una fecha y un nombre de mayores: 2015. Los Objetivos de Desarrollo del Milenio".
Agrega: "Ahora mi tarea es que tú sepas cuales son: 1. Erradicar la pobreza extrema y el hambre; 2. Lograr la enseñanza primaria universal; 3. Promover la igualdad entre géneros y la autonomía de la mujer, 4. Reducir la mortalidad de los niños menores de cinco años, 5. Mejorar la salud materna; 6. Combatir el VIH/Sida, el paludismo y otras enfermedades, 7. Garantizar la sostenibilidad del Medio Ambiente, 8. Fomentar una alianza mundial para el desarrollo".
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Y culmina señalando que "son ocho deseos que entre todos podemos hacer realidad. Si quieres saber más de mí y de este proyecto tan bonito, aquí puedes encontrarme. ¡Te espero!", poniendo a continuación www.2015unmundomejorparajoana.com.
"2015: Un mundo mejor para Joana" es una campaña de comunicación de gran alcance que gira en torno a su símbolo, Joana, considerándola representante de millones de niños y niñas que en 2015 alcanzarán su mayoría de edad, fecha prevista para hacer balance del cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo de la ONU para el Milenio.
Alierta subrayó que las 11 empresas del FRC representan 50 por ciento del IBEX, el índice de las cuatro bolsas en las que cotizan las grandes sociedades anónimas de España, y que las mismas están presentes en más de 100 países, tienen contratados a 300.000 profesionales y poseen 850 millones de clientes.
Todo ello, añadió, las impulsa a comprometerse en el apoyo a los Objetivos del Milenio, "aunque sea aportando un grano de arena en la alianza global para el desarrollo".
Luis Abril, secretario ejecutivo de Telefónica, afirmó que los ocho objetivos están centrados en el ser humano y que la primera aportación de Joana es el desarrollo de una campaña de comunicación de alcance global, en apoyo de esos objetivos.
Porque, puntualizó, "Joana es un símbolo, un concepto, que con la cooperación puede convertirse en un personaje del mundo y una voz de la conciencia y de las generaciones futuras".
La campaña comenzó en Navidad y se está continuando con un primer paso en la comunicación interna del proyecto a los empleados de las 11 empresas, para involucrarlos a fondo en el proyecto.
El segundo paso será impulsar la presencia en la prensa gráfica y en espacios de televisión del proyecto y en los soportes comunicativos de las mismas empresas, mientras se van preparando "acciones especiales" que tengan relación con cada uno de los Objetivos. La idea de un Pacto Mundial de responsabilidad social de las empresas fue lanzada el 31 de enero de 1999 en el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, por Kofi Annan, entonces secretario general de la ONU.
En julio del año siguiente el mismo Annan hizo una llamada a los líderes y responsables de las compañías para que se unieran a un gran pacto que llevara a la práctica el compromiso de sincronizar la actividad y las necesidades de las empresas, con los principios y objetivos de la acción política e institucional del foro mundial, de las organizaciones laborales y de la propia sociedad civil.
Al Pacto se pueden suscribir libremente empresas, organizaciones sindicales y civiles, siempre que se comprometan a implantar sus 10 principios.
Este acuerdo no impone normas legales o de conducta, pero quienes se incorporan al mismo asumen el compromiso de ir cumpliendo con sus principios en sus actividades diarias y, sobre todo, de dar cuenta a la sociedad, con publicidad y transparencia, de los progresos en sus compromisos sociales.
Poco después, en septiembre del año siguiente, todos los países miembros de la ONU decidieron trabajar en la búsqueda de un mundo mejor, con la vista puesta en 2015, estableciendo los ocho Objetivos del Milenio.
En la Declaración del Milenio se señaló que esta es "la primera generación capaz de erradicar la extrema pobreza, y no queremos perder esta oportunidad".
Las compañías se comprometieron además en el Pacto a desarrollar iniciativas conjuntas para promover buenas prácticas empresariales, crear mesas de diálogo y colaboración entre el mercado y la sociedad, promover un foro activo de educación y aprendizaje de esos valores.
También se proponen montar redes y plataformas locales y nacionales que permitan el aprendizaje mutuo entre empresas y dar respuesta a las necesidades e intereses específicos de cada comunidad tras esos objetivos.
