Dos de cada tres niños y niñas en Iraq ya no van a la escuela debido a la inseguridad, según un informe gubernamental.
El Ministerio de Educación informó que la tasa de asistencia para el nuevo año escolar, que comenzó el 20 de septiembre, alcanzó el nivel más bajo de la historia iraquí.
Estadísticas divulgadas por el Ministerio en octubre indican que apenas 30 por ciento de los 3,5 millones de niños iraquíes asisten a clase. Esto revela una importante caída respecto del año pasado, cuando la tasa era de 75 por ciento, según la organización no gubernamental Save the Children, con sede en Gran Bretaña.
Antes de la invasión liderada por Estados Unidos en 2003, la asistencia escolar era de casi 100 por ciento.
Los niños y niñas iraquíes se están quedando sin los elementos básicos para su crecimiento, dijo Ahmed Aaraji, de la no gubernamental Organización Social Bagdadí, que supervisa el estado de las escuelas iraquíes.
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"Para construir el carácter de un niño, la atmósfera hogareña debe ser apropiada, se necesita la atención de los padres, el ambiente escolar debe ser adecuado y toda la sociedad debe funcionar al mejor nivel. Pero ninguno de estos factores parecen seguir existiendo en Iraq", dijo a IPS.
Iraq fue distinguido por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) por erradicar el analfabetismo en 1982. Al mismo tiempo, las tasas de alfabetización entre las mujeres eran de las más altas de todos los países islámicos.
Pero ahora la situación es muy diferente. Un corresponsal de IPS visitó una escuela primaria en el volátil distrito de Al Amiriyah, en el oeste de Bagdad, no lejos del aeropuerto. Se accede a ella luego de atravesar montañas de basura, que crecen día a día, según aseguran residentes.
El colegio es un edifico de dos pisos que parece limpio por fuera, recién pintado de amarillo. Pero dentro está deteriorado por años de negligencia.
"Durante el régimen de Saddam Hussein (1979-2003), las escuelas iraquíes sufrieron la pobreza causada por las sanciones de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) apoyadas por Estados Unidos. El mayor problema ahora es la corrupción de los contratistas y de los funcionarios de la administración", dijo a IPS el director del colegio.
Se entregaron contratos para obras de reparación, pero, en los hechos, "apenas pintaron las paredes y arreglaron algunos accesorios baratos para recibir el dinero e irse", explicó.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) señaló en octubre de 2004 que el sistema de educación iraquí "le niega a los niños y niñas una educación decente, y la pobre calidad del ambiente de aprendizaje significa un duro golpe para los niños".
El estudio también confirmó que miles de escuelas carecían de la infraestructura básica para proveer a los niños de educación decente.
El representante de Unicef, Roger Wright, dijo en el informe de 2004: "Iraq solía tener uno de los mejores sistemas escolares en Medio Oriente. Ahora tenemos clara evidencia de cuánto se ha deteriorado el sistema".
"Hoy, millones de niños y niñas en Iraq asisten a escuelas que carecen de instalaciones sanitarias básicas, tienen paredes que se desmoronan, ventanas rotas y techos que se gotean. El sistema está superado", añadió.
Dos años después, la situación se ha agravó aun más, a tal punto que las agencias internacionales ya ni siquiera realizan informes como el de 2004.
No obstante, muchos padres siguen enviando a sus hijos a la escuela. "Tenemos que hacerlo, porque no hay otra alternativa", dijo a IPS Um Abdulá en la puerta de una escuela en Bagdad donde esperaba recoger a su hijo.
La alfabetización cae junto con el sistema escolar. La Unesco estima que la tasa en este país es inferior a 60 por ciento, lo que significa que seis millones de adultos iraquíes no saben leer ni escribir. La tasa de alfabetización entre 2000 y 2003 era de 74 por ciento, según Unicef.
En las áreas rurales, la situación es aun peor. Solo 37 por ciento de las mujeres en estas zonas saben leer y escribir, y solo 30 por ciento de las niñas y 42 por ciento de los niños en edad escolar están inscriptos un colegio, según datos de la Unesco.
La seguridad es la principal preocupación, tanto para padres como para los maestros.
"Las calles son inseguras con todas las explosiones y los secuestros que amenazan a nuestros hijos en el camino a la escuela", dijo a IPS Un Suthir, una madre de tres niños.
Las madres por lo general acompañan a sus hijos al colegio y los traen de regreso, pero ellas tampoco están seguras.
Muchas escuelas en la capital redujeron su tiempo de clases a menos de cuatro horas diarias debido a la creciente violencia en su alrededor.