El estilo de vida occidental hace estragos entre los niños de países asiáticos donde el tipo 2 de la diabetes alcanzó «proporciones epidémicas», advirtió la revista médica británica The Lancet en la víspera del día mundial contra esa enfermedad, que se celebra este martes.
"La evolución de la diabetes de tipo 2 en los más jóvenes probablemente se transforme en una gran carga económica para los países de Asia debido a la mala salud de esa porción de la población y a su fallecimiento", afirma The Lancet.
"En Asia la población tiende a desarrollar diabetes, con un menor grado de jóvenes obesos, sufre más las complicaciones que acarrea la enfermedad y muere antes que en otras regiones", alertó.
Ese tipo de diabetes es también problemática entre los adultos de esa región, reveló la revista en un informe cuyo principal redactor es un especialista del hospital Kangnam St. Mary de Seúl, el surcoreano Kun-Ho Yoon.
"La proporción de personas con diabetes de tipo 2 y la obesidad se elevaron en Asia y el ritmo de aumento no muestran signos de disminución", sostuvo.
Por lo tanto, la publicación advirtió que Asia, donde en 2003 vivían 194 millones de diabéticos registrados, puede llegar a albergar a 333 millones en 2025.
El informe oficial más reconocido, de la Organización Mundial de la Salud (OMS), indica en su sitio en Internet por el Día Mundial de la Diabetes que en este momento viven más de 240 millones de personas con esa enfermedad.
El índice de diabetes en adultos en países como China e India, pero también en Corea del Sur, Indonesia y Tailandia, dan cuenta de su aumento, señala la investigación.
"India y China tienen la mayor cantidad de diabéticos y probablemente sigan a la cabeza hasta 2025, cuando cada uno puede llegar a tener 20 millones de enfermos".
De hecho, China es un ejemplo del impacto de la enfermedad en los jóvenes.
"La proporción de niños entre siete y 18 años obesos y con sobrepeso se multiplicó por 28 entre 1985 y 2000", según el informe.
"También disminuyó la edad en que se desarrolla la diabetes de tipo 2 y se elevó la prevalencia de la enfermedad en niños y adolescentes. Los casos de ese grado superaron ampliamente a los del tipo 1 en esa franja etárea", añade.
Es diferente el panorama en los países industrializados, con una amplia mayoría de descendientes de europeos, donde "la diabetes afecta principalmente a los mayores de 65 años".
Es decir que un problema de salud que sólo afecta "a una minoría de jóvenes en el mundo, amenaza a una mayoría en Asia".
Por si eso fuera poco, el sitio de Internet del Día Mundial de la Diabetes indica que en muchas partes del mundo "la insulina, medicamento fundamental que necesitan los niños diabéticos para sobrevivir, no está disponible", por lo que "muchos mueren, en especial en los países de bajos y medianos ingresos".
La OMS estima que 1,1 millón de personas de todas las edades murieron por diabetes en 2005, pero que esa cifra podría llegar a 2,9 millones si se cuentan los fallecimientos por causas en que esta enfermedad "generó una situación propicia".
El alerta de The Lancet coincide con la ardua lucha que los expertos en salud pública emprendieron para que las comunidades cada vez más urbanizadas de Asia cambien su estilo de vida y hábitos alimenticios para frenar el desarrollo de la enfermedad.
La diabetes de tipo 2 evoluciona, en gran medida, por el exceso de peso y a la falta de actividad física, según la OMS. Pero también influye el elevado consumo de comidas rápidas, los refrigerios y las bebidas muy azucaradas.
Esa afección es provocada por "el uso inefectivo de la insulina del cuerpo", señala esa organización con sede en Ginebra.
En cambio la diabetes de tipo 1 "se caracteriza por la falta de producción de insulina".
Tailandia figura entre los países asiáticos con mayor cantidad de adultos obesos, debido a una combinación de sedentarismo y al alto consumo de alimentos envasados, azucarados y con pocos nutrientes.
Funcionarios de salud pública de ese país han realizado diversas campañas para advertir a la población.
"Hemos alertado que esta enfermedad no se puede tratar en un hospital", remarcó el director de la oficina de Enfermedades No Transmisibles del Ministerio de Salud Pública tailandés, Chaisri Supornsilaphachai.
"Se les informó del precio que iban a tener que pagar por adquirir hábitos occidentalizados", añadió.
El cambio en los hábitos alimenticios a menudo se da en metrópolis como Bangkok, donde abundan los restaurantes de las cadenas internacionales de comida rápida, además de un exceso de pequeños comercios que ofrecen refrigerios muy azucarados.
"La dieta tailandesa tenía antes más legumbres, pescado y fruta", dijo Chaisri a IPS. "Ahora la gente quiere pollo frito y comida bien grasosa."
El asesor de la oficina de la OMS para Asia sobre nutrición y seguridad alimentaria, Tommaso Cavalli-Sforza, alienta los gobiernos de la región a aumentar impuestos para evitar la obesidad en adultos y menores y luego padecer diabetes.
"Es necesario gravar las bebidas azucaradas para reducir su consumo", dijo Cavalli-Sforza a IPS desde Manila.
"Los fondos podrían utilizarse para promover dietas saludables y más actividad física", agregó.
Los expertos en salud pública también tratan de involucrar a las escuelas en iniciativas vinculadas con la diabetes, presionando a los educadores para que fomenten la dieta saludable y el ejercicio.
"Las escuelas son un buen lugar para hacer una intervención tendiente a frenar el desarrollo de la obesidad y la diabetes. Las escuelas de Singapur ya comenzaron a implementar algunas de esas iniciativas", indicó Cavalli-Sforza. (FIN/IPS/traen-vf-mj/mmm/rdr/ap he cv/06)