NACIONES UNIDAS: Derechos indígenas al congelador

Representantes de los 370 millones de nativos del mundo no ocultan su malestar: la ONU se negó, una vez más, a aprobar una declaración de derechos indígenas negociada durante 24 años. África rechazó ahora el texto que ya había avalado.

El Tercer Comité de la Asamblea General, que se ocupa de aspectos sociales, humanitarios y culturales, consideró el martes necesario más debate al respecto, luego de que la mayoría de los países de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) reclamaron una prórroga.

"Es una vergüenza", sentenció Arthur Manuel, conductor de la nación norteamericana secwepeme. "Esta era una oportunidad histórica para que la ONU reconociera, al menos, nuestros derechos inalienables."

"Es injustificable. Es un intento de desbaratar todo el proceso" de aprobación de la declaración, sostuvo el nativo australiano Les Malezer, presidente de la Asamblea de Pueblos Indígenas en la ONU.

Manuel y Malezer dijeron conservar la esperanza de que la Asamblea General adopte la declaración, aprobada en el verano boreal por el Consejo de Derechos Humanos, órgano con sede en Ginebra que reemplazó en marzo a la extinta Comisión de Derechos Humanos.

Los delegados de países africanos, que habían apoyado la declaración en Ginebra, cambiaron su postura y reclamaron que cambios a las cláusulas sobre el "derecho a la autodeterminación", iniciativa que impidió su adopción por la actual sesión de la Asamblea General.

Algunos líderes indígenas, entrevistados por IPS, se mostraron sorprendidos por la actitud de África, y algunos sugirieron que respondió a presiones de Estados Unidos y sus aliados.

"Estados Unidos, Canadá, Australia y Nueva Zelanda son responsables de esto", sostuvo un líder indígena luego de que Namibia propusiera al Comité enmiendas a la declaración, arguyendo que el texto "contradice" su constitución.

Antes de la votación, un diplomático africano dijo a IPS que algunos gobiernos del continente temían que el reconocimiento del principio de autodeterminación podría desatar revueltas tribales.

"Casi toda África es indígena. Así que el concepto de autodeterminación no se aplica allí. Puede generar problemas", indicó.

Aun así, muchos líderes indígenas que trabajan en la órbita de la ONU dijeron no tener dudas en atribuir el cambio de posición del bloque africano a la presión externa.

"Muchos países en África son económicamente vulnerables", señaló un representante indígena antes de la votación.

Australia, Canadá y Nueva Zelanda votaron a favor de la enmienda, mientras que la mayoría de los países de América Latina y Europa se opusieron a la resolución y Estados Unidos se abstuvo.

"Es raro pedir más tiempo cuando ya pasaron 24 años de negociaciones fructíferas", se extrañó un diplomático mexicano. "Lo que realmente se ha postergado es la consideración de los derechos de los pueblos indígenas."

Estados Unidos y sus aliados argumentan que la declaración es "inconsistente con el derecho internacional".

Este país también expresó en reiteradas oportunidades que el reclamo de tierras que hacen los indígenas desconoce la realidad actual "al reclamar el reconocimiento de territorios que por ley pertenecen a otros ciudadanos".

Líderes indígenas califican ese argumento de "racista", en tanto que una dependencia de la ONU que investiga prácticas discriminatorias también considera que ese razonamiento es inaceptable.

La controvertida declaración fue redactada por el Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de la ONU en mayo, tras más de 20 años de intensos debate diplomático que incluyó a gobiernos, representantes de pueblos aborígenes y numerosas organizaciones no gubernamentales.

Otras cláusulas de la declaración protegen a los pueblos indígenas de la asimilación forzada y de la destrucción de sus culturas.

Ese documento no sería vinculante, pero aun así sus proponentes señalaron que su aprobación elevaría la presión sobre los gobiernos para que respeten los principios universales de democracia, justicia y no discriminación.

La declaración en ciernes constituye un intento de "llenar un vacío importante respecto de la protección de los derechos indígenas", según la organización de derechos humanos Amnistía Internacional.

Esta institución con sede en Londres alertó a los gobiernos contra cualquier medida tendente a "debilitar" su redacción.

"Fue lo mejor que pudo hacerse. Cualquier modificación al proyecto debe ser transparente y habilitar la participación total y efectiva de los pueblos indígenas y las organizaciones no gubernamentales", señala Amnistía.

La resolución a favor de enmendar el borrador fue apoyada por 82 países, mientras 67 votaron en contra y 25 se abstuvieron. ***** + Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas (http://www.un.org/esa/socdev/unpfii/es/index.html) (FIN/IPS/traen-vf-mj/hr/ks/wd hd ip pr/06)

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