Los gobiernos del golfo Pérsico o Arábigo, que gozan de estrechos vínculos con Estados Unidos, temen sumergirse en una ola de atentados tras la aparición en Yemen de una filial de la red terrorista Al Qaeda.
A través de un comunicado emitido la semana pasada, la organización Al Qaeda en Yemen se responsabilizó de ataques suicidas contra dos instalaciones petroleras cometidos el 15 de septiembre, cinco días antes de las elecciones presidenciales.
En la declaración que distribuyó por la red mundial informática Internet, Al Qaeda en Yemen prometió nuevos ataques, lo que elevó el alerta de seguridad en todo el Golfo.
El presidente yemenita Alí Abdulá Saleh, reelecto en su primer desafío electoral, alertó durante la campaña que "cualquier organización que trate de perjudicar la economía o la estabilidad será aplastada por las fuerzas de seguridad".
Tras su reelección, Saleh, que gobernará por otros siete años, las Fuerzas de Seguridad Política intensificaron la cacería de esa célula terrorista responsable de los ataques.
A principios de mes, las fuerzas de seguridad allanaron dos viviendas en Sana'a, matando a dos supuestos integrantes de Al Qaeda en Yemen, Fawaz al-Rabeei y Mohammad al-Dailami.
Los dos sospechosos se habían escapado de la prisión capitalina de la Organización de Seguridad Política en febrero, y eran responsabilizados por las autoridades de los ataques de septiembre.
Luego, apareció la declaración por la cual Al Qaeda en Yemen se atribuyó los atentados suicidas.
En el comunicado, la organización juró lanzar más ataques contra intereses extranjeros en el país, en especial los estadounidenses. Además, afirmó que esos atentados fueron "sólo la primera chispa".
El gobierno yemenita señaló que "las fuerzas de seguridad golpearán con un hierro y combatirán implacablemente a todo terrorista que ataque el país, su economía o sus intereses".
Las autoridades indicaron en su comunicado que los atentados fueron ordenados por el líder de la organización terrorista Al Qaeda, Osama bin Laden, cuya familia, propietaria de un emporio industrial y financiero en Arabia Saudita, es originaria de Yemen.
"Yemen sabe más que cualquier otro país cómo enfrentar con firmeza a esos elementos terroristas y cómo frustrar sus planes delictivos", indica la declaración oficial.
El supuesto comunicado de Al Qaeda planteó muchas interrogantes respecto de la presencia de la organización en este país. No todos consideran auténtica la declaración, pero pocos niegan la existencia de grupos que, al menos, se inspiran en la red.
"La declaración muestra que células de Al Qaeda se reagrupan en Yemen", dijo a IPS el periodista Abdul-Elah Haider Shaie, experto en terrorismo.
"El comunicado sugiere un estado organizado de Al Qaeda y también que sus colaboradores se están recuperando tras la salida de prisión de 23 de ellos, este año", indicó Haidar.
Además "las palabras no son diferentes a las emitidas por esa organización en Arabia Saudita e Iraq, así que creo que la declaración es genuina y creíble".
El especialista también cree que hay una conexión entre las elecciones presidenciales y los ataques.
"Al Qaeda advirtió al gobierno que no siguiera el modelo de democracia estadounidense. El propósito de los atentados fue reforzar el mensaje", apuntó.
El analista político Fadhel Mubarak señaló que "si el comunicado es genuino, plantea una amenaza para Yemen, que ya debe afrontar muchos problemas para mejorar su imagen y conseguir inversiones y asistencia de otros países".
Pero aún reina la incertidumbre sobre los ocho extranjeros y 15 yemenitas detenidos este mes por supuestos vínculos con una conspiración de Al Qaeda para contrabandear armas pequeñas a Somalia.
Fuentes de seguridad anunciaron el 5 de este mes que un sospechoso alemán fue liberado tras establecerse que no tenía vínculos con Al Qaeda.
Comunicados oficiales arguyeron que los ocho sospechosos "estudiaban en la Universidad Religiosa Al-Iman del jeque Abdul-Majid al-Zindani".
El jeque, requerido por Estados Unidos por sus presuntos vínculos con la organización terrorista, negó toda conexión entre su Universidad y los sospechosos arrestados.
Las últimas operaciones recordaron los atentados contra el buque militar estadounidense USS Cole en 2000 y al superpetrolero francés Limburg en 2002, atribuidos a Al Qaeda. (FIN/IPS/traen-vf-mj/ns/ss/mm ip hd/06)