Las naciones en desarrollo de mayor crecimiento económico actual, entre ellas China, India y Sudáfrica, contribuyeron de modo significativo al aumento mundial de la producción industrial en 2005, según la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (Onudi).
"Lo más destacable fue la transformación de China en un motor industrial triplicando su participación en la producción mundial en los últimos 15 años", señaló el director general de Onudi, Kandeh Yumkella.
Pero fue "menos alentador la participación de la región de África subsahariana, pues quedó estancada en menos de uno por ciento", añadió en su informe a los representantes de los países miembro reunidos en la sede de Viena.
En más de 23 años, la contribución de China a la producción mundial se elevó de 2,2 por ciento a 6,9 por ciento, la de India de 0,9 por ciento a 1,2 por ciento mientras que Sudáfrica quedó estancada en 0,5 por ciento.
Brasil disminuyó su participación de 2,5 por ciento a 2,1, pero sigue teniendo una de las 10 mejores economías del mundo, delante de Canadá, con 1,9 por ciento, según las últimas cifras reveladas por esa agencia de Naciones Unidas.
Corea del Sur y México, dos países en desarrollo que pasaron a integrar la lista de naciones industriales y ahora pertenecen a la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), con sede en París, representaron 3,4 por ciento y 1,1 por ciento de la producción industrial mundial respectivamente, aunque en 1990 no estuvieron entre las 10 mejores economías.
El impacto del crecimiento económico y de las exportaciones de China en el mercado internacional y el flujo comercial ya es visible, y según la última encuesta de la OCDE, ese país se perfila para ser el mayor exportador en 2010.
En la actualidad, Estados Unidos es el mayor productor industrial, con 23,3 por ciento de la actividad mundial, seguido de Japón, con 18,2, y Alemania, con 7,4, y por China, con 6,9 por ciento.
Yumkella afirmó en la reunión de Viena de la semana pasada que el mayor desafío de la cooperación para el desarrollo del sector industrial es cómo hacer que el comercio funcione para los pobres.
"Se sabe que muchos países, en especial los 50 menos desarrollados, no lograron recoger beneficios significativos de las nuevas oportunidades de mercado ofrecidas por el sistema de comercio global", afirmó.
Eso no siempre obedece a la existencia o no de barreras arancelarias, arguyó, pero a menudo a la falta de capacidad productiva necesaria para asegurar la cantidad y calidad necesarias de mercancías.
También señaló que la situación está vinculada con la incapacidad de probar la conformidad de sus potenciales productos de exportación con los estándares internacionales y los problemas que afrontan con su inclusión en el sistema de comercio multilateral.
Yumkella señaló además que ahora hay más de 100.000 de esos productos y procesos estándares que las naciones en desarrollo deben cumplir para acceder a los mercados. Esa cifra se eleva todos los días.
En 2004, por ejemplo, 1.700 millones de dólares en exportaciones procedentes de los países en desarrollo se vieron "afectados" por no cumplir con las normas de seguridad alimentaria.
Pero en los últimos años también hubo "un crecimiento sostenido" del comercio de productos y mercaderías Sur-Sur.
"El panorama industrial cambia gradualmente hacia nuevos patrones de interdependencia global, junto con el eje tradicional Norte-Sur pero cada vez más hacia un eje Sur-Sur", añadió.
El comercio de mercancías Sur-Sur registró un fuerte crecimiento debido al aumento de las exportaciones, en promedio anual de 18 por ciento entre 1965-2003, casi el doble del crecimiento de las exportaciones de productos agrícolas y del total de las exportaciones a escala mundial, según Onudi.
"Algunas naciones en desarrollo tienen conocimientos valiosos y capacidades técnicas, especialmente relevantes para otras, y son favorables al intercambio mutuo para reforzar sus capacidad empresariales y técnicas y así aumentar su participación efectiva en la economía global", afirmó esa agencia en su informe.
Una nueva iniciativa se propone establecer centros de cooperación técnica Sur-Sur a nivel de país en varias economías emergentes. El principal objetivo es promover la cooperación entre esas naciones en materia de desarrollo industrial.
Onudi ya concluyó acuerdos con los gobiernos de China e India para establecer centros de cooperación industrial Sur-Sur en Beijing y Nueva Delhi.
Además se están llevando a cabo negociaciones para crear centros en Brasil, Egipto y Sudáfrica.
Esos centros contribuirán a identificar y movilizar los recursos necesarios para proyectos y programas en el marco de la cooperación Sur-Sur.