La adaptación a los cambiantes patrones climáticos es clave en los esfuerzos para afrontar el recalentamiento planetario, sin dejar de lado las iniciativas para reducir de las emisiones de gases inveradero.
A esta conclusión llegó un informe presentado al término de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, que concluyó el viernes en la capital de Kenia.
Las políticas climáticas se han concentrado hasta ahora en tratar de mitigar ese fenómeno global reduciendo las emisiones de los gases invernadero, ante la urgencia de mitigar los efectos, señala el informe "Tecnologías para la Adaptación al Cambio Climático", de la Secretaría de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, de 1992.
Sin embargo, delegados en el encuentro de Nairobi afirmaron que la mitigación y adaptación deben ir de la mano si se quiere lidiar en forma efectiva contra el cambio climático, una visión que es compartida por el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, quien dejará su cargo en diciembre.
"Aunque tengamos que tratar de reducir las emisiones, al mismo tiempo debemos hacer más para adaptarnos al calentamiento global y sus efectos. Debemos dar máxima prioridad a la incorporación de los riesgos que supone el cambio climático en estrategias y programas tendentes a cumplir con los Objetivos de Desarrollo de las Naciones Unidas para el Milenio", declaró Annan el miércoles en conferencia de prensa.
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Los jefes de Estado y de gobierno de los países miembro de la ONU se comprometieron en la Cumbre del Milenio de 2000 a superar los desafíos fundamentales del desarrollo, sintetizados en ocho objetivos, para 2015, respecto de los valores e índices registrados en 1990.
Los ocho objetivos incluyen reducir a la mitad la proporción de personas que viven en la indigencia y padecen hambre, así como lograr la educación primaria universal, promover la igualdad de género, reducir la mortalidad infantil en dos tercios y la materna en tres cuartos.
También combatir la expansión del VIH/sida, la malaria y otras enfermedades, asegurar la sustentabilidad ambiental y generar una sociedad global para el desarrollo entre el Norte y el Sur.
Pero muchos gobiernos africanos carecen del dinero necesario para implementar los programas de adaptación, indicó Richard Odingo, profesor de geografía, especializado en climatología en la Universidad de Nairobi.
"África es sensible a los acontecimientos climáticos extremos y tiene limitados recursos financieros. Los países del continente necesitan financiación externa para tener programas de adaptación que funcionen", apuntó. La mayoría de científicos coinciden en que el recalentamiento del planeta obedece a actividades humanas, sobre todo a gases liberados por la combustión de petróleo, gas y carbón, el principal de los cuales es el dióxido de carbono.
Esos gases se acumulan en la atmósfera y, por su gran capacidad para retener el calor de los rayos solares, acentúan el llamado "efecto invernadero".
La consecuencia de ese recalentamiento es un cambio climático global con manifestaciones regionales y locales, como el derretimiento de hielos polares y glaciares, la elevación del nivel del mar, sequías, tormentas, huracanes e inundaciones.
Pese a que Estados Unidos genera 25 por ciento de las emisiones de los gases invernadero, el gobierno de George W. Bush retiró la firma que había estampado su predecesor, Bill Clinton (1993-2001), en el Protocolo de Kyoto, único mecanismo internacional contra el cambio climático. Bush arguye que el acuerdo puede afectar la economía de su país.
En Nairobi se celebra oficialmente la segunda Conferencia de las Partes que actúa como Reunión de las Partes del Protocolo de Kyoto (COP/MOP 2) en conjunción con la duodécima sesión de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 12).
Según el protocolo, 35 naciones industrializadas deberán recortar sus emisiones en al menos 5,2 por ciento en el primer periodo de implementación, 2008-2012, respecto de las emisiones registradas en 1990.
De los 189 estados signatarios, 165 ratificaron el Protocolo de Kyoto, acordado en esta ciudad japonesa en 1997.
En esta reunión de Nairobi los representantes estadounidenses fueron duramente criticados e instados a ratificar el Protocolo.
Además de la falta de recursos financieros, otro problema que debe afrontar el continente africano es la falta de tecnología.
"No tenemos tecnología para beneficiarnos de pozos poco profundos cuando los ríos fluctúan por los cambios de estación, para almacenar el agua de lluvia en grandes cantidades y para aprovechar la de los océanos para uso industrial", dijo a IPS Juma Mgoo, del Ministerio de Recursos Naturales de Tanzania.
El encuentro de dos semanas reunió a unos 6.000 delgados para analizar formas de hacer frente al cambio climático, que se prevé afectará en especial a las naciones pobres, mal preparadas para sus efectos, que causan escasez de agua y falta de alimentos.
"Pedimos a nuestros socios de los países desarrollados occidentales que se preocupen por qué, aun cuando quieren respaldar a las naciones en desarrollo, su apoyo no dará resultado si no nos preocupamos por el cambio climático", señaló George Krhoda, secretario permanente del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales de este país.
"El cambio climático barre con nuestras inversiones. Además de la pérdida de vidas y propiedades, hace que el país vuelva al punto de partida al tener que reemplazar los puentes que fueron arrastrados o los caminos cortados por las inundaciones", dijo a IPS, añadiendo que al gobierno le cuesta alrededor de 14.000 dólares la construcción de un kilómetro de ruta.
Los comentarios de Krhoda coinciden con las fuertes inundaciones que padece la región costera de Kenia, que provocaron el corte de la ruta que la conecta con Tanzania.
Además de los fondos necesarios para la reconstrucción de caminos, el gobierno necesita millones de dólares para aliviar a las familias afectadas por la sequía, un fenómeno recurrente en este país de África oriental.