Alarmados por los resultados de un nuevo estudio, expertos en cambio climático de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) exhortaron a los países industriales a efectuar reducciones mayores a sus emisiones de gases de efecto invernadero.
Las emisiones de los llamados gases invernadero (que recalientan la atmósfera) procedentes del mundo industrial están creciendo nuevamente, afirma un informe difundido el lunes por la Secretaría de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
El reporte, titulado "Greenhouse Gas Data 2006" (Datos sobre gases invernadero 2006), afirma que, pese a los esfuerzos por frenar la contaminación de dióxido de carbono, las emisiones en muchos países del mundo industrializado continuaron creciendo entre 2000 y 2004.
Las emisiones totales cayeron 3,3 por ciento en el periodo 1990-2004, lo que, según los investigadores, obedeció principalmente a una disminución de 36,8 por ciento registrada en los países de Europa oriental y central.
En el mismo periodo, los gases arrojados a la atmósfera por los otros países industriales que suscribieron el Convenio aumentaron 11 por ciento.
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Esta tendencia es "preocupante", dijo el secretario ejecutivo de la Convención, Yvo de Boer. Tras lograr reducciones drásticas en sus emisiones en los años 90, los países de Europa oriental y central volvieron a elevar su contaminación, en 4,1 por ciento entre 2000 y 2004.
"Esto significa que los países industrializados tendrán que intensificar sus esfuerzos para implementar fuertes políticas que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero", sostuvo el funcionario en un comunicado. Se necesita urgentemente reducciones en el sector del transporte, donde las emisiones crecieron 23,9 por ciento entre 1990 y 2004.
El dióxido de carbono, principal gas invernadero, es liberado en la combustión de petróleo, gas y carbón.
Según el estudio, las emisiones de los países ricos que ratificaron el Protocolo de Kyoto sobre Cambio Climático estuvieron en 2004 15,3 por ciento por debajo de los volúmenes de 1990, en promedio, sobre todo por las severas reducciones de 32 por ciento de Rusia.
El Protocolo de Kyoto requiere que, para 2012, los 35 países industrializados que lo ratificaron y la Comunidad Europea reduzcan sus emisiones cinco por ciento por debajo de los valores de 1990.
Estados Unidos, que continúa siendo el principal contaminador de estos gases, no forma parte del Protocolo. Los países partes están obligados a mostrar reducciones desde 2008.
Al poner énfasis en la necesidad de "medidas adicionales de mitigación", De Boer dijo que esperaba que los países industrializados pudieran cumplir sus compromisos apelando a los mecanismos flexibles basados en el mercado, y previstos en el Protocolo.
"El desafío es bien comprendido", agregó. "Ahora el Protocolo de Kyoto está en pleno vigor y guiando a los países industriales a identificar e implementar opciones políticas, incluyendo los mecanismos de flexibilidad, para cumplir sus objetivos".
Una opción es el mecanismo de desarrollo limpio (MDL), que permite a los países partes invertir en proyectos de energías limpias o desarrollo sustentable en países pobres, generando créditos de carbono susceptibles de ser comercializados.
"Esperamos el comercio emisiones entre todos los países partes del Protocolo de Kyoto", dijo De Boer, por lo que urge una "inversión significativa" en tecnologías de energías limpias.
Se han registrado hasta el momento unos 370 proyectos de MDL, con un potencial estimado de reducción de emisiones de más de 600 millones de toneladas, mientras están en proceso de registro 900 proyectos adicionales, según funcionarios de la ONU.
De Boer señaló que, en los países de la Unión Europea, el comercio de emisiones "está creciendo en importancia".
En coincidencia con el informe de la ONU, otro estudio sobre cambio climático divulgado el lunes en Gran Bretaña advirtió que la falta de acción en materia de recalentamiento global podría generar consecuencias desastrosas para la economía y la población del mundo.
Financiado por el gobierno británico y con la autoría del ex economista jefe del Banco Mundial Nicholas Stern, el estudio de 700 páginas "The Economics of Climate Change" ("La economía del cambio climático") reclama mayores esfuerzos de los países ricos para combatir el recalentamiento del clima.
"Aunque hay mucho más que necesitamos comprender —en la ciencia y en la economía— ahora sabemos lo suficiente como para tener clara la magnitud del riesgo, el calendario para la acción y las formas de actuar de modo efectivo", dijo Stern en una declaración.
La investigación detalla los riesgos relacionados al recalentamiento global y señala que las inundaciones derivadas del aumento del nivel del mar podrían desplazar a 100 millones de personas y causar la extinción de 40 por ciento de las especies animales.
También advierte que el cambio climático podría costar a la economía global casi siete billones de dólares para 2050 —lo que equivale a una caída de la actividad económica de 20 por ciento— si no se toma ninguna medida sobre las emisiones de gases invernadero.
Según cálculos de Stern, los esfuerzos oportunos para controlar las emisiones costarían apenas uno por ciento del producto bruto global.
Tras la difusión del estudio, el gobierno británico dio a entender que estaba pronto para jugar un rol importante en los esfuerzos internacionales para afrontar la amenaza del recalentamiento global.
"El mundo no puede darse el lujo de esperar", dijo el primer ministro británico Tony Blair en un comunicado, enfatizando la necesidad de actuar ante el cambio climático más allá de los compromisos de Kyoto.
"No podemos esperar los cinco años que llevó negociar Kyoto", agregó. Simplemente no tenemos el tiempo. Aceptamos que tenemos que ir más lejos".
En respaldo al llamado de Blair, el ex vicepresidente de Estados Unidos y activista ambiental Al Gore aceptó trabajar para el gobierno británico como consejero de políticas sobre cambio climático.
Sin embargo, Washington sigue sin dar señales de cambio en su política en la materia, guiada por la noción de que se requiere más investigación acerca de las causas del cambio climático.
Mientras, delegados de 190 países se reunirán en Nairobi el lunes 6 para participar en negociaciones destinadas a impulsar los compromisos internacionales frente al cambio climático.