No les gusta que los llamen indígenas, pero luchan con el arte por la autodeterminación de su pueblo. No todos hablan fluidamente la lengua de los mapuches, pero buscan conservar la cultura de esa nación. Son cinco jóvenes chilenos descendientes de esta etnia que hacen hip-hop.
El grupo Kolectivo We Newen, que traducido de la lengua de los mapuches, el mapuzungun, significa colectivo nueva fuerza, es más que una banda musical. Sus integrantes, entre ellos una mujer, no sólo comparten el gusto por el hip-hop y la poesía, sino también el interés de aportar a la ancestral lucha de su pueblo por la autonomía.
Todos son oriundos de la novena región chilena de la Araucanía, 600 kilómetros al sur de Santiago, donde vive 23,5 por ciento de la población mapuche, la principal etnia del país. A excepción de Danko Mariman, de 22 años y quien estudia arquitectura en Boston, los demás residen en Araucanía.
Mariman contó a IPS que la agrupación nació en julio de este año y que el 18 de septiembre lanzó su primer disco de hip-hop "We Newen canto y poesía mapuche del siglo XXI".
El disco compacto cuenta con 20 canciones con provocativos títulos como "¿Hasta cuándo más vamos a soportar?", "La IX, país mapuche", "Matar o morir", "Sueño que no nos roban la niñez", "Nuestra propuesta", "Mapuche urbano" y "Así crecí y hoy lejos de".
"Todos somos vocalistas", explica el joven músico y poeta, quien tiene a su haber otros dos discos de hip-hop como solista, denominados "V.I.D.A D.E A.R.A.U.K.A.N.O" y "Ayudando a fortalecer una fuerte identidad regional en territorio mapuche". Además, está trabajando en su primer libro de poemas.
En el Kolectivo We Newen también participan Fabián y Ricardo, cuyos apodos son "M.C. Aktivista" y "M.C. Kombativo", respectivamente. Ambos son parte de la comunidad mapuche Gonzalo Marín, que el 13 de septiembre ocupó pacífica e indefinidamente el fundo El Notro, de 360 hectáreas, en la localidad de Huilio, asegurando que era de su propiedad.
"Todos vimos en el hip-hop una manera de poder expresar nuestras vivencias, hablar de temas trascendentales, pero lo más importante es que lo concebimos como una herramienta política", afirma Mariman, quien se hace llamar "Gran Massay" en el mundo musical y "Salvador Mariman" entre los poetas.
Los integrantes del Kolectivo We Newen se reconocen fervientes seguidores de esta corriente musical nacida en Nueva York en la década de los años 70, y aseguran que su intención es ponerla al servicio de los intereses de su pueblo.
"Cuando decimos 'mapuchizar' el hip-hop y la poesía nos referimos a incorporarlos a nuestra cultura. En ambas expresiones artísticas traemos a luz nuestras luchas personales y colectivas. También podríamos hablar de etno-poesía y etno-hip-hop, ligados en este caso al pueblo mapuche", explica Mariman.
En el disco, los músicos insisten en la necesidad de fortalecer la identidad de la región de donde son oriundos, ya que cada vez se plantea con más fuerza que la autonomía territorial del pueblo mapuche podría circunscribirse a ella. Por lo menos esa es una de las principales propuestas del primer partido político de esta etnia, actualmente en gestación.
El portavoz de la banda aclara que en sus canciones no atacan a todos los chilenos, sino "a las políticas represivas, terroristas, racistas, asimilacioncitas y etnocidas del gobierno chileno".
Por motivos económicos, sólo produjeron 100 copias del disco, pero confían en que a través de Internet lograrán más difusión. En el sitio web http://www.kolectivowenewen.tk se pueden descargar las canciones. Aunque todavía no cantan en vivo, ya tienen invitaciones para participar en actividades en la ciudad de Temuco, capital de su región de origen.
No obstante, reconocen que la gran deuda pendiente del disco es el empleo del mapuzungun, que será incorporada con más fuerza en los próximos trabajos, según adelantaron. De los cinco jóvenes, sólo uno la habla de manera fluida y los demás dicen estar "recuperándola". Las canciones son mayoritariamente en español, con algunas palabras intercaladas en su idioma.
En general, el disco ha sido bien recibido. Una semana después de su lanzamiento, su sitio web tuvo más de 1.500 visitas de distintas partes del mundo. Sólo algunos mapuches residentes en Europa criticaron la elección del hip-hop como vehículo transmisor de su cultura.
"No entendemos su concepción (la de los críticos) respecto a ser mapuche, pues nuestra cultura no está congelada en los libros, al contrario, está viva con los que existimos hoy", responde Mariman. "Debido al roce cultural con otros grupos humanos adquirimos nuevas herramientas que incorporamos sin perder nuestra identidad mapuche", arguye.
Este integrante del Kolectivo We Newen pone como ejemplo la utilización de la tecnología. "Ellos (los compatriotas que viven en Europa) utilizan Internet como medio para generar criticas y conectarse con más hermanos mapuches sin perder su identidad", sino "fortaleciéndola".
Más aún, el Kolectivo pretende convertirse en un "camino de identidad para los mapuches urbanos", los que viven en las ciudades y que representan 70 por ciento del total de la población de esta etnia.
"No tenemos ninguna duda que se puede ser mapuche en la ciudad, que el lugar de residencia no afecta nuestra cosmovisión, pues creemos que los cambios primero son personales y tienen mucho que ver con nuestros intereses y lo que consideramos importante para nuestra vida", dice Mariman.
No obstante, estos jóvenes músicos rechazan ser llamados "indígenas". "El término indígena hace referencia a un grupo humano con una menor capacidad intelectual y social para desarrollarse, y que por lo general pertenece a una sub-categoría de personas destinada a labores manuales y pesadas", explica el estudiante de arquitectura.
"Creemos que está en nosotros, en las nuevas generaciones, cambiar esa concepción, salir de esa casilla y perfilarnos como nación con nuevos retos, pues somos capaces. Mapuches, nativos americanos y pueblo originario son términos que preferimos, pues nos dan la jerarquía que merecemos, son más precisos y menos prejuiciosos", acota.
Hoy, la música mapuche, tradicionalmente vinculada a los ritos ancestrales, comparte escenario con solistas y bandas de rock, punk, folclore, reggae y fusión de estilos. No sólo Kolectivo We Newen está dedicado al hip-hop en Chile. De hecho, la banda ya está pensando en convocar a otros "hermanos" seguidores de este popular género musical.
Según el censo de 2002, casi 700.000 personas, 4,6 por ciento de la población chilena, pertenece a diversas etnias nativas, entre las que se destaca la mapuche, que constituye 87,3 por ciento de esas minorías.
