La ciudad de Baquba, 50 kilómetros al noreste de Bagdad, se ha tornado un foco de violencia en Iraq, con choques diarios entre chiitas y sunitas, atentados habituales contra civiles y la presencia activa de las fuerzas estadounidenses.
La violencia desatada en esta localidad ahora se ha propagado a otras áreas de la oriental provincia de Diyala.
"Las nuevas olas del terrorismo ahora forman una modalidad de acción que pronosticamos hace mucho tiempo", dijo a IPS un líder político de la ciudad.
"El pueblo iraquí se queja ante todos, pero, naturalmente, nadie hará nada al respecto. Sabemos quién está a cargo y quién es responsable, y hasta quién tendría que ser contenido: el gobierno de Estados Unidos", aseguró.
El dirigente local, entrevistado en su hogar en Baquba, dijo que la situación en el área se estaba volviendo severamente problemática debido a la violencia.
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"Lo peor es la participación directa de las fuerzas nacionales de seguridad en actos criminales, y la repentina desaparición de escena del ejército de Estados Unidos tan pronto como esos asesinos aparecen", afirmó. La provincia ha sufrido muchas muertes y cientos de arrestos, agregó.
El partido sunita Al-Tawafuq reclamó investigar la violencia en Baquba y la liberación inmediata de los civiles detenidos.
"Estamos seguros de que los arrestos fueron hechos sobre la base de la pertenencia religiosa y que los detenidos son agricultores inocentes capturados en sus propios terrenos", señaló el grupo en una declaración.
Un coronel del ejército dijo a la prensa en Diyala la semana pasada que soldados estadounidenses habían arrestado a 10 uniformados iraquíes sospechosos de haber cometido asesinatos a rivales religiosos. No hubo ninguna declaración oficial de Estados Unidos.
El parlamentario iraquí Muhammad al-Dayni declaró a la cadena qatarí de televisión satelital Al-Jazeera que el brigadier Al-Kaabi, jefe de la quinta división a cargo de la seguridad en la provincia de Diyala, había promovido el arresto de 400 civiles.
Cientos de casas fueron saqueadas, aseguró Al-Dayni, quien acusó a los partidos en el gobierno de promover esas acciones. El legislador se refirió, específicamente, a pares suyos pertenecientes a la mayoritaria comunidad chiita.
Ahora las luchas se intensificaron, pero durante mucho tiempo Baquba fue una ciudad de feroz resistencia a la ocupación.
A menudo, las organizaciones insurgentes frustraron intentos de las tropas extranjeras ocupantes y de las fuerzas regulares de seguridad de Iraq por controlar la ciudad.
Residentes de Baquba dijeron a IPS que un brigadier general de la policía iraquí utilizó altavoces para anunciar severas advertencias a los habitantes de la ciudad.
"Estábamos acostumbrados a oír al gobierno llamarnos 'terroristas', 'saddamistas' y 'zarqawis' antes, pero este hombre agregó nuevas palabras al vocabulario, como 'bastardos' y expresiones de ese tipo", dijo a IPS Abu Omar, un estudiante de Derecho de la Universidad de Diyala.
"No nos sorprendió porque sabemos que él limita a repetir lo que dicen sus amos de la zona verde", añadió.
Mazin al-Zaidy, residente en Baquba, expresó a IPS que la situación en la provincia de Diyala podría ser la peor en Iraq, porque en el área conviven numerosas comunidades étnicas y religiosas.
"Las fuerzas multinacionales y las milicias se han concentrado en despejarla de árabes sunitas antes de implementar cualquier plan de federalismo", aseguró.
Al-Zaidy dijo que "hay kurdos, chiitas y sunitas", una realidad que las autoridades "quieren alterar en beneficio de las dos primeras comunidades". Se refería a los poblados de Mendily, Jalowlaa y sus respectivos alrededores, marcados como kurdas en el mapa de Kurdistán.
La influencia de cada grupo a menudo cambia. "Cada día, cuando me levanto, no sé quién está en control de mi ciudad", dijo un jeque religioso de Baquba que pidió ser identificado como el jeque Ahmed. "Un día son los estadounidenses, al siguiente una milicia, al siguiente un grupo de la resistencia".
La provincia de Diyala obtiene poca atención de los medios "a causa del temor de que los periodistas ingresen" a ella, destacó Al-Zaidy.
La nueva violencia rompió con las viejas tradiciones, dijo. "Los habitantes de la provincia no comprenden cómo estas potencias podrían convertirla en una ciudad sectaria a partir de 1.400 maravillosos años de paz comunitaria y matrimonios interétnicos".
Mientras, el ejército de Estados Unidos anunció que los ataques con explosivos en Bagdad han llegado a un récord histórico. La cantidad de soldados estadounidenses muertos ahora se aproxima a los 3.000.
Las víctimas iraquíes suman cientos de miles.