Costa de Marfil finalmente encontró la forma de que todos sus centros de enseñanza comiencen al mismo tiempo el año lectivo, después de que la guerra civil dividió el sistema educativo.
El inicio simultáneo de las clases en la enseñanza primaria y secundaria fue distorsionado hace cuatro años, cuando las rebeldes Nuevas Fuerzas tomaron el control del norte de este país de África subsahariana tras un fallido golpe de Estado en 2002.
Los insurgentes lanzaron su campaña en protesta por una presunta discriminación del gobierno a los habitantes del norte.
Ahora, el Ministerio de Educación y los insurgentes llegaron a un acuerdo tras dos años de intensas negociaciones para comenzar en forma simultánea el año escolar.
El diálogo fue impulsado por organizaciones internacionales que asisten a este país en materia educativa, en especial el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco)
"Ahora es posible reconciliarnos gracias a la educación", señaló el ministro de Educación y Enseñanza Básica, Michel Amani N'guessan, en la tradicional reunión preparatoria del regreso a clases, celebrada a mediados de este mes en el colegio secundario Sainte Marie de Cocody, en Abidján.
La iniciativa permitió que estudiantes expulsados por los combates a las zonas controladas por el gobierno volvieran en masa hacia sus ciudades, ahora ocupadas por los rebeldes, para asistir a sus antiguos centros de enseñanza.
"En un año o dos podremos decir exactamente cuántos estudiantes se inscribieron. Pero, respecto de años anteriores, vamos a ver un avance", aseguró Kanigui Soro, responsable de un comité de las Nuevas Fuerzas para la enseñanza.
Todos los centros educativos del país abrieron sus puertas hace dos semanas, pero la asistencia no fue muy buena, según constató IPS. Algunos padres atribuyeron el hecho a las dificultades financieras de las familias a mediados de mes.
"No hay dinero para los útiles escolares ni para pagar la inscripción. Por ahora, todo el mundo está esperando hasta fines de mes", relató Korona Tuo, un comerciante de una empresa de Abidján. "Esperamos que nos paguen los salarios y los préstamos para enseñanza antes de empezar a gastar".
Otro problema lo constituye el hecho de que hasta ahora las clases en el norte eran dictadas por voluntarios sin preparación, después de que los docentes titulares también se fueran a trabajar a las áreas controladas por el gobierno.
Ante esto, el ministro de Educación hizo un llamado a docentes capacitados para los centros afectados por la "fuga de cerebros". También autorizó a las autoridades departamentales y regionales de las zonas del norte, centro y occidente, controladas por los rebeldes, a nombrar directores de escuelas.
N'guessan anunció que los docentes voluntarios, a pesar de sus contratos, no seguirían trabajando cuando regresaran los titulares. "Pero los voluntarios podrán seguir recibiendo los subsidios entregados por el Directorio de Gestión de Centros de Enseñanza hasta fin de año", añadió.
Pero el Movimiento de Docentes Voluntarios de Costa de Marfil (Mevci, en francés) respondió que el ministro había hecho la promesa de integrarlos a la función pública, y debía cumplirla.
Según el coordinador para el norte del Mevci, Souleymane Traoré, el ministro se comprometió ingresar a 1.951 docentes como funcionarios, de los 10.000 voluntarios existentes, y considerar la reinserción de los restantes 8.059.
"Si el ministro quiere que el comienzo de las clases sea normal, debe mantener las promesas que hizo en agosto", dijo Traoré a IPS.
"Mientras la integración de los 1.951 funcionarios no se considere, no habrá nuevos nombramientos de docentes en nuestras zonas", añadió.
Según el inspector de educación primaria en la septentrional ciudad de Korhogo, Brahim Ouattara, los problemas de la educación en la zona norte también están vinculados con otros factores.
"Las escuelas nunca recibieron asistencia ni apoyo. Nuestros problemas siguen siendo la falta de docentes y el deterioro del material de enseñanza", señaló.
Además, según Salif Kinafo Touré, inspector de la central ciudad de Niakaramadougou, "el norte tiene un pequeño porcentaje de niños escolarizados por la falta de conciencia de los padres, quienes prefieren que los menores vayan en el campo y no a la escuela".
Por su parte, Unicef lanzó una campaña exitosa para la escolarización de las niñas, llevada adelante por directores y consejeros educativos, pero aún resta mucho por hacer, sostuvieron François Coulibaly, presidente de uno de los comités de Gestión de Centros de Enseñanza, y Karim Touré, profesor de francés de un centro de enseñanza secundaria en Niellé, en el norte del país.
Los padres a menudo dan preferencia a los varones en la educación, pues consideran que las niñas están destinadas al trabajo doméstico.
"Tenemos esperanzas de que este comienzo unificado cree cohesión social y distienda la situación sociopolítica, que incide mucho en el estado psicológico de los docentes y en especial de los niños", remarcó Touré.
