ESTADOS UNIDOS: Justicia demasiado ciega ante los inmigrantes

El mexicano Santos Reyes está preso hace seis años en California, condenado a cadena perpetua, por mentir al Departamento de Vehículos Automotores de ese estado del sudoeste de Estados Unidos.

La intención de Reyes era "obtener una licencia de conductor para su primo, que no sabía leer", dijo a IPS Peter Camejo, candidato a gobernador de California del Partido Verde y portavoz de la campaña por la libertad del inmigrante.

"El delito que cometió fue presentarse a la prueba escrita como si fuera su primo, y lo pescaron haciéndola", agregó. Reyes nunca negó su culpabilidad.

"Sospecharon de él y comenzaron a hacerle preguntas, así que lo admitió. Dijo que intentaba conseguirle la libreta de conducir a su familia porque la necesitaba para trabajar. Entonces, llamaron a la policía y lo arrestaron", recordó Camejo.

Cuando Reyes estaba detenido, la policía advirtió que había sido condenado en dos ocasiones anteriores por delitos comunes. En 1981, por robar una radio. Cinco años más tarde, por asalto. En los 11 años siguientes, trabajó en el mismo empleo, como albañil, se casó y crió a dos hijos.

Pero, como era un inmigrante indocumentado mexicano, no podía conducir legalmente un vehículo. Su primo tampoco.

"Tenía antecedentes penales, por lo que incluso obtener una licencia falsa con su nombre era muy difícil", dijo Camejo. "Se pueden usar muchos trucos para obtener la licencia, ya se sabe qué sucede si te pescan conduciendo ilegalmente: te sacan el automóvil, no te lo devuelven, lo venden y se guardan el dinero. Es una forma de robo."

California tiene la ley de "three strikes" más dura de Estados Unidos. Según la norma, cualquiera que sea condenado por tercera vez por un delito, sin importar su gravedad, debe cumplir una sentencia de 25 años de prisión a cadena perpetua.

Según la organización Familias por la Enmienda de la Ley de Three Strikes en California (FACTS), 4.500 personas están hoy presas por delitos que pueden ser tan leves como hurtar un trozo de pizza.

Dorothy Erskine, de 72 años, asistió a una audiencia judicial para considerar la situación de Reyes el miércoles. Su sobrino cumple hace 12 años cadena perpetua por asistir y alentar un robo a una tienda cerca de Los Ángeles.

"Él era cocainómano y eso le hacía delinquir", dijo Erskine. "En 1994, estaba en un pequeño centro comercial en Cerritos. Esas dos mujeres estuvieron en el mismo piso llevándose unas sábanas. A él lo detuvieron cuando se iba del lugar. Está preso desde entonces."

La severidad de la ley "three strikes" en California (cuyo nombre responde a la expresión del béisbol "three strikes and you are out", "tres golpes y estás afuera") hace improbable la liberación de Santos Reyes a través de un fallo judicial.

El Tribunal de Apelaciones del Tercer Distrito de Los Angeles acordó atender el caso, y los defensores de Reyes cifran sus esperanzas en convencer al gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, de que conmute la pena por el lapso que ya pasó en prisión.

Al mismo tiempo, FACTS actúa para enmendar la ley de "three strikes", para que sólo se envíe a prisión de por vida a delincuentes violentos, y no a quienes cometen faltas menores.

Los opositores a la ley también reclaman cambios a las leyes migratorias, de modo que inmigrantes indocumentados como Santos no se vean obligados a mentir para obtener su licencia de conducir.

Pero estas campañas son objeto de fuertes ataques.

En 2003, Schwarzenegger derrotó en las urnas al gobernador Gray Davis, del Partido Demócrata, comprometiéndose a revocar las licencias de conducir de los inmigrantes ilegales.

En 2004, la ciudadanía del estado de Arizona decidió en un referéndum negar todo servicio estatal a esos inmigrantes. Y en noviembre volverán a votar, esta vez para decidir si prohíben a los jueces otorgar libertad bajo fianza a inmigrantes ilegales procesados.

El cruzado antiinmigrantes Randy Graf ganó el martes la nominación del Partido Republicano a la Cámara de Representantes del estado de Arizona con apoyo de los Minutement, organización dedicada a patrullar la frontera con México para impedir el ingreso de no estadounidenses.

"Sabemos que muchas personas que vienen a este país no son solo inmigrantes que buscan trabajo", dijo Graf a IPS. "La criminalidad y las estadísticas sobre narcotráfico aquí y en la frontera de Texas nos llevan a la conclusión de que debemos detener la invasión."

Pero inmigrantes y quienes los defienden miran confiados al futuro.

El Partido Republicano gastó 122.000 dólares en apoyo del rival de Graf, por temor a que su prédica ahuyente a los votantes de origen latino. (FIN/IPS/traen-mj/ag/ks/na hd ip pr/06)

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