Estados Unidos renovó sus amenazas sobre un posible bloqueo económico contra Irán, luego de que el gobierno de Mahmoud Ahmadinejad ignoró un ultimátum del Consejo de Seguridad de la ONU para que detuviera sus actividades de enriquecimiento de uranio.
Sin embargo, no hay indicios aún de que Washington pueda obtener un apoyo unánime en ese órgano del foro mundial.
Mientras, el secretario general de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), Kofi Annan, prevé visitar Teherán este sábado para intentar resolver el diferendo.
El embajador estadounidense ante el foro mundial, John Bolton, volvió a pedir esta semana al Consejo de Seguridad que adopte sanciones contra Teherán, al que acusa de querer desarrollar armas atómicas.
"Irán está desafiando a la comunidad internacional", afirmó Bolton, citando un informe de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), según el cual Irán había iniciado en los últimos días una nueva ronda de enriquecimiento de uranio, el paso previo para la fabricación de armas nucleares.
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La semana pasada, el Consejo de Seguridad aprobó una resolución que instaba a Irán a que suspendiera todas sus actividades de enriquecimiento de uranio antes del jueves, y amenazó a Teherán con "medidas adicionales apropiadas" si no cumplía con las exigencias de la AIEA.
Poco después de adoptar la resolución, Bolton y otros funcionarios de Estados Unidos señalaron que la frase "medidas adicionales apropiadas" no significaba otra cosa que sanciones económicas, pero diplomáticos rusos y chinos dijeron discrepar con esta lectura.
Bolton aseguró a periodistas que los cancilleres de China y de Rusia estaban comprometidos con la adopción de sanciones, pero reconoció que los otros dos miembros permanentes del Consejo de Seguridad, Francia y Gran Bretaña, podrían no acompañar la iniciativa.
Esos dos países conforman junto a Alemania el grupo de países de la Unión Europea (UE) que negocia con Teherán sobre su plan nuclear, conocido como UE-3.
"Puede ocurrir que haya una discrepancia sobre las sanciones", dijo Bolton a periodistas. Sus declaraciones parecen respaldar la especulación de que el gobierno de George W. Bush podría optar por un camino fuera del Consejo de Seguridad para castigar a Irán.
Una fuente cercana a la delegación de Rusia en la ONU dijo a IPS que no había "en absoluto ningún cambio en la posición" de Moscú.
A pesar de haber apoyado la resolución, tanto China como Rusia pidieron paciencia y adelantaron que no apoyarían sanciones económicas.
El informe de la AIEA, filtrado a la agencia de noticias Reuters, critica la resistencia de Irán a detener su plan de enriquecimiento de uranio, pero no por ello convalida las sospechas de Estados Unidos sobre la supuesta intención de Teherán de fabricar armas de destrucción masiva.
El informe "demuestra que la propaganda estadounidense y los reclamos contra Irán no tienen fundamento, sino que están basados en alucinaciones", dijo el vicepresidente de la Organización de Energía Atómica iraní, Mohammed Saeedi.
Estados Unidos acusa a Teherán de no cumplir sus obligaciones bajo el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), de 1970.
El TNP está construido sobre tres pilares: prohíbe a los estados que no poseen armas atómicas adquirir ese tipo de material bélico, compromete a cinco estados con armamento nuclear (China, Francia, Gran Bretaña, Estados Unidos y Rusia) a adoptar una política de desarme, y permite a todas las naciones acceder a tecnología nuclear sólo con objetivos pacíficos.
India, Israel y Pakistán también son potencias atómicas, pero no firmaron el TNP. Corea del Norte asegura tener armas atómicas, aunque eso no ha sido verificado por organismos independientes.
El jueves, Ahmadinejad insistió en que el plan de desarrollo nuclear de su gobierno tiene solamente objetivos pacíficos.
"La nación iraní nunca renunciará a su obvio derecho a adquirir tecnología pacífica", señaló en un discurso público, en el que calificó de "gran mentira" las acusaciones de Washington.
Por su parte, Bush condenó el "desafío" del mandatario iraní.
"Es tiempo de que Irán haga una elección", dijo ante veteranos de guerra en la occidental ciudad estadounidense de Salt Lake City. También advirtió a Teherán sobre las "consecuencias" de su resistencia.
Con la mira de intentar resolver la crisis, Annan iniciará este sábado una visita de dos días a Teherán, en la que dialogará con Ahmadinejad y otros líderes iraníes.
Diplomáticos en Nueva York consideraron poco probable que el Consejo de Seguridad vuelva a analizar el caso antes de recibir un informe de Annan sobre su viaje.
"Esperaremos hasta la semana próxima. Veremos qué sucede en esa reunión", dijo Bolton.