El inicio la semana pasada en Sarajevo del rodaje de la película de suspenso «Spring Break in Bosnia» («Vacaciones de primavera en Bosnia»), una producción de Hollywood protagonizada por el astro estadounidense Richard Gere, reavivó sentimientos conflictivos en este país.
Gere concentró la atención de una multitud de fanáticos. Pero el público también aprovechó para rememorar la guerra civil de la década pasada, una época sangrienta que acabó con la federación de Yugoslavia y dio origen a una compleja Bosnia-Herzegovina independiente.
No es la primera película que se rueda en este país, pero ninguna había llamado tanto la atención.
En conferencia de prensa, el director del filme, Richard Shepard, explicó que el proyecto se refiere a la peripecia de un periodista estadounidense en busca del criminal de guerra serbiobosnio Radovan Karadzic, hoy prófugo de la justicia internacional.
La prensa muestra profundas discrepancias en la interpretación del conflicto transcurrido entre 1992 y 1995 en este país de cuatro millones de habitantes cuya compleja estructura de posguerra tiene el objetivo de evitar choques entre las diversas comunidades étnicas y religiosas.
Bosnia-Herzegovina está compuesta por dos entidades políticas, la Federación de Bosnia-Herzegovina, de mayoría croato-musulmana, y la República de los Serbios en Bosnia (Republika Srpska), de hegemonía cristiana.
Tres comunidades conviven en territorios separados y con escaso contacto entre sí, en medio de una profunda desconfianza que abreva en la guerra que se cobró más de 100.000 vidas, la mayoría de musulmanes bosnios.
La prensa de Sarajevo, capital de la federación bosnia, aprovechó la película para recordar el terror vivido durante la guerra, cuando esa ciudad de mayoría musulmana fue asediada por los serbiobosnios.
"Conocido criminal de guerra se busca", tituló un periódico. "Saga de posguerra recreada", destacó otro. Los diarios volvieron a contar, a propósito de la película, la historia del sitio y recordaron episodios de crueldad de las fuerzas serbias, que, según diversas estimaciones, acabaron con 10.000 personas.
Mientras, la prensa serbiobosnia y la de Serbia se burlaron de la película e incluso de Richard Gere. Un periódico nacionalista de este país utilizó para nombrarlo el apelativo de "gigoló americano", título de una película que protagonizó el actor en 1980, y consideró "discutible" su último trabajo.
La mayoría de los serbios consideran que Karadzic es un héroe de guerra, a pesar de que el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia, órgano patrocinado por la Organización de las Naciones Unidas que funciona en La Haya, lo acusa de genocidio y de crímenes de guerra contra los bosnios.
Karadzic y su segundo, Ratko Mladic, son responsabilizados de la masacre de más de 7.000 jóvenes y adultos varones musulmanes en la invasión serbiobosnia al enclave musulmán de Srebrenica en julio de 1995, en las postrimerías de la guerra.
Diversas versiones ubican el escondite de Karadzic en algún apartado monasterio ortodoxo en la frontera oriental de Bosnia-Herzegovina con su natal Montenegro, y el de Mladic en algún lugar de Serbia.
Al no entregar a ambos combatientes al Tribunal contra crímenes de guerra, Serbia y Bosnia-Herzegovina ven obstaculizada su integración a la Unión Europea.
Todos estos asuntos volvieron a salir a la superficie con motivo del rodaje de una producción de Hollywood.
Gere declaró que sabía "poco sobre Bosnia".
Por su parte, Shepard dijo que sólo quería "entender qué fue lo que pasó realmente", tras haber leído un extenso artículo del periodista estadounidense Scott Anderson en 2001 sobre el asunto.
Pero los serbiobosnios consideran que se trata de una nueva campaña de desprestigio en su contra.
"Éste es otro intento más por describir a Karadzic como peor de lo que fue", advirtió el político serbiobosnio Jovo Vukeljic a la prensa de la Republika Sprska y de Serbia. Incluso sugirió que la película podría llegar a prohibirse en la República de Srpska.
Muchos serbios están hastiados de la representación de sus héroes como villanos.
Un malestar similar se suscitó a principios de año a propósito de la película "Grbavica" (nombre de un barrio de Sarajevo), dirigida por Jasmila Zbanic.
La historia cuenta la vida de una mujer musulmana que debió que asumir los problemas suscitados cuando su hija adolescente, producto de la violación de soldados serbios en el marco de sus campañas de "limpieza étnica", supo la verdad sobre su origen.