MÚSICA: Muchas notas, sólo un ritmo

Todo cabe en el festival internacional Womad, desde una clase de danza de India, pasando por tonadas de flauta china de bambú, hasta una lección de cocina cubana.

El mundo se apretujó en el campo de 60 hectáreas en Reading, 50 kilómetros al oeste de Londres, para una nueva edición de este festival, que continua haciendo honor a su nombre completo "World of Music, Arts, and Dance" (el Mundo de la música, el arte y la danza).

Más de 80 grupos de 40 países se sumaron entre el viernes y el domingo pasado para interpretar en vivo y por tres días música popular, étnica de variadas procedencia, además de la elaboración y muestras de artesanías y todo tipo de expresiones artísticas.

Desde su fundación en 1982 por inspiración del notable músico británico Peter Grabriel, la fundación Womad ha ido en ascenso.

En la actualidad se ha convertido en un movimiento mundial que ya lleva realizado unos 150 festivales en 27 países, con una asistencia de cerca de cuatro millones de personas, entre las que se incluyen curiosos novatos, aficionados y artistas consagrados en la música internacional.

"Es sorprende reunir tal variedad de sabores musicales, es muy colorido, realmente una experiencia multisensorial", dijo Jane Dow frente a uno de los escenarios del festival y junto a su hija de 20 años. "Esta es la cuarta o quinta vez que vengo, ha crecido, pero su carácter ha cambiado poco", apuntó.

Entre los artistas más sobresalientes que se presentaron en Reading se encuentran Salif Keita, el más famoso cantante africano de la actualidad, Gotan Project (con sede en París) con un remix (mezcla de ritmos alternativos) electrónico de tangos, y Anoushka Shankar, hija del renombrado intérprete indio de cítara Ravi Shankar.

Cerca de 27.000 personas asistieron en este festival, escucharon conciertos, participaron en talleres y cuando el calor se hizo insufrible, también se zambulleron en las aguas del Támesis.

En materia de talleres hubo de todo, hasta uno para tocar el embaire, un instrumento de 4,5 metros usualmente interpretado en las bodas de las zonas rurales de Uganda. También se podían encontrar artistas indias pintando vallas de una película del "hollywood" del sur de Asia, creando una masiva representación de Mughal-e-Azam, un clásico del cine indio.

La meticulosa planificación del encuentro de este año era difícilmente imaginable en 1982, cuando se realizó el primer festival Womad en Shepton Mallet, también en Gran Bretaña.

En esa época, sus fundadores tuvieron dificultades para ganar interés por parte de la prensa y las empresas fabricantes de discos. Thomas Brooman, el director artístico de Womad, dijo que la suerte del festival se mejoró con el lanzamiento del sello World Music (Música del Mundo), que ahora está en todas partes.

"Cuando empezamos no había música del mundo. En ese entonces percibíamos que nuestra música era pasada por alto, por ejemplo nuestros lanzamientos africanos terminaban ignorados en los estantes de discos de jazz", recordó Brooman, también fundador de Womad.

"A partir del momento de que la etiqueta Música del Mundo fue acuñada, surgió el interés en lo que hacíamos", dijo a IPS.

Brooman era parte de los representantes de la industria de la música que se reunían en un bar de Londres en 1987 con el objetivo de comercializar las melodías internacionales. Después de largas discusiones, escogieron adoptar el término Música del Mundo como categoría para ser usada en las tiendas de discos.

La idea pegó. Músicos y sellos discográficos acordaron que la categoría ayudaba a consolidar la audiencia, y a conseguir buenas ventas. Sin embargo, hay voces inconformes, que señalan que Música del Mundo es tan amplia que pierde significado.

Entre los críticos está Angelique Kidjo, la cantante de África occidental, que saltó a la fama internacional hace más de diez años.

"Creo que es gracioso", dijo a los periodistas reunidos en un toldo del estilo de los nómades de Asia central en el festival.

"La música que proviene de los países pobres es llamada música del mundo. Si estuviéramos hablando sinceramente, el sello debería incluir a The Beatles y a The Rolling Stones… los seres humanos les gusta poner categorías a las cosas, eso les da un sentido de poder".

Independientemente de cómo se catalogue su música, su concierto del domingo confirmó la afición británica a Kidjo, quien es reconocida en todo el mundo por su estilo que incorpora la tradición de Benin, de donde es originaria, un toque de funk estadounidense y últimamente, algo brasilero y caribeño.

Pero, como otros músicos de países en desarrollo, para ella es más fácil hacer giras internacionales que en su propia tierra.

"Es un asunto de infraestructura y dinero", dijo Kidjo. "No se puede viajar por África como se hace por Europa o América del Norte"

Pero al menos ella pudo viajar al festival Womad sin problemas de inmigración. Otros no tuvieron esa suerte. Las autoridades de Gran Bretaña negaron el ingreso a la estrella africana Thomas Mapfumo, ahora residente estadounidense, y a músicos de otros grupos, por temor de que se quedaran ilegalmente en el país.

Esto desalentó tanto a los organizadores como a aficionados al festival, al tiempo que puso de presente los problemas que enfrentan los músicos de los países en desarrollo en el Norte.

Además, dada la tensión creada por la guerra en Medio Oriente, la política no estuvo ajena de los escenarios de Womad. Durante su flamante espectáculo, el grupo mexicano Los de Abajo persiguieron a un hombre que lucía una máscara del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, despertando aplausos en el público.

Para algunos, la política ha estado en el centro de su música. Por ejemplo, Emmanuel Jal, un ex niño soldado sudanés, expresó sus apasionados sentimientos de esperanza por la paz y la no violencia.

En la tienda de campaña de la organización humanitaria One World, grupos de la sociedad civil y expertos se pronunciaron sobre diversos asuntos internacionales.

Durante el fin de semana pasado, se escucharon personalidades como Clive Stafford-Smith, de la organización no gubernamental Amnistía Internacional y abogado de los detenidos en el enclave estadounidense de Guantánamo, y Caroline Lucas, miembro del Parlamento Europeo, quien pidió actuar frente al cambio climático.

Dirigiéndose a los miles de visitantes de Womad, el director artístico del festival dijo que crear conciencia sobre otros estilos de vida es hoy más importante que nunca.

"En una época en que las divisiones culturales y el miedo a otras culturas y religiones es cada vez más grande, tratamos de contrarrestar eso", agregó Brooman. "Nosotros no hacemos proselitismo, pero a través de la atmósfera de Womad, la gente puede conocer y disfrutar las diferencias culturales".

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