IRAQ: Crecen nubarrones de guerra civil

La familia de Hanan nunca pensó en la posibilidad de abandonar Bagdad. Ellos vivieron en paz por años con sus vecinos chiitas en el multiétnico distrito capitalino de Shaaba. Pero todo cambió la mañana en que encontraron una carta en su patio, en la que les daban tres días para irse.

Crédito: Depto. de Defensa de EEUU
Crédito: Depto. de Defensa de EEUU
Tras la amenaza de las milicias chiitas, Hanan se mudó a Arbil con sus cinco hijos hace 10 días. Esta ciudad se encuentra en el Kurdistán, en el norte del territorio, que aún sobrevive como un refugio de paz en medio de la convulsión general.

"Está muy peligroso allí en Bagdad. Hay una guerra en las calles entre chiitas y sunitas. Nadie puede sentirse seguro", dijo a IPS esta mujer de 40 años.

Ahora se siente segura en el pueblo de Salahaddin, 29 kilómetros al este de Arbil. Vive con su familia en la casa de un amigo kurdo, ya que no puede pagar un alquiler.

Pero su esposo no se mudó. Hanan explicó que él es taxista, y no puede manejar desde Bagdad a Arbil porque su documento de identidad revela que es sunita, y las carreteras son muy peligrosas para los miembros de esa rama del Islam.
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Su hija de 20 años, Mariman, abandonó el colegio y no desea regresar ni siquiera para conocer los resultados de sus últimos exámenes. "No me siento segura volviendo a Bagdad. Quiero quedarme aquí en Arbil", señaló.

Cientos de miles de otras familias sufrieron situaciones similares en las ciudades centrales de Iraq, caracterizadas por una gran variedad étnica y en las que las milicias chiitas y sunitas se enfrentan con frecuencia.

La mayoría de los 26 millones de iraquíes son chiitas (62 por ciento), la población hegemónica en el sur, mientras en el centro predominan los sunitas (35 por ciento), el grupo islámico dominante en el mundo árabe y también en el régimen del ex presidente Saddam Hussein (1979-2003).

En cuanto a la composición étnica de la población, los árabes constituyen tres cuartas partes, mientras los kurdos, la mayoría de los cuales profesan el Islam sunita, suman 20 por ciento.

Esta comunidad es mayoritaria en el norte, pese a la campaña de limpieza étnica implementada en el área por el régimen de Saddam Hussein, en cuyas postrimerías gozaron de autonomía territorial al amparo de las fuerzas aéreas de Estados Unidos y Gran Bretaña

Tras la muerte de Mahoma, el profeta de los musulmanes, éstos se dividieron entre los seguidores del califa Abu Bakr y los de Alí ibn Abi Talib, yerno de Mahoma. La división se formalizó con la muerte en el año 661 del imán Alí, y su reemplazó por su rival Muawiya.

Quienes reivindicaban los derechos al poder religioso y político de los descendientes de Alí fueron conocidos como chiitas, en contraposición a los sunitas, que admitían la tradición y el derecho a la libre sucesión, no hereditaria.

Como Hanan, muchos afectados por la actual violencia buscan refugio en el Kurdistán. Alrededor de 6.000 familias se mudaron de las zonas volátiles a las tres provincias de la región septentrional kurda entre 2004 y este mes, según datos de organizaciones humanitarias y del gobierno regional kurdo.

La lucha sectaria se agravó luego del atentado con bomba en la Mezquita Dorada o Al-Askariya, principal templo chiita de la norteña ciudad de Samarra, en febrero pasado. Los chiitas responsabilizaron a los sunitas del ataque.

Las autoridades iraquíes calculan que 3.438 civiles murieron a causa de la violencia sectaria desde julio, un promedio de 110 asesinatos por día.

Muchos advierten que la situación de Iraq se agravaría aun más si se desata una guerra civil a gran escala, que parece cada vez más inminente.

"Los combates podrían afectar a cinco regiones con poblaciones étnicas y religiosas variadas", dijo a IPS el director del Centro de Estudios Estratégicos del Kurdistán, Farid Assasad.

Las zonas de mayor riesgo abarcan a las ciudades de Bagdad y Kirkuk, las provincias de Diyala, Salahaddin y parte de Anbar.

Kirkuk está ubicada 250 kilómetros al norte de Bagdad y tiene una población variada de kurdos, turkomanos y árabes. La provincia de Diyala se encuentra 50 kilómetros al noroeste de la capital, y en ella viven árabes sunitas, árabes chiitas y kurdos.

Salahaddin, en el norte, tiene una población integrada por sunitas, chiitas, kurdos y turkomanos, mientras que la provincia de Anbar está dividida entre miembros de la comunidad chiita y de la sunita.

"Iraq aún no está en estado de guerra civil, pero si no se reducen las actuales tensiones, éstas podrían derivar en un conflicto destructivo", alertó Assasad.

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