ENERGÍA-ESPAÑA: Nace el petróleo joven y limpio

Un sistema productor de energía integral desarrollado por investigadores españoles a partir de algas marinas y continentales, que reemplazará al petróleo de origen fósil y reducirá así la contaminación ambiental, será puesto en marcha a fines de 2007, según sus impulsores.

Bernard Stroiazzo-Mougin, presidente de Biofuel Systems SL (BFS), la empresa española que lleva adelante el proyecto, explicó a IPS que "el sistema permitirá producir de forma masiva biopetróleo a partir de fitoplancton, en un espacio reducido y con costes realmente moderados".

Al señalarle que ya se produce biodiesel en otros países, el ejecutivo aclaró que no es lo mismo que el fotobioreactor a producir por su empresa.

BFS, con el apoyo de la Universidad de Alicante, "ha diseñado un sistema totalmente diferente, que produce biopetróleo —no biodiesel— a partir de un convertidor de energía", explicó.

El nuevo producto tendrá todas las ventajas del petróleo y permitirá extraer todos sus derivados, "pero sin sus inconvenientes, pues no aumentará las emisiones de CO2 (dióxido de carbono), sino que las reducirá, y no aportará SO2 (dióxido de azufre), además de la práctica ausencia de productos secundarios nocivos".

La materia prima será el fitoplancton, el que está constituido por fotoautotróficos, elementos primarios de los océanos, entre los que se destacan las diatomeas, que son un grupo de algas unicelulares, que también están en las aguas dulce continentales y en la tierra húmeda.

Además, el uso de las algas contribuirá a evitar perjuicios al ecosistema acuático, porque el fitoplancton suele multiplicarse rápidamente, descomponiéndose, agotando el oxígeno del agua y, en consecuencia, provocando la muerte masiva de peces.

El fitoplancton, que es el conjunto de los organismos acuáticos autótrofos dispersos en el agua con capacidad fotosintética, produce 98 por ciento del oxígeno de la atmósfera terrestre.

Según Stroiazzo-Mougin, el sistema de BFS asegurará una producción 400 veces superior a la de cualquier otro bíocombustible.

Como ejemplo señaló que "en una superficie de 52.000 kilómetros cuadrados se pueden obtener 95 millones de barriles de biopetróleo al día, es decir, toda la producción mundial actual de crudo y a un precio sensiblemente inferior" a este combustible.

Con ese sistema, sostuvo, se asegurará una fuente continua de producción, inagotable, además de que utilizar el exceso de carbono (CO2) contribuirá a paliar el llamado efecto invernadero y a restablecer el equilibrio térmico del planeta, pues este gas es uno de los principales causante del deterioro ambiental.

Si se quisiera reemplazar 40 por ciento del petróleo que se utiliza en la actualidad en el planeta con biodiesel, producido a partir de productos vegetales, se requeriría multiplicar por tres la extensión de las tierras cultivadas hoy, "algo totalmente imposible y contraproducente para la economía mundial", adicionó el empresario.

El nuevo producto de BFS sería similar al petróleo tradicional, que se formó "hace millones de años bajo muy altas presiones, temperaturas y en un clima de alta actividad sísmica y volcánica, partiendo de los mismos elementos vegetales que utilizaremos ahora (principalmente fitoplancton)", explicó Stroiazzo-Mougin.

Fue "la biodegradación de determinados compuestos orgánicos de origen vegetal (ácidos grasos e hidrocarbono) la que dio lugar al petróleo, o sea un sistema similar al que pondremos en marcha nosotros", adicionó el empresario.

Refiriéndose a la superficie necesaria para producir, señala que la soja produce 50 metros cúbicos por kilómetro cuadrado, la colza de 100 a 140, la mostaza 130 y el aceite de palma 610 metros cúbicos, en tanto que las algas producen de 10.000 a 20.000 metros cúbicos por kilómetro cuadrado, todo ello anualmente.

Por otro lado, BFS piensa desarrollar una tecnología que les permita aumentar la productividad de algas por hectárea, antes de que termine la instalación de su primera fábrica, que se ubicará sobre la costa española del mar Mediterráneo, y producirá en un circuito cerrado terrestre, aunque también tienen previsto más tarde desarrollar otras procesadoras aguas adentro.

A la pregunta de si ofrecerán la fórmula y el sistema de procesamiento a otros países, si se asociarán o venderán la patente o si será sin costo, Stroiazzo-Mougin respondió que "todos esos aspectos están siendo estudiados con detenimiento, desde la estructura comercial de la compañía".

"Debido a la magnitud del sistema, son aspectos que han de ser analizados en profundidad y para los cuales todavía no tenemos una respuesta", apuntó.

Dialogando sobre esta iniciativa, el coordinador de la organización no gubernamental Ecologistas en Acción, Luis González Reyes, precisó ante IPS que se está en una situación "muy complicada respecto del cambio climático y es preciso ganar tiempo para avanzar hacia sociedades con un consumo mucho menor de energía y que la que se utilice sea ecológica".

Acerca del proyecto concreto de BFS, "del que no estoy informado a fondo, habrá que evaluar la tasa de emisión de CO2 de todo el sistema, o sea la diferencia entre lo que fijarían las algas y luego se liberaría como consecuencia de su extracción, procesamiento y combustión".

"Además habría que analizar la posible liberación de otras sustancias tóxicas en su combustión", alertó.

En todo caso, concluyó el ecologista, "lo importante, además de bajar el consumo de energía, es que se investigue buscando nuevas opciones, como parece ser ésta de BFS y de la Universidad de Alicante".

Stroiazzo-Mougin afirmó que se reduciría notoriamente la emisión de CO2 y que no se liberarán otras sustancias tóxicas, como lo han explicado los investigadores químicos y biólogos marinos que participaron en la investigación.

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