El último brote de hostilidades en la capital de la República Democrática del Congo (RDC), tras la primera ronda de las elecciones, parece llegar a su fin luego de que funcionarios de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) intervinieron para restaurar la calma en vísperas de la segunda vuelta.
La violencia había estallado el domingo, luego de que se anunciaron los resultados preliminares de la primera votación el 30 de julio. Se trata de las primeras elecciones multipartidarias en la RDC en más de 40 años.
El presidente Joseph Kabila y el vicepresidente y ex jefe guerrillero Jean-Pierre Bemba se llevaron 44,8 y 20 por ciento de los votos respectivamente. Pero ninguno de los 33 candidatos obtuvo más de 50 por ciento de los sufragios, lo necesario para ganar sin necesidad de una segunda vuelta.
La próxima votación se realizará el 20 de octubre.
Miembros de la guardia presidencial y de la seguridad de Bemba se enfrentaron en las calles de Kinshasa aun antes de comenzara la transmisión en televisión sobre los sufragios, lo que demoró el anuncio de los resultados preliminares.
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El presidente de la Comisión Electoral Independiente, Apollinaire Malu Malu, se vio obligado a trasladarse a la estación de televisión en un vehículo blindado provisto por la misión de paz de la ONU en la RDC, conocida por su acrónimo francés MONUC.
La ONU desplegó en la RDC la mayor fuerza de paz de todo el planeta, para brindar seguridad durante las elecciones y desarmar a los combatientes que continúan activos en el este, luego del fin de la última guerra civil en este país (1998-2002), en la que se calcula murieron unas cuatro millones de personas.
En la tarde del lunes hubo disparos con armas pesadas en torno a la residencia de Bemba, quien estaba reunido con 14 embajadores de los países integrantes del Comité Internacional en Apoyo a la Transición en la RDC.
El martes por la mañana se reanudaron los combates en Kinshasa. Los partidarios de Kabila y de Bemba se acusan mutuamente de la violencia.
Emile Muswamba, un soldado que respalda al vicepresidente, dijo a IPS que los enfrentamientos entre los miembros de la guardia presidencial y los guardaespaldas de Bemba se agravaron en especial luego de un incidente.
Un hombre de la seguridad de Bemba "había dejado su puesto para ir a buscar un cigarrillo, y de pronto se encontró cara a cara con una patrulla de la guardia presidencial, que intentó desarmarlo. Él disparó en defensa propia a uno de los miembros de la guardia, matándolo de inmediatamente", contó Muswamba.
Los guerrilleros y las fuerzas de Kabila llegaron a un acuerdo por el cual compartirán un gobierno transitorio. No obstante, Bemba y otros líderes rebeldes mantienen sus fuerzas para protección.
Algunos acusan a las fuerzas de Bemba por los enfrentamientos.
"Dispararon contra el Palais de la Nation (Palacio de la Nación), donde trabaja el jefe de Estado, y capturaron a dos de la guardia presidencial antes de retirarse a la residencia de Jean-Pierre Bemba", dijo el periodista Lubunga bya Ombe.
"Esto explica por qué, en represalia, la guardia presidencial cercó la residencia de Bemba", añadió.
No se informó oficialmente el número de muertos en los enfrentamientos de esta semana, pero algunos hablan de más de una docena y otros de hasta 30.
Tanto Kabila como Bemba acordaron ahora restringir el movimiento de sus fuerzas, e incluso hay informes de que ambas partes permitirán que la policía vigile zonas de Kinshasa que estaban bajo su control.
Bemba ahora es protegido por el MONUC, que desplegó un importante contingente alrededor de su residencia.
Muchos congoleños se muestran desilusionados por las hostilidades de los últimos días, sobre todo luego de la relativa calma que reinó durante la votación el 30 de julio.
Todos esperan que las elecciones traigan una paz duradera a este vasto país de África central con 54 millones de habitantes, donde décadas de mala gobernaza y conflictos bélicos agravaron la pobreza.