– Papelucho, el personaje más popular de la literatura infantil en Chile, es el protagonista de la segunda película de la incipiente industria de animación de este país, que saldrá al mercado a fines de este año.
Las aventuras de este niño travieso y vivaz que desde 1947 han vendido más de ocho millones de ejemplares sólo en su país de origen, han marcado la infancia de varias generaciones de chilenos que verán ahora su héroe en la pantalla grande.
El proyecto fílmico es una iniciativa de la productora independiente Cineanimadores, la misma que realizó el primer largometraje de animación chileno, llamado "Ogú y Mampato", estrenado en 2002, con la diferencia de que para este segundo filme trabajará en coproducción con la cadena de televisión abierta Canal 13, de la Universidad Católica.
De Papelucho existen 12 libros, todos escritos por la creadora del personaje, Marcela Paz, seudónimo de Ester Huneeus, nacida en Santiago el 28 de febrero de 1902 y fallecida en esta misma ciudad el 12 de junio de 1985, tres años después de que se le otorgara el Premio Nacional de Literatura, en un tardío reconocimiento a su trascendencia como narradora.
"Papelucho y el Marciano", de 1968, es la historia escogida para la película, donde el travieso niño conoce a Det, un extraterrestre con el cual vive diversas y descabelladas aventuras.
La adaptación del libro al guión cinematográfico estuvo supervisada por Paula Claro, gerente de la Sociedad de Ediciones Marcela Paz e hija de la escritora, para que el paso de Papelucho a la pantalla grande no alterara la esencia que la autora dio al personaje.
La sociedad, heredera de los derechos de autor de Marcela Paz, está a cargo también de los continuos relanzamientos de los 12 títulos de la saga de Papelucho, que venden cada año entre 100.000 y 120.000 ejemplares en Chile y que desde 2003 son editados por Ramdom House.
"Cuidamos que se mantuviera el perfil psicológico de Papelucho. Que en la película se viera ese niño travieso y juguetón del libro y que no perdiera tampoco su capacidad reflexiva y crítica. También resguardamos que se mantengan las características físicas del personaje, que también fueron bosquejados por Marcela Paz", señaló Claro.
En efecto, la autora ilustró el primer libro de la serie, llamado simplemente "Papelucho", e instaló así para siempre un molde para la representación de este niño, respetado por los tres ilustradores que luego se hicieron cargo de la tarea.
El vasto equipo de dibujantes que trabajará en la adaptación fílmica desarrolló una imagen más actual de este niño de ocho años, sobre todo en su vestimenta, pero igualmente respetará los rasgos esenciales: cabellos tiesos y desordenados, pecoso, orejas grandes, incisivos separados, piernas largas y flacas.
Una de las metas del filme animado es que Papelucho traspase las fronteras de Chile y que el personaje infantil cinematográfico sea también querido y admirado por el los niños de los países hispanoamericanos.
Alejandro Rojas, creador del proyecto y director de la película, se muestra optimista de que el pequeño de "pecas y orejas de paila", será bien recibido por el público infantil latinoamericano.
"Si ha trascendido generaciones en Chile, logrará trascender en otros países. Lo bonito sería que Papelucho fuera tomado como local en cada uno de los lugares donde la película se proyecte. Por eso decidimos que el filme sería doblado al español neutro", comentó a IPS.
Un buen antecedente para la proyección internacional de Papelucho es que los libros han sido traducidos al griego, francés, italiano, ruso y japonés, pero curiosamente nunca al inglés.
Sin embargo, la idea de los productores de la película es traducir el guión y doblar la banda sonora al inglés, para así internarse en el mercado anglosajón. Uno de los obstáculos para este objetivo son las palabras inventadas por Papelucho, imposibles de traducir.
En la jerga del personaje abundan expresiones como "ipso flactus" (del latín ipso factus y el español flato) o "choriflai" (del chilenismo choro, que en su contexto puede significar tanto excelente como simpático).
Otras de las dificultades fue adaptar el personaje original a situaciones más actuales, por lo cual se decidió que en la película Papelucho asista a un colegio mixto, a diferencia de la historia original, escrita cuando en Chile estaban separadas las escuelas de niñas y niños.
Según los realizadores, estos ajustes no alteran en nada el trasfondo y el mensaje que la película quiere entregar.
"Papelucho está más allá de las épocas y las modas. Es una historia que es tan fuerte en su simpleza y tan intensa en su contenido, que ha traspasado las edades y los niños son capaces de identificarse con Papelucho, tanto hoy como ayer", declaró a IPS Catalina Claro, nieta de Marcela Paz y una de las encargadas de la musicalización del film.
"Papelucho y el Marciano" es la segunda película de animación chilena, luego de "Ogú y Mampato", inspirada en una historieta local, que fue vista por unos 300.000 espectadores.
La cinta se encuentra en etapa de post producción y se espera que sea estrenada a fines del año. En ella trabajaron más de 70 animadores, todos instruidos por Alejandro Rojas, ya que en Chile no existía una formación académica de dibujantes de animación.
El formato utilizado en el filme es la animación que técnicamente se conoce como 2-D con fondos en 3-D (tercera dimensión), tal como hiciera la transnacional Dreamworks en películas como Madagascar. Este estilo permite trabajar de una manera más rápida y da más libertad y flexibilidad para hacer efectos y realizar movimientos de cámara.
"La industria de animación está creciendo en América Latina al igual que en Chile, donde están surgiendo producciones locales y con contenidos propios, sobre todo en países como Argentina, Colombia, Venezuela y México", señaló Rojas.
"Esto responde a una tendencia mundial. Este año se estrenan (en la región) 10 películas animadas y antiguamente se estrenaban una o dos", agregó el realizador.
Las pretensiones de Rojas con "Papelucho y el marciano" no son menores, ya que espera situar su película a la par con las realizaciones de gigantes de la animación como Disney y Dreamworks. "Siendo una empresa pequeña, curiosamente, al lanzarnos al cine competimos de igual a igual con ellos", señaló.
Pero, aparte de la inserción de la industria chilena en el mercado de la animación internacional, esta película es una apuesta por generar temáticas y personajes atractivos en la pantalla grande.
Paula Claro recalcó que la tecnología es un detalle secundario frente a un personaje divertido y sensible, y resalta el talento de quien escribiera la saga infantil más famosa de la literatura chilena: "Marcela Paz ha sido magistral poniendo en palabras lo que los niños sienten". * Con aportes de Paulina Andrade y Pedro Arraztio
(