Los graves incendios forestales que azotan desde hace una semana a la comunidad autónoma de Galicia, en el noroeste de la península ibérica, han recrudecido este jueves, mientras el presidente del gobierno español, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, anunciaba que se completará «el mayor operativo nunca desplegado» para combatirlos.
El jefe del Ejecutivo nacional interrumpió el miércoles sus vacaciones en la isla de Lanzarote, en el sudoccidental archipiélago de las Canarias, para trasladarse a la región afectada, en donde permanece aún.
Zapatero decidió el envío de ocho secciones de la Unidad de elite de Ingenieros del Ejército, dotadas con vehículos de material pesado, para contribuir al combate contra las llamas.
Este equipo altamente especializado se sumará a las 7.000 personas, entre profesionales (bomberos, militares, policías) y voluntarios, los 700 vehículos y las 60 aeronaves que actualmente se encuentran dedicados a apagar los múltiples fuegos.
Diversas autoridades han denunciado el carácter intencional de los incendios, y la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, expresó incluso que "no hay que descartar actitudes despechadas de personas que no han sido contratadas este año en las brigadas contra el fuego", aunque también admitió otras posibles causas.
Desde agosto de 2005, Galicia está gobernada por una coalición socialista-nacionalista, tras 16 años continuados de poder del conservador Partido Popular (PP), siempre con Manuel Fraga Iribarne como presidente de la Xunta, máximo órgano ejecutivo de la comunidad.
La presidencia de la comunidad autónoma la ejerce Emilio Pérez Touriño, del Partido Socialista de Galicia-Partido Socialista Obrero Español (PSG-PSOE), en tanto la vicepresidencia está a cargo de Anxo Quintana, líder del Bloque Nacionalista Galego (BNG).
La ministra Narbona, al subrayar la índole intencional de la catástrofe, indicó que los incendios denotan una gran profesionalidad por parte de quienes los perpetran, que buscan el mayor daño posible y la proximidad con las grandes ciudades para potenciar su efecto perturbador. Las autoridades califican estos actos como "terrorismo ambiental".
En apenas una hora y al amanecer de este jueves, 20 nuevos incendios estallaban en la provincia de La Coruña, que es la más castigada, junto con la de Pontevedra, ambas con costas sobre el océano Atlántico. El intenso viento, las altas temperaturas y la escasa humedad contribuyen a la rápida propagación de las llamas.
Por otra parte, en las últimas horas se iniciaron focos de fuego en las cercanías de los aeropuertos de Santiago de Compostela y Vigo, que llegaron a dificultar las operaciones de despegue y aterrizaje de aviones, y de forma especial de las aeronaves que trabajan en la extinción de las llamas.
La proximidad del fuego obligó a la Guardia Civil a desalojar varias viviendas del extrarradio de la capital gallega, Santiago de Compostela. El alcalde de esta ciudad, Xosé Sánchez Bugallo, del PSOE, dijo a IPS que él tenía claro que "los incendios son intencionados, porque obedecen a una cuidadosa planificación". Y agregó: "Yo no puedo determinar a qué intereses concretos sirven, pero no tengo dudas de que están provocados".
Sánchez Bugallo formuló a IPS una pregunta retórica: "¿Cómo me puede explicar que el fuego empiece en seis o siete lugares simultáneamente, y que cuando se apaga uno al rato se enciende otro cerca de allí?".
Según los últimos informes, se registran actualmente en Galicia 109 incendios activos, de los que 46 se mantienen bajo control. Tres personas han perdido la vida como consecuencia del desastre.
Ya suman 15 los individuos detenidos sospechosos de haber provocado incendios. Entre los mismos se encuentra un miembro de una cuadrilla de extinción del fuego de la comarca coruñesa de Cabana de Bergantiños.
Los incendios forestales se suceden cada verano en España con distinta intensidad, pero este año, hasta el 31 de julio, se había registrado una reducción de 52 por ciento en la cantidad de fuegos iguales o superiores a una hectárea con respecto al año anterior, al pasar de 6.226 a 2.978.
En cuanto a la superficie afectada por el fuego durante los primeros siete meses de este año con respecto a igual período de 2005, la disminución fue aun mayor, pues de 94.443 hectáreas se pasó a 35.870, es decir, 62 por ciento menos.
Esta estadística, suministrada por el Ministerio de Fomento, había sido valorada como extraordinariamente positiva, sobre todo teniendo en cuenta la ola de extremo calor, diurno y nocturno, que padece la península.
Pero un par de días después de conocerse estos datos se propagaban los incendios en Galicia y en Gerona, provincia catalana situada en el extremo nororiental de España. Sin embargo, estos últimos no revistieron tanta gravedad y fueron rápidamente controlados.
Debido a la magnitud de la catástrofe, el gobierno español solicitó ayuda a otros países para combatir el fuego. Se encuentran operando hidroaviones de Italia y Francia y casi un centenar de bomberos de Portugal, mientras en las próximas horas llegará la asistencia de Alemania, Marruecos, Andorra y la República Checa.
Mientras tanto, el líder del PP, Mariano Rajoy, se reunió en Pontevedra con los alcaldes de su partido en la provincia y lanzó duras críticas a los gobiernos de Galicia y nacional por lo que calificó de "absoluta ineficacia".
Rajoy también recriminó a Zapatero que mientras ardían los bosques gallegos él se encontraba "tan ricamente en Lanzarote", al parecer sin saber que el jefe del Gobierno ya viajaba hacia Galicia.