Para el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), no existe mejor manera de constatar la creciente degradación ecológica que a través de la comparación de imágenes satelitales.
Por eso, esta agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) presentó un nuevo atlas durante una conferencia que se desarrolla hasta este sábado en la capital de Suecia, con motivo de la Semana Mundial del Agua, alertando sobre los "dramáticos y perjudiciales" cambios ambientales en África.
"Espero que las imágenes en el atlas sean una señal de alerta en todo el mundo de que, si vamos a superar la pobreza y alcanzar las metas para el desarrollo fijadas para 2015, la gestión sustentable de los lagos africanos debe ser parte de la ecuación", dijo el director ejecutivo del Pnuma, Achim Steiner.
"De otra manera, afrontaremos grandes tensiones e inestabilidad, dado que las crecientes poblaciones competirán por los recursos más preciosos para la vida", advirtió.
Estos recursos incluyen las cuencas hidrográficas, los lagos, los bosques y la vida silvestre en general de África.
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El atlas contrasta imágenes de satélite de una casi perfecta África unas décadas atrás con fotos del continente tal cual está hoy, bajo asalto ambiental.
"El rápido retroceso del lago Songor, en Ghana, en parte como resultado de la producción intensiva de sal, y los extraordinarios cambios en el río Zambezi, como consecuencia de la construcción de la represa Cabora Bassa, se ven claramente junto a imágenes que también revelan el achicamiento de casi 90 por ciento del lago Chad", dijo el Pnuma.
Según la agencia de la ONU, el lago Songor se destaca como "uno de los cambios visuales más dramáticos en el atlas". Este lago salobre es hogar de peces y tortugas amenazadas en el resto del mundo, así como de una vasta población de aves.
En las imágenes de diciembre de 1990, Songor se ve como una clara mancha azul de unos 74 kilómetros cuadrados. Para diciembre de 2000, se convirtió en una "pálida sombra".
La publicación, titulada "Los lagos de África: Atlas de nuestro cambiante ambiente", incluye imágenes satelitales que muestran la disminución del nivel del agua en el lago Victoria, rodeado por Kenia, Tanzania y Uganda, el mayor de agua dulce del continente, y que ahora está un metro más bajo que a inicios de los años 90. Unas 30 millones de personas viven en torno al lago.
El Pnuma también señaló que unos 150.000 kilómetros cuadrados de tierra del continente africano —equivalentes a unas 25.000 chanchas de fútbol—, han sido afectados por la degradación de los suelos. Trece por ciento de esta tierra está severamente dañada.
El atlas también muestra la extensa deforestación en torno al lago Nakuru, en Kenia, "parte natural y parte hecha por el hombre, que sólo se puede apreciar en totalidad desde el espacio".
Además, el Pnuma señaló que el lago pasó de medir 43 a 40 kilómetros cuadrados en 2000.
El atlas contiene estadísticas alarmantes. Níger perdió más de 80 por ciento de sus humedales de agua dulce en las últimas dos décadas.
Cerca de 90 por ciento del agua en África es usada en la agricultura, de la que entre 40 y 60 por ciento se pierde por la filtración y la evaporación.
Mientras, un nuevo estudio elaborado por el Pnuma junto a la estadounidense Universidad de Oregon señala que las precipitaciones y los caudales de los ríos cayeron en forma sostenida en los últimos 30 años. Esto se debe en parte al aumento de la evaporación causada por el recalentamiento planetario.
"Los actuales niveles de agua en la cuenca del río Volta (en África occidental) reflejan una reducción de los recursos disponibles al límite, y será cada vez más difícil responder a las demandas adicionales", indica el estudio.
El Pnuma instó a los países abarcados por la cuenca a trabajar juntos para administrar los recursos hídricos de la región. Estos países son Benín, Burkina Faso, Costa de Marfil, Ghana, Malí y Togo.