Alrededor de 1.300 millones de dólares al año se espera que recaude el fondo internacional, destinado a financiar la lucha contra enfermedades en países pobres, a través de un impuesto a los pasajes aéreos, ya puesto en marcha en Francia para vuelos dentro del país e internacionales.
El dinero percibido por ese impuesto, que entró en vigor este mes en Francia, irá para Unitaid, una operación internacional para comprar de medicamentos, lanzada en junio para combatir enfermedades como el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida), el paludismo y la tuberculosis.
Actualmente, los pasajeros que viajan en avión pagan entre poco más de un dólar y 51 dólares, en función del destino y la clase que elijan. Se espera que el impuesto solidario, tal como lo llaman, reúna 200 millones de dólares por año sólo en Francia.
Este tributo especial, propuesto inicialmente por los presidentes Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil, y Jacques Chirac, de Francia, será impuesto, además de en esos dos países también Chile, Chipre, Congo, Gabón, Costa de Marfil, Gran Bretaña, Jordania, Luxemburgo, Madagascar, Mauricio, Nicaragua, y Noruega.
La Comisión Europea, órgano ejecutivo de la Unión Europea (UE), estima que, en lugar de los 1.300 millones que recaudaría con los países ya comprometidos, se podría llegar con ese impuesto a más de 10.000 millones de dólares por año si se adoptara en todo el mundo.
"Nuestro objetivo es alentar a que más países adopten el gravamen internacional solidario sobre los pasajes aéreos, con la perspectiva de conseguir al menos 1.000 millones de euros (unos 1.300 millones de dólares)", dijo a IPS el canciller de Francia, Philippe Douste Blazy.
"La ventaja de este impuesto es que significa una pequeña cantidad de dinero comparada con el costo de los pasajes, y puede ser implementado por los países sin socavar su competitividad", añadió.
Muchos expertos en desarrollo aplaudieron la medida.
"La idea de una financiación innovadora para el desarrollo es ahora un asunto que integra la agenda de los principales foros internacionales y que ha recogido un amplio apoyo de la comunidad internacional", dijo a IPS la activista franco-estadounidense Susan George, del Transnational Institute en Amsterdam.
El impuesto se basa en el modelo desarrollado por James Tobin, ganador del premio Nobel de Economía en 1981, para gravar las transacciones internacionales en el mercado divisas y así financiar el desarrollo.
Esos tributos se pueden aprobar a escala nacional, sin embargo, los expertos argumentan que si se quiere imponer efectivamente, es necesaria la cooperación multilateral.
Desde que Tobin presentó por primera vez la idea en un documento muy influyente, publicado en 1978 y titulado "Una propuesta de reforma monetaria internacional", el debate pasó a centrarse en la "financiación innovadora para el desarrollo".
Se están discutiendo nuevos mecanismos de financiación para tratar de cumplir con los ocho Objetivos de Desarrollo para el Milenio, aprobados en la Cumbre de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en septiembre de 2000 y que abarcan el combate contra la pobreza extrema, el hambre, el analfabetismo y las enfermedades, entre otros aspectos, con metas para 2015.
El impuesto solidario apunta especialmente al objetivo relacionado con la salud. Unitaid, creado por los gobiernos de Brasil, Chile, Francia y Noruega, utilizará el dinero para comprar medicamentos para luchar contra el sida, el paludismo y la tuberculosis, las tres enfermedades más letales en los países en desarrollo.
El sida mata a alrededor de tres millones de personas por año, incluyendo 570.000 menores de 15 años. Unos cinco millones más por año mueren a causa del paludismo y la tuberculosis. La mayoría de las víctimas son niños, niñas y jóvenes del mundo en desarrollo, especialmente de África subsahariana.
Blazy señaló que Unitaid se centrará en las terapias antirretrovirales, para el tratamiento del VIH (virus de inmunodeficiencia humana), causante del sida, y nuevos medicamentos para combatir el paludismo.
"El ejemplo de las vacunas en la Global Alliance for Vaccines and Immunisation (GAVI, por sus siglas en inglés) muestra cómo, cuando se involucra a la industria, se puede obtener un volumen y calidad de producción apropiados, a un costo accesible para los países del Sur".
El precio de los tratamientos para enfrentar las enfermedades constituye el principal obstáculo que hay que sortear, señalan los activistas.
"Las nuevas terapias antirretrovirales ahora cuestan unos 13.000 dólares por año y por persona", dijo a IPS el portavoz de Act Up Paris, asociación francesa de información sobre el sida.
"Unitaid y el impuesto solidario no deben permanecer como iniciativas marginales y vacías. Debemos luchar para movilizar la voluntad política en toda Europa y América del Norte", indicó.
El ex presidente estadounidenses Bill Clinton (1993-2001) saludó la creación de Unitaid calificándola de "una iniciativa audaz".
El proyecto cuenta con el apoyo de varios deportistas destacados, como los ex futbolistas George Weah, de Liberia, y el legendario Pelé, de Brasil, así como el actual astro del club Barcelona, el camerunés Samuel Etoo.