RELIGIÓN-ESPAÑA: El Papa sentado a la derecha

La visita que el papa Benedicto XVI realizará a España este sábado y el domingo, durante la cual clausurará el Encuentro Mundial de las Familias, estará marcada por la clara línea derechista de los organizadores y las críticas que le formula la izquierda.

Benedicto XVI no viajará de Roma a Madrid sino que lo hará directamente a Valencia, la capital de la oriental Comunidad Autónoma del mismo nombre, ambas jurisdicciones gobernadas por el centroderechista Partido Popular (PP).

Por ello el jefe del Estado español, el rey Juan Carlos de Borbón, y el del gobierno, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, deberán trasladarse a esa ciudad para presidir la recepción oficial del visitante, lo que no fue muy bien visto en esferas oficiales de Madrid.

El Encuentro es organizado por el Arzobispado de Valencia, dependiente de la Iglesia Católica, el gobierno de la Comunidad de Valencia y el ayuntamiento de su capital. La comisión organizadora está dirigida por dirigentes del PP y de la también derechista Prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei, más conocida como Opus Dei.

Álvaro del Portillo, el primer prelado del Opus en España, definió la posición de esa organización al presentar un libro en esta cita católica, al señalar que en España "la familia es atacada con odio por toda una corte de becerros del poder, del dinero y del placer que no toleran que sea un dique de contención ante quienes van contra la ley natural".

Otro asistente al Encuentro, Kiko Argüello, fundador del Camino Neocatecumenal, fue más allá porque, según expresó, el problema no está solo en España ya que "toda Europa se dirige al desastre, está andando hacia la apostasía dentro de un cambio global".

La concepción de la familia sustentada por los organizadores del Encuentro, la Iglesia Católica, el PP y grupos afines es diferente y hasta se podría decir opuesta a la de la mayoría de la población española y de su gobierno, que aprobó leyes que legalizan el matrimonio homosexual y apoyan el derecho al divorcio.

Producto de esa legalización se incorporó al Código Civil un artículo que dice que "el hombre y la mujer tienen derecho a contraer matrimonio conforme a las disposiciones de este Código. El matrimonio tendrá los mismos requisitos y efectos cuando ambos contrayentes sean del mismo o de diferente sexo".

Así, mientras de una parte se considera que esa legislación aprobada por mayoría fortalece a las familias, con independencia de sus creencias religiosas, los obispos católicos acusan al gobierno de "apoyar la desestructuración familiar con el pretexto de acoger la 'diversidad familiar' y sus derechos", como señaló el obispo de Valencia, monseñor Agustín García-Gasco.

También ha generado fuertes críticas de la Iglesia Católica local y del PP la propuesta del gobernante Partido Socialista Obrero Español de quitar a la enseñanza de religión el carácter de obligatoria y con resultados computables para la aprobación o no de los cursos escolares, sin por ello negar que se impartan lecciones al respecto en los centros de educación.

Otras cuestiones rechazadas se refieren a los avances científicos. Al respecto, el cardenal de Toledo, Antonio Cañizares, subrayó que "España se encuentra entre los últimos lugares en política familiar y tiene las legislaciones más permisivas en cuanto se refiere a la experimentación con células madre de seres vivos que son los embriones".

Por el contrario, en la vereda de enfrente se ubica la coalición Izquierda Unida (IU), tercera fuerza parlamentaria, que este viernes ha dado un paso adelante en la defensa de la laicidad de la enseñanza pública española, presentando una proposición de ley "de Libertad de Pensamiento, de Conciencia y de Religión".

La intención es que se establezca una legislación que enmarque a las religiones en el derecho privado, dijo a IPS el coordinador de IU, Gaspar Llamazares.

Eso, añadió, significaría cumplir con la aconfesionalidad del Estado que establece la Constitución y terminar con unos privilegios "que no existen en ningún otro lugar del mundo".

Los privilegios a los que se refiere Llamazares se centran en la aportación financiera del Estado a la Iglesia Católica, que desde distintos sectores se reclama que quede a discreción de lo que cada ciudadano desee hacer.

En la actualidad, la Iglesia Católica está exenta del pago del impuesto al valor agregado, que grava con 16 por ciento toda compra que se realice en España, recibe 0,52 por ciento del Impuesto a la Renta que pagan las personas físicas (a menos que un tributante rechace expresamente hacerlo) y recibe, además, subvenciones estatales.

Llamazares también criticó que la presidencia de la Conferencia Episcopal inste en la desobediencia de algunas leyes aprobadas por el Parlamento y anticipó que la aprobación de su propuesta situará a la Iglesia Católica "como una organización civil más".

Pero en Valencia no todo será apoyar al Papa y a la política de la Iglesia Católica. El domingo se celebrarán dos casamientos homosexuales a pocos metros del sitio donde se erigió el altar desde donde el jefe mundial de esta iglesia impartirá una misa.

En las cercanías, rechazando el lema central de la visita "Te esperamos", se concentrará además el movimiento "Yo no te espero", formado por quienes rechazan la visita papal. Con esta actitud, este sector de la sociedad dice querer "provocar una reflexión crítica y racional". Finalmente, mientras se celebre la misa por sus alrededores desfilará una marcha nudista.

Respecto del Encuentro Mundial de las Familias y de la visita de Benedicto XVI a Sevilla, también ha sido fuerte la crítica formulada por Carlos Pinazo Calatrava, un sacerdote valenciano que se secularizó, pero que sigue considerándose católico y sacerdote "fiel a las enseñanzas de Cristo".

Pinazo Calatrava, quien hizo público que no asistirá al Encuentro ni a los actos que presidirá el Papa, sintetizó 38 motivos que justifican su decisión.

Entre ellos, se cuenta la oposición de la Iglesia al divorcio, al uso de células-madres "que tantas vidas podrían salvar", el rechazo al uso del preservativo "indispensable para regular el número de hijos y evitar el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida)" y por "acumular riquezas en el Vaticano y en todos los templos de Tu Iglesia habiendo dicho Jesús que Él no tenía dónde reclinar la cabeza".

Otras objeciones subrayadas por Pinazo Calatrava fueron que la Iglesia " no os preocupáis, con atención prioritaria, de la gente que pasa hambre y de las miserias del Tercer Mundo, cosa que sí hizo Juan Pablo I, pero que le fue imposible realizar por su cortísimo pontificado y su misteriosa muerte".

La capital valenciana acoge ya a más de un millón de peregrinos, tanto del resto de España como de otros países de Europa y de América, en especial de las naciones latinoamericanas.

Valencia fue cede, asimismo, del Congreso Teológico-Pastoral, concluido este viernes y en el que participaron una treintena de cardenales, además de sacerdotes de las iglesias Ortodoxas griega, rusa y rumana.

Además, este viernes finalizó el Congreso de Hijos, en el que se debatieron temas de inmigración, integración social y la libertad religiosa en el mundo universitario.

El programa de la visita de Josep Ratzinger, el cardenal alemán que adoptó el nombre de Benedicto XVI al ser consagrado Papa, también contempla una reunión y rezo con los familiares de las víctimas de un dramático accidente ferroviario que el martes ocasionó 42 muertes en Valencia.

Durante sus 26 horas de estadía en esa ciudad ubicada sobre la costa norte del mar Mediterráneo, el Papa pronunciará seis discursos.

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