La ONU implementó el mayor plan de asistencia electoral de su historia para los comicios de este domingo en la República Democrática del Congo, para los que se desplegarán 300.000 funcionarios, 30 millones de papeletas y 50.000 centros de votación.
Este proceso, por el cual se apostarán en el país africano unos 1.300 observadores internacionales, culminará con la elección de un presidente y un parlamento por primera vez en 46 años.
La votación nacional, financiada y supervisada en gran medida por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Misión de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en República Democrática del Congo, tendrá un costo de 432 millones de dólares.
"Estas elecciones son cruciales para la estabilidad de República Democrática del Congo y de toda África central", dijo Babacar Cisse, director del PNUD para ese país.
Los comicios del domingo 30 también son un paso importante en un proceso de paz que puso fin a cinco años de guerra civil, en la que se involucraron seis países vecinos y en la que murieron cuatro millones de personas.
El mayor programa de asistencia electoral de la ONU en el pasado fue el de Afganistán, país que tiene menos de un tercio de la población de Congo, de unos 60 millones de habitantes.
El presidente Joseph Kabila, que asumió el poder tras el asesinato de su padre, en 2001, es el favorito entre 32 candidatos, según las encuestas, mientras que otros 9.600 se postulan a 500 escaños en la asamblea nacional del país. Los votantes habilitados son 25,7 millones.
Consultado sobre la creciente tendencia a la implementación de programas de asistencia electoral por parte de la ONU en todo el mundo, William Orme, del PNUD, dijo a IPS: "La lista es muy larga. Cada dos o tres semanas, en promedio, hay elecciones en un país en desarrollo donde la agencia brindó algún tipo de ayuda."
Pero Orme destacó que los principales programas se desarrollan en países que han atravesado conflictos, donde el servicio civil y la maquinaria legal necesarias para manejar una elección deben construirse casi desde cero.
Liberia sería un buen ejemplo reciente, señaló. En Iraq, el PNUD también proporcionó asistencia y asesoramiento sustanciales a las autoridades locales para el registro de votantes en condiciones extremadamente difíciles.
"Pero Congo combina todos estos desafíos, sumados a una nula infraestructura física, sin siquiera carreteras utilizables en la mayor parte de un país enorme. Allí no hay estructura legal o política para una elección democrática: la última fue con Patrice Lumumba, en la independencia de 1960. El violento conflicto continúa en varias provincias", añadió.
Se espera que la existente fuerza de paz de la ONU en Congo (Monuc) —que con más de 19.800 efectivos es la más grande en la historia del organismo internacional— garantice un proceso electoral ordenado.
En abril, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó por unanimidad el despliegue de una fuerza de reserva de la Unión Europea para brindar seguridad adicional durante los comicios.
Según la resolución, la nueva fuerza de más de 1.450 efectivos, llamada Eufor RD Congo, también custodiará el aeropuerto de Kinshasa, protegerá instalaciones y apoyará a la Monuc.
"Cada día mueren unos 1.200 congoleños como consecuencia del conflicto", dijo Ross Mountain, representante residente del PNUD en ese país y vicerepresentante especial del secreatario general de la ONU, Kofi Annan. "Eso es un tsunami cada seis meses."
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) señaló que la mitad de esos 1.200 son niños.
"Los niños son los más afectados por el conflicto, las enfermedades y las muertes, no sólo como víctimas sino también como testigos y, a veces, participantes forzosos en crímenes que pueden infligirles traumas físicos y psicológicos durante toda la vida", advirtió Unicef en una declaración difundida la semana pasada.
Unicef urgió a la comunidad internacional a presionar a las facciones políticas de Congo por el fin de la violencia en el periodo de constitución de un gobierno legítimo. "Mejorar las vidas de los niños debe ser una prioridad en la agenda postelectoral del país", aseguró.
Caroline Green, de Oxfam Internacional, afirmó que esa organización humanitaria tiene "un gran programa en República Democrática del Congo".
"Oxfam es optimista acerca de la oportunidad de estabilizar la República Democrática del Congo, devastada por décadas de conflicto y malos gobiernos, que se le presenta al pueblo con estas elecciones", dijo Green a IPS.
"No tenemos deseos de prejuzgar el resultado electoral, pero esperamos fervientemente que sean libres y limpias y que proporcionen a toda la población del país una democracia satisfactoria", manifestó.
Green también resaltó que los comicios no serán suficientes por sí solos para resolver los muchos desafíos que enfrenta la República Democrática del Congo. Después del acto electoral, es crucial que las elecciones la comunidad internacional no mire al costado "dejando el trabajo a medio hacer", dijo.
"Es probable que la tensión política aumente y que las amenazas a los civiles persistan en el futuro inmediato. Un mayor apoyo humanitario de la comunidad internacional debe persistir mucho después que haya pasado la oleada de actividad en torno de las elecciones", advirtió Green.
Mientras, algunos sectores de la Iglesia Católica local urgieron a los votantes a boicotear las elecciones a causa de las acusaciones de irregularidades en el registro de votantes y de posible fraude en las urnas.
"Si estas irregularidades no son corregidas, el Consejo Episcopal invita al pueblo a abstenerse", expresó en una declaración el reverendo Léon de Saint Moulin. Casi la mitad de los 60 millones de habitantes del país africano son católicos.
El lunes, el diario estadounidense The Washington Post citó a un funcionario del gobierno de República Democrática del Congo según el cual "todo ha estado dispuesto para que Kabila gane. Nosotros, los católicos, nos vamos a abstener".
Ecumenical News International, servicio de noticias dedicado a información religiosa, informó este jueves que la Conferencia de Iglesias de África apoyó públicamente los comicios a pesar de los llamados al boicot.
"Los informes que estamos obteniendo de nuestras iglesias indican que el proceso fue bastante bueno", dijo Bright Mawudor, portavoz de la Conferencia. "Esos políticos que expresan dudas están dando una pista falsa".
William Lacy Swing, representante especial del secretario general de la ONU en la República Democrática de Congo, calificó el boicot de "inoportuno".
También dijo que se logró un progreso tremendo al prepararse para las elecciones y que ese país "es posiblemente la única subregión de África que siempre careció de cualquier centro de estabilidad política y, a causa de su tamaño y de tener nueve vecinos, es el único que le puede dar esa estabilidad".
Mientras, informes desde la capital señalaron que el boicot propuesto fue cancelado.