Miles de ciudadanos de los países del Golfo Pérsico o Arábigo están varados en Líbano, luego de que Israel bombardeó el aeropuerto de Beirut y la principal carretera internacional que conduce a la vecina Siria.
Más de 25.000 personas procedentes del Golfo se encontraban en Líbano por negocios o vacaciones cuando estalló el conflicto la semana pasada, luego de que el grupo islámico prosirio Hezbolá (Partido de Dios) lanzó un ataque en la frontera sur libanesa, matando a ocho soldados israelíes y secuestrando a dos.
Israel respondió con bombardeos y con un bloqueo marítimo y aéreo contra Líbano, mientras que el Hezbolá lanzó misiles sobre ciudades septentrionales israelíes. Más de 200 personas han muerto y otras 120.000 han sido desplazadas desde entonces.
Los inmigrantes libaneses en Emiratos Árabes Unidos reaccionaron con indignación a los bombardeos israelíes.
"Todo lo que queremos es paz, y estos ataques han destrozado nuestras esperanzas. Esto es en verdad injusto y cruel. No puedo entender por qué la comunidad internacional no está haciendo algo", dijo Riad Aloul, un gerente de relaciones públicas en Dubai.
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"Mi madre fue a visitar a unos familiares en Líbano. El pueblo al que fue quedó incomunicado debido a los bombardeos. Ahora no hay manera de salir. Por eso estamos preocupados. Estos ataques son totalmente innecesarios. Matar a civiles en una manera tan insensible es algo verdaderamente cruel", dijo por su parte Rufa Halabi, una enfermera libanesa radicada en Dubai.
Emiratos aconsejó a sus más de 1.200 ciudadanos varados en territorio libanés que se contactaran con la embajada en Beirut, y ordenó a las compañías aéreas estatales Emirates Airlines y Etihad Airways que incrementaran sus vuelos a Damasco para ayudar a evacuar a quienes lograron huir a Siria.
Los extranjeros en Líbano "afrontan dos problemas fundamentales", dijo el embajador de Emiratos en Beirut, Mohammad Sultan Suwaidi.
"El primero es la escasez de ómnibus. Todas las embajadas y consulados en Líbano procuran conseguir vehículos para sus ciudadanos, lo que está causando una gran crisis de transporte. El segundo problema es que algunos de los extranjeros que buscan huir a Siria tienen dificultades en la frontera, ya que la mayoría carecen de visas", señaló.
Ante el agravamiento del conflicto, muchos países iniciaron gestiones para sacar a sus ciudadanos de Líbano. Estados Unidos comenzó la evacuación de unas 25.000 personas usando helicópteros, mientras Francia prevé rescatar a partir de este lunes a 20.000 ciudadanos.
Los actuales ataques israelíes son los más graves en más de dos décadas en Líbano, un país muy visitado por turistas árabes.
"Voy a Líbano todos los años y paso mis vacaciones de verano. Se desató un infierno dos días después de que llegué a Beirut, y mi descanso se convirtió en una pesadilla", dijo Mona Al-Tayaran, una saudita que trabaja como maestra en una escuela de Dubai, tras salir de Líbano el sábado.
"Decidí tomar una ruta más larga cuando escuché que la carretera Beirut-Damasco estaba bloqueada. Apenas llegamos a la ruta, las bombas comenzaron a caer. Fue horrible. Quedamos sordos por el ruido y cegados por el humo, pero tuvimos suerte de escapar y alcanzar un lugar seguro", contó.
Una situación similar vivió el indio Satish Tampi, quien también estaba en Líbano cuando estalló el conflicto.
"Cuando nos enteramos de los ataques, nuestra primera prioridad fue salir del país, pero como el aeropuerto había sido bombardeado no sabíamos qué hacer. Los funcionarios de la embajada india nos ayudaron mucho y nos contactaron con otros indios que también estaban varados", contó.
"Intentamos viajar a Damasco en grupo, pero los ómnibus estaban repletos y los taxistas se negaban a llevarnos, o nos pedían 700 dólares por un viaje que habitualmente cuesta unos 20 dólares. Finalmente, viajamos por 350 dólares", señaló.
"Un viaje de dos horas nos tomó ocho, pero fuimos afortunados. A otros les tomó entre 15 y 16 horas. Las condiciones en la frontera eran totalmente caóticas, con cientos de personas atascadas en las carreteras procurando ingresar a Siria", agregó.
Tambi dijo que tuvieron tres cosas a su favor para poder salir de Líbano. "La primera es que estábamos en grupo, y podíamos cuidar nuestras pertenencias entre todos. La segunda es que teníamos dinero y eso nos ayudó. La tercera es que conseguimos un transporte y elegimos una ruta relativamente segura", afirmó.
Los ataques israelíes también provocaron importantes pérdidas a empresarios de Emiratos que habían realizado grandes inversiones en proyectos residenciales en Líbano. Las compañías turísticas también fueron severamente afectadas.
Funcionarios del aeropuerto de Dubai informaron que viajeros con negocios urgentes en Líbano optaron por volar a Damasco y trasladarse hasta Beirut vía terrestre.
"Tuvimos una frenética ola de cancelaciones. Líbano ha sido el destino favorito de los habitantes del Golfo, y de pronto se convirtió en un lugar prohibido. Esto afectará gravemente nuestro negocio", dijo Alga Nagpal, un agente de viajes de Dubai.