Sinan Abdul-Ilah al-Mashadani, universitario y único proveedor de su familia —madre, hermano y hermana menores— fue asesinado durante un ataque perpetrado aparentemente por un grupo de operaciones especiales respaldado por el Ejército de Estados Unidos, según sus vecinos.
En la mañana del domingo 18 de junio, helicópteros militares estadounidenses aterrizaron cerca de la casa de Sinan Abdul-Ilah al-Mashadani en el distrito al-Jughaifi de Faluya.
En tan sólo dos minutos, las puertas de su casa estallaron y "un extraño grupo de personas" irrumpió en el hogar, según relató Said Walid Ahmed, un docente de 40 años que vive en el vecindario.
"Esa fuerza no es totalmente desconocida para nosotros aquí en Faluya", comentó Ahmed quien fue testigo del ataque desde una casa vecina. "Se trata de una fuerza especial de estadounidenses que asesina más gente de la que arresta".
Ahmed describió a los hombres que salieron de los helicópteros como "grandes hombres con pelo largo y barba, algunos con aretes y otros con pequeñas gorras negras inclinadas hacia la parte posterior de sus cabezas".
"Sus perros estaban mordiendo a todo el mundo, incluyendo niños y mujeres del vecindario", relató Um Amar, una mujer de 63 años que vive a tres casas de la Sinan. "Mataron al pobre muchacho a sangre fría y detuvieron a su hermanito", alcanzó a decir antes de explotar en llantos y comenzar a rezar.
Otro vecino, Jassim al-Jumaily, señaló que el padre de Sinan, Najim Abdul-Ilah al-Mashadani, murió durante la operación Furia Fantasma en noviembre de 2004 cuando su casa fue bombardeada por aviones de combate de Estados Unidos.
Esa operación fue lanzada por las fuerzas estadounidenses contra Faluya, destruyendo 70 por ciento de los edificios, las casas y los comercios, según la organización no gubernamental Centro de Estudios para los Derechos Humanos y la Democracia, con sede en esta ciudad.
También mató a entre 4.000 y 6.000 personas, según informó otra organización no gubernamental, Red de Observación de los Derechos Humanos (MHRI, por sus siglas en inglés).
Sinan, quien asistía a la Universidad al-Mustansiriya, se hizo responsable de su familia tras la muerte de su padre, prosiguió Jumaily.
"Tuvo que trabajar y estudiar al mismo tiempo. No notamos nada fuera de lo normal en su comportamiento. Cuando llegaron los helicópteros, nunca pensamos que buscaran a Sinan, porque sabemos que sólo están detrás de personas importantes de al-Qaeda o líderes de la resistencia iraquí".
Jumaily relató que los hombres barbudos de pelo largo de las fuerzas especiales hicieron saltar las puertas de la casa de Sinan como si estuvieran atacando una dependencia militar.
Algunos vecinos dijeron haber escuchado algo de lo que estaba pasando.
"Los gritos de la mamá y la hermana de Sinan eran aterradores. Lo único que podíamos hacer era rezar por su seguridad, tratando de consolarnos de que lo peor que podía pasar era que detuvieran a Sinan", indicó Jumaily.
Jumaily y otros testigos comentaron que después de tres horas, escucharon el llanto de la mamá de Sinan y vieron que los hombres se llevaban a Amin, de 13 años, mientras lo golpeaban y era mordido por los perros.
Después que los estadounidenses se fueron, los vecinos se acercaron hasta la casa de Sinan y encontraron su cuerpo cubierto con sábanas y colchones. Había un charco de sangre en el piso y las paredes estaban salpicadas.
"Después de tres días de detención, Amin fue liberado", indicó el director de MHRI, Muhamad al-Deraji. Los perros mordieron tres veces la "mano izquierda de este niño huérfano, ahora tiene una cicatriz y está deformada".
Las fuerzas estadounidenses también atacaron otras casas en la zona, indicó Deraji. "Uno de los perros mordió a una mujer que estaba tratando de proteger a su bebé y le mordió la mano".
Deraji también informó que los militares robaron dinero y joyas de varias casas asaltadas.
IPS envió un correo electrónico al mayor Douglas Powell del Centro Combinado de Información a la Prensa de las fuerzas multinacionales en Iraq para obtener comentarios sobre el incidente. No hubo respuesta.
Luego, IPS también telefoneó al portavoz del ejército de Estados Unidos en Bagdad para buscar información sobre el acontecimiento. La persona que atendió el teléfono, quien se negó a identificarse dijo, "no tenemos información para confirmar que esos hechos ocurrieron".
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