¿Qué papel cumple la idoneidad del trabajo docente en la calidad de la enseñanza? ¿Cómo evaluar lo que hacen los maestros? ¿Mediante un proceso de reflexión interna o con mecanismos externos con recompensas por buen desempeño?
Una de las claves para mejorar la calidad de la educación radica en la articulación de la carrera, el desarrollo profesional y la evaluación del desempeño docente, aseguró a IPS una experta de la Oficina Regional de la Unesco, a propósito de la presentación de un estudio comparativo a nivel mundial.
"A pesar de que se trata de una investigación descriptiva y no valorativa, de ella se puede inferir que para mejorar el trabajo de los profesores se deberían integrar estos tres elementos", afirmó Magaly Robalino, especialista regional en formación docente de la Oficina Regional de la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) para América Latina y el Caribe.
La experta coordinó el estudio "Evaluación del Desempeño y Carrera Profesional Docente", que compara las realidades de 50 países de América y Europa, más los estados de California y Carolina del Norte, en Estados Unidos, que fue presentado este jueves en la capital chilena.
En sus 120 páginas, el documento explora el acceso a la profesión docente, los sistemas de promoción, de jubilación y retiro. Además, analiza los sistemas de evaluación de la labor docente que se utilizan en cada país.
La investigación, realizada entre enero y marzo de 2005, se centró en maestros de educación básica que se desempeñan en establecimientos públicos. En ella se parte de la base de que los países de América Latina han ido avanzando en sus sistemas de carrera de docente, pero que aún restan muchos desafíos.
Según Robalino, en la región se debería desarrollar una cultura de la evaluación (más que procedimientos o instrumentos específicos), generar espacios de diálogo y búsqueda de consensos entre los actores involucrados, y aumentar la valoración y el reconocimiento social de la profesión.
El estudio constata que para los países de Europa occidental la prioridad en términos de carrera docente es atraer a los mejores candidatos. La evaluación, a su vez, se entiende como un proceso de reflexión personal del maestro, y los sistemas de promoción existentes tienen como objetivo mantener a los educadores motivados.
En América Latina y los países del este de Europa, en cambio, se trabaja principalmente en elevar la calidad de la docencia y se han instaurado sistemas de evaluación externos, que incluyen mecanismos de recompensa por el buen desempeño.
En cuanto al acceso al ejercicio de la profesión, el informe determina que en todos los países analizados existe algún sistema de selección de candidatos, a excepción de Cuba donde todos los egresados de los centros de formación de docentes tienen una plaza asegurada.
Sin embargo, se identifican dos grandes modelos: el primero lo seguirían los países anglosajones, nórdicos y bálticos, donde los centros docentes o las autoridades locales tienen una fuerte tradición de autonomía en la selección de los maestros.
En segundo lugar estarían los países con prácticas más centralizadas (del sur y centro de Europa y de América Latina), donde la selección la hace la máxima autoridad central mediante algún sistema equitativo para todo su territorio, generalmente a través de un concurso.
Según el informe, no es de extrañar que los países muestren una limitada práctica de evaluación del desempeño, dado que es un asunto en el que se enfrentan intereses y opiniones de los políticos y administradores, de los maestros y sus sindicatos y de los estudiosos sobre la materia.
Tomando como ejemplo a Finlandia, considerado "símbolo de la calidad de la educación", el estudio concluyó que es posible lograr un sistema educacional de calidad sin una evaluación externa del desempeño de los maestros. En ese país, sólo se establece una relación de confianza con el docente, valorando su profesionalismo.
En el caso de implementarse una evaluación externa, agrega el estudio, es necesario que el sistema sea aceptado por la comunidad educativa y sea técnicamente impecable.
Este trabajo se presentó durante el segundo día de actividades del Encuentro Internacional sobre Evaluación, Carrera y Desarrollo Profesional Docente, organizado por la Oficina Regional de la Unesco, la Universidad privada Cardenal Raúl Silva Henríquez y la Red Kipus Chile, que agrupa a varias instituciones formadoras de maestros del país.
Al encuentro inaugurado el miércoles y que finalizará este viernes en la capital chilena, fueron convocados representantes de los ministerios de educación, instituciones formadoras, centros de investigación, sindicatos, movimientos ciudadanos, medios de comunicación y escuelas de la región.
El objetivo fue compartir conocimientos e intercambiar experiencias para avanzar hacia regímenes integrales de evaluación, carrera y desarrollo docente, que ayuden a mejorar los sistemas educativos de América Latina y el Caribe.
Carlos Eugenio Beca, director del Centro de Perfeccionamiento e Investigación del Ministerio de Educación de Chile, dijo a IPS que el estudio muestra la diversidad de enfoques que se siguen en gran parte del mundo, información que contribuirá a mejorar las políticas de cada país.
Asimismo, se mostró satisfecho con el sistema de evaluación que hace un par de años se implementó en Chile, que tiene un carácter formativo, a pesar de la oposición de un grupo de profesores agrupados en el colegio de la orden.
"Evidentemente que los aspectos técnicos son perfectibles. Creo que tenemos que seguir trabajando la relación entre la evaluación del profesor y la de la escuela", apuntó.
De igual forma, Beca celebró la reciente aprobación de la Ley de Acreditación Universitaria, que crea un sistema de aseguramiento de la calidad de la educación superior en Chile.
Una de las principales medidas que establece la ley es la obligatoriedad de la certificación de las carreras de medicina y pedagogía.
El año pasado se registró un importante avance en materia de formación docente en Chile, luego de que se conformara una comisión integrada por el Ministerio de Educación, las instituciones que instruyen maestros y el Colegio de Profesores.
Entre otros logros, las universidades que dictaban carreras de dudosa calidad (mediante educación a distancia, sin requisitos de ingreso y con insuficientes materiales de apoyo) se comprometieron a cerrar esos programas.
En estos momentos, las entidades formadoras están discutiendo la eventual aplicación de una prueba a los egresados de las carreras de pedagogía para evaluar su preparación para ejercer la docencia, y el establecimiento de un sistema de acompañamiento de los nuevos maestros que ingresan al sistema.