DESARROLLO: Ayuda directa, no consejeros

Al menos un cuarto de la ayuda mundial anual al desarrollo, unos 20.000 millones de dólares, es volcada por los donantes en «asistencia técnica» a veces de dudoso valor, en vez de ir directamente a los que la necesitan, señaló el grupo ActionAid International.

La organización no gubernamental presentó el miércoles el estudio titulado "Asistencia real 2", en el que, al igual que el publicado el año pasado, examina la forma en que se utiliza la financiación internacional para el desarrollo.

La "asistencia técnica" incluye a proyectos de investigación y capacitación, así como los servicios prestados por consultores, algunos de los cuales cobran tarifas que ActionAid considera excesivas.

Según el informe, elaborado sobre la base de datos de 2004, mantener a un asesor extranjero entre el personal cuesta unos 200.000 dólares al año. Las cuotas escolares y las asignaciones a la infancia para sus hijos representan más de un tercio de ese gasto, que podría reducirse contratando a más consejeros locales.

"El dinero se gasta en consultores que ganan hasta 1.000 dólares por día", dijo a IPS la directora para Sudáfrica de ActionAid, Caroline Sande Mukulira.

"Los elevados salarios pagados a consejeros extranjeros también pueden generar un resentimiento importante entre las contrapartes y el público en el Sur", señala el informe.

"En la oficina central de los servicios educativos de Ghana, funcionarios del gobierno perciben alrededor de 300 dólares por mes, lo mismo que podría cobrar por día un consejero de ese país sin experiencia o un asesor extranjero en unas pocas horas", agrega.

El estudio cita a un ex consejero financiado por Gran Bretaña quien asegura que su sueldo diario en Sierra Leona era igual al salario mensual de un auditor general.

Sin embargo, lo que tal vez sea más alarmante es que estos costosos asesores no siempre logran beneficios duraderos para los países donde trabajan.

ActionAid citó también el caso del proyecto de irrigación Bagamoyo, en Tanzania, por el cual agricultores fueron capacitados en el uso de equipos de bombeo suministrados por Japón en los años 90. Debido al aumento del precio del diesel y a la carencia de pericia local para mantener la maquinaria, el programa tuvo un éxito limitado.

Además, según la organización, a menudo la asistencia técnica es mucho menos neutral de lo que podría suponerse.

Los donantes "continúan usando la asistencia técnica para controlar y dirigir las agendas políticas de los gobiernos de los países en desarrollo, o para impulsar las reformas que consideran más adecuadas", señala el informe.

"Los consejeros financiados por los donantes incluso fueron impulsados a elaborar estrategias para la reducción de la supuesta pobreza 'propia' del país", añade.

La asistencia técnica que es demasiado cara o inefectiva es en los hechos "asistencia fantasma", sostuvo ActionAid, como oposición a la "real" del título del informe, que conduce a mejoras ostensibles en naciones pobres.

El estudio también identifica otras tendencias que convierten la ayuda real en fantasma. Entre éstas se destacan la de contar la cancelación de la deuda como asistencia, exigiendo que los recursos resultantes sean gastados en bienes y servicios de países donantes sin importar si estos son la mejor opción, y la mala coordinación de la asistencia por parte de los donantes.

"Entre 2005 y 2006, 80 por ciento de todos los contratos otorgados por el Departamento británico para el Desarrollo Internacional fueron para firmas con sede en Gran Bretaña. En su retórica, dirán que el dinero fue para la asistencia, pero en realidad se quedó en Gran Bretaña", dijo Mukulira, quien también discrepó con los costos internos relacionados con los refugiados que ciertos países ricos catalogan como asistencia.

Los casos de "Suiza y Austria son particularmente notorios. Cuando uno ve cifras de su presupuesto para la asistencia, se da cuenta de que 15 por ciento es gastado en refugiados que viven en sus países", añadió.

ActionAid estima que poco menos de la mitad de la asistencia es fantasma.

Según el informe, la ineficiencia de la asistencia técnica es "un secreto a voces dentro de la comunidad del desarrollo".

Las naciones pobres están luchando por cambiar el modo en que se administra ese financiamiento, señaló Moreblessings Chidaushe, del no gubernamental African Forum & Network on Debt & Development (Foro Africano y Red sobre Deuda y Desarrollo) con sede en Harare.

"Para los países pobres, es difícil negociar el tipo de asistencia que obtienen, debido a la gran falta de recursos. O se la toma o se la deja. Si uno la toma, lo hace con condiciones. Si no, termina sin nada", dijo a IPS el miércoles.

ActionAid propone varias soluciones para esta situación. En primer lugar, sugiere que las naciones en desarrollo hagan sus propias recomendaciones en cuanto a qué asistencia técnica desean.

Como señala en una declaración el autor del informe, Romilly Greenhill, "la asistencia necesita beneficiar a los más pobres, no llenar los bolsillos de consejeros occidentales".

"Demasiada asistencia continúa siendo diseñada y administrada por los donantes. Está vinculada a las propias firmas de sus países, mal coordinada y se basa en una serie de presunciones sobre la pericia extranjera y la ignorancia de los beneficiarios", agrega.

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