El Comité de Derechos Humanos de la ONU transmitió severas objeciones al gobierno de Estados Unidos por su aplicación de las normas internacionales, tanto dentro como fuera de sus fronteras, y le reclamó el cierre de todos los centros secretos de detención que mantiene en el mundo.
Este cuerpo, integrado por 18 expertos independientes, demandó a Washington que efectúe cuanto antes investigaciones de todas las denuncias de muertes sospechosas y de torturas cometidas por sus agentes, los comandantes, incluidos los empleados bajo contrato, en los centros de detención de su enclave militar cubano de Guantánamo, Afganistán e Iraq.
Otro organismo de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), el Comité contra la Tortura, había amonestado este año a Estados Unidos por alegadas violaciones a la Convención Contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Inhumanos o Degradantes.
Las rigurosas recomendaciones divulgadas este viernes por el Comité de Derechos Humanos adquieren mayor significación a causa de que el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos es el instrumento multilateral de derechos humanos que merece más reconocimiento del gobierno de Estados Unidos.
El Comité de la ONU se encarga precisamente de supervisar la aplicación de las disposiciones de ese Pacto por los 156 países que hasta la fecha lo han ratificado.
Por otro lado, los integrantes del Comité tienen reputación de conservadores en los medios vinculados a las organizaciones no gubernamentales de derechos humanos, que los comparan con los miembros de los demás organismos de los tratados internacionales en esa materia.
Esta vez, sin embargo, las recomendaciones del Comité "reflejaron el creciente consenso internacional de que Estados Unidos esta violando las normas básicas de derechos humanos", comentó la organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW), que tiene sede en ese mismo país.
La primera crítica del Comité se relaciona con una discrepancia de antigua data que mantiene con las autoridades de Estados Unidos. El organismo declaró que observa con preocupación la interpretación restrictiva que Washington hace de sus obligaciones en virtud del Pacto.
El Comité cuestiona que Estados Unidos no aplique el Pacto a individuos que están bajo su jurisdicción, pero fuera de su territorio, ni tampoco en tiempos de guerra.
La presidenta del Comité, la jurista francesa Christine Chanet, recordó a los periodistas la jurisprudencia sentada por ese cuerpo, por la cual la jurisdicción del estado se ejerce sobre toda parte de territorio que esta bajo su control.
La posición estadounidense choca con fundamentos jurídicos sumamente sólidos y en particular con el fallo de la Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya, que en el caso del muro construido por Israel en los territorios palestinos reconoció de manera explícita que el criterio del Comité es la correcta respecto del derecho internacional, dijo Chanet.
Pero en ese punto la divergencia subsiste. "Podemos comprender el deseo del Comité de aplicar el Pacto fuera del territorio del Estado parte", replicó el consejero legal del Departamento de Estado (cancillería) de Estados Unidos, John Bellinger. Sin embargo, "nosotros debemos aceptar el Pacto como está redactado, no en la forma que el Comité lo desea", ironizó
Las mismas diferencias subyacen en otra recomendación del Comité, en la que demanda a Estados Unidos la supresión inmediata de todos los centros de detención secretos y que conceda al Comité Internacional de la Cruz Roja el acceso también inmediato a toda persona detenida.
Otro miembro del Comité, el australiano Iván Shearer, dijo al respecto que el cuerpo transmitió las denuncias que ha recibido acerca de esos lugares secretos de detención.
"La delegación estadounidense no admite que esos lugares existan, pero nosotros lo hemos manifestado porque disponemos de información confiable al respecto y pedimos a Washington que desista de esas prácticas", declaró Shearer.
"Esos lugares secretos pueden ser una cárcel en un país extranjero, un barco carguero de contenedores, o algo por el estilo", insistió. Pero Estados Unidos no aborda directamente esas cuestiones, porque opina que son ajenas al objeto del Pacto y caen fuera del mandato del Comité, explicó el jurista australiano.
Chante resumió que las principales recomendaciones del Comité se ocupan de temas de pena de muerte, torturas, detenciones y deportaciones, entre otras prácticas. "Todas representan profundas preocupaciones", precisó.
Una de esas inquietudes del cuerpo de la ONU se relaciona con el tema de las migraciones. El Comité de la ONU dijo que lamenta no haber recibido información suficiente de Estados Unidos acerca de las medidas que prevé adoptar en relación a los nueve millones de inmigrantes indocumentados actualmente residiendo en ese país.
El cuerpo agregó que, si bien toma nota de la información proporcionada por la delegación estadounidense de que sus tropas de la Guardia Nacional no se comprometerán en la directa aplicación de las leyes en el arresto o detención de extranjeros, "al Comité le siguen preocupando el aumento del nivel de militarización y la construcción de un muro en la frontera sudoeste con México.
Los estadounidenses afirmaron que el Comité pierde perspectiva y credibilidad cuando dedica más tiempo a criticar al gobierno de su país que a los países donde no se respetas derechos civiles y políticos.
Por ejemplo, las últimas recomendaciones del Comité sobre Corea del Norte tuvieron la mitad de la extensión que las de Estados Unidos, dijeron. En respuesta, los miembros del Comité observaron que Estados Unidos no debería compararse con Corea del Norte.
Philip Grant, presidente de la organización no gubernamental Trial, con sede en Suiza, declaró a IPS su satisfacción por el contenido del informe del Comité en la evaluación del caso estadounidense.
En particular, Grant subrayó el reclamó a Estados Unidos de aplicar el Pacto tanto en tiempo de guerra como de paz y ya sea en su territorio como fuera de esa área.
El experto mencionó igualmente el llamado a revisar los manuales militares estadounidenses para proscribir todas las técnicas de interrogatorio contrarias al derecho internacional y a procesar a toda persona que utilice o autorice esos métodos.
Por su parte, la directora interina del Programa de Estados Unidos de la organización HRW, Akison Parker, dedujo que el Comité rechaza "claramente el argumento del gobierno (del presidente George W.) Bush de que no está violando" el tratado de la ONU cuando "actúa más allá de sus propias fronteras".
Cuando los agentes estadounidenses entregan detenidos a países donde se practican torturas o mantienen a las personas en prisiones secretas, "ellos están violando los derechos humanos fundamentales", ratificó Parker.
Shearer, a su vez, estimó que Washington no ignorará las recomendaciones del Comité. Durante las audiencias sostenidas en Ginebra con la delegación estadounidense "no hubo confrontación ni intercambios airados", manifestó.
Les hemos pedido que en un plazo de un año respondan a cuestiones específicas contenidas en los 39 párrafos de las recomendaciones y "yo creería que lo harán", dijo el experto australiano.