El Consejo de Derechos Humanos de la ONU decidió este jueves enviar una misión a Palestina para evaluar la situación al respecto en el lugar ante la ofensiva lanzada la semana pasada por el ejército de Israel en la franja de Gaza.
La resolución adoptada por el máximo organismo de derechos humanos de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) declara también su preocupación por las violaciones de los derechos fundamentales del pueblo palestino, que el organismo atribuye a las fuerzas de ocupación israelíes.
La misión será encabezada por el relator especial de la ONU sobre la protección de los derechos humanos en los Territorios Palestinos Ocupados, John Dugard, quien en su informe al Consejo dijo que la situación en la zona de conflicto ha empeorado la semana pasada.
Dugard, un jurista sudafricano, confirmó que la población de Gaza carece de agua, los alimentos son escasos y las medicinas se agotan. También informó al Consejo que unos 200.000 hogares se encuentran sin electricidad a causa de la destrucción de dos plantas de energía.
Con esa disposición, aprobada por 29 votos a favor, 11 en contra y cinco abstenciones, el cuerpo de la ONU que entró en funciones el 19 de junio, se ocupó por primera vez de las secuelas humanitarias del conflicto entre israelíes y palestinos.
La desaparecida Comisión de Derechos Humanos de la ONU, reemplazada ahora por el Consejo, mereció su mala fama, entre otras razones, por la asiduidad con que examinaba ese caso y condenaba invariablemente a Israel, sin tener en cuenta ninguna acción del lado palestino.
El Consejo, que debía supuestamente corregir ese hábito, dedicó su primera sesión especial, iniciada el miércoles y concluida en esta fecha, al debate de un proyecto de resolución auspiciado por los países árabes y por los estados miembros de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI).
El borrador original contenía solamente expresiones de condena a Israel, un reclamo para que sus tropas abandonen las operaciones en los territorios ocupados y un llamado a una solución negociada a la crisis actual.
La delegación de Suiza propuso una enmienda con una demanda a los grupos armados palestinos para que respeten las reglas del derecho humanitario internacional y se abstengan de cometer violencias contra la población civil.
Los representantes de Berna ante el Consejo reclamaban igualmente que quienes retienen al cabo israelí Gilad Shalid, actúen de conformidad con las Convenciones de Ginebra sobre el tratamiento de prisioneros de guerra.
La captura del soldado Shalid por grupos armados palestinos fue uno de los detonantes de la actual ofensiva israelí en Gaza.
Finalmente, Pakistán recogió la idea de la delegación suiza y en nombre de la OCI propició la reforma del texto para que incluyera un llamado a todas las partes para que respeten el derecho internacional, se abstengan de violencias contra la población y traten a los combatientes y civiles detenidos con apego a las Convenciones administradas por la Cruz Roja.
Con esa redacción, la iniciativa resultó aprobada con 29 votos, aportados por la mayoría de los estados miembros pertenecientes a los grupos de Africa, Asia y América Latina. Se abstuvieron Camerún, Corea del Sur, México, Nigeria y Suiza.
La oposición provino de los países del grupo Occidental, integrados por Canadá, Japón, las naciones de la Unión Europea y las que siguen los lineamientos de política exterior de ese bloque.
Estados Unidos, que no forma parte de este Consejo de 47 estados miembro, declaró su desagrado por la resolución y afirmó que el organismo desperdició una oportunidad histórica para afrontar la situación de derechos humanos de una manera justa y equitativa.
Por el contrario, resultó un esfuerzo desequilibrado por singularizar y enfocar solamente a Israel, dijo el representante estadounidense Warren W. Tichenor.
Hillel Neuer, director ejecutivo de UN Watch, una organización no gubernamental que expresa por lo general posiciones cercanas a las de Israel, descalificó la resolución del Consejo por tratarse de "una larga letanía de condenas específicas y demandas contra Israel".
La decisión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU "nada dice del papel del gobierno (palestino) de Hamas en la captura del rehén que precipitó la crisis actual, o en los ataques deliberados a civiles israelíes", sostuvo Neuer.
Dugard, en su exposición de la víspera ante el Consejo, insistió en que "no se está castigando al gobierno de Hamas, sino al pueblo palestino".
El asedio israelí de Gaza "hiere al pueblo palestino", aseveró.
La sesión especial del Consejo sobre Palestina fue decidida por la reunión ordinaria celebrada entre el 19 y el 30 de junio, que inauguró las funciones del organismo. El cuerpo sostendrá su próximo período de debates entre el 18 de septiembre y el 6 de octubre. La última sesión se desarrollará en diciembre.
Sin embargo, los trabajos del Consejo proseguirán en las próximas semanas en reuniones de dos grupos, uno dedicado a analizar el futuro de los mandatos de los mecanismos especiales y otro a determinar la forma en que se efectuará el examen periódico universal de la vigencia de los derechos humanos en todos los estados miembros de la ONU.
La cuestión del examen periódico despierta por el momento pocas controversias, por lo cual se estima que el grupo de trabajo llegará sin dificultades a un dictamen consensuado, estimó el delegado de un país latinoamericano que pidió reserva de su nombre.
En cambio, la suerte de los mecanismos especiales corre peligro porque numerosos países pretenden desmantelar el sistema de relatores dedicados al examen de la situación de los derechos humanos por países, dijo la misma fuente.
Por ejemplo, es casi seguro que a los relatores de Belarús o de Cuba se les dará por concluido su mandato, opinó la fuente. Esa idea ya se viene barajando desde que se creo el Consejo, en marzo pasado, insistió. Además, los partidarios de esa iniciativa ya disponen de los votos suficientes en el organismo.
En cambio, la supresión de los mandatos temáticos, como los relatores sobre la tortura, sobre la independencia de los jueces y de los abogados, o sobre el racismo dará lugar a un debate más cerrado, vaticinó el informante. (
