El temor y la intimidación enlentecieron el proceso judicial de reconciliación para los sobrevivientes del genocidio de Ruanda, que se cobró más de 800.000 vidas en 1994.
Cuatro años después de que los tribunales populares llamados "gacaca" ("justicia en el césped", en lengua kinyaruanda) fueron creados para realizar 63.000 juicios antes de fines de 2007, sólo se han registrado sentencias en 6.267 casos.
El sistema gacaca se basa en las confesiones y las disculpas públicas de los infractores.
El gobierno transfirió los procesos a estos tribunales tradicionales para alivianar la carga sobre el sistema judicial convencional, en donde llevaría décadas enjuiciar a los sospechosos.
Empero, tanto sobrevivientes como magistrados nacionales e internacionales expresaron dudas acerca de la capacidad de esos tribunales para hacer justicia y lograr la reconciliación.
Organizaciones no gubernamentales que representan a los sobrevivientes señalaron que los testigos de los juicios temen represalias de familiares de los acusados.
"Varias docenas de sobrevivientes fueron asesinados por querer ser testigos para la defensa en los tribunales gacaca. Es triste y escandaloso observar que sigue existiendo la misma situación", señaló Benoit Kaboyi, secretario ejecutivo de "Ibuka" ("Recuerda"), una de las varias organizaciones de víctimas.
Charlotte Murebwayire, originaria de la central localidad de Buhanda, es una viuda que perdió cinco hijos en el genocidio y que ha sido humillada y amenazada de muerte varias veces por haber testificado en los gacaca.
"No es suficiente con cerrarte la boca. Tu sola existencia es un peligro para nosotros", le advirtieron en una misiva anónima que recibió una mañana en la puerta de su casa.
Murebwayire vive en una aldea construida para viudas y familias a cargo de niños huérfanos de la guerra de 1994.
"Puedo imaginarme lo que podría llegar a pasarme", dijo resignada.
En 1994, miembros de la minoritaria etnia tutsi y hutus moderados fueron objeto de sangrientos ataques perpetrados por extremistas de este último grupo.
Las masacres comenzaron luego de que el avión en que viajaban los presidentes Juvenal Habyarimana, de Ruanda, y Sylvestre Ntibantunganya, de Burundi, fuera abatido en Kigali el 6 de abril de ese año. Los ataques duraron tres meses. = 07311056 ORP003 NNNN ZCZC ORP004 QD SERVESP= AF IP HD ROMAIPS DDHH-RUANDA: Lenta justicia para sobrevivientes de genocidio(2)
"La estructura social del país quedó destrozada por la pérdida de miles de vidas. Hubo padres que mataron a sus hijos y viceversa. Algunas personas mataron a sus vecinos", recordó Domitille Mukantaganzwa, secretaria ejecutiva de la autoridad nacional a cargo de los gacaca.
Mukantaganzwa, quien redactó un informe respecto de esos tribunales, publicado el 30 de junio, calculó que las decisiones de los gacaca sólo fueron recusadas en 1.371 casos.
De éstos, sólo 675 siguen siendo investigados. Además, 436 personas fueron transferidas a una lista de sospechosos importantes que se presume participaron directamente en la planificación y ejecución del genocidio.
"Los genocidas más importantes serán juzgados en los tribunales convencionales", explicó Mukantaganzwa.
También dio a entender que es probable que el mandato de los gacaca se extienda después de la fecha límite, de fines de 2007, especialmente si se presentan nuevos casos que impliquen nuevos sospechosos.
Tras una investigación conjunta realizada en junio por varios abogados, Mukantaganzwa anunció que más de 761.000 personas podrían llegar a comparecer ante los gacaca.
"Ese tipo de justicia de reconciliación es una etapa importante en la erradicación de la cultura de la impunidad. También va a contribuir a liquidar el clima de sospecha y va a permitir que las personas vuelvan a coexistir en paz y armonía", añadió.
Doe Kalinda, uno de los responsables del genocidio y que fue liberado provisoriamente tras haberse arrepentido públicamente de sus crímenes, considera que los gacaca fomentan una verdadera justicia de reconciliación..
"Era difícil creer que uno pudiera beneficiarse del perdón presidencial para este tipo de acciones", señaló un agricultor de la etnia hutu originario de la meridional localidad de Ntongwe y que desea testificar en los gacaca.
La organización humanitaria Amnistía Internacional sostuvo en un informe de 2002 sobre los gacaca que las autoridades ruandesas deben garantizar que esos tribunales cumplan con "los estándares internacionales básicos de equidad si quieren que sus esfuerzos por terminar con la impunidad obtengan logros".
Al permitir que los sobrevivientes del genocidio, los acusados y los testigos hablen sobre sus casos en un ambiente abierto, basado en la participación de todos, los tribunales populares gacaca pueden lograr que Ruanda dé un paso importante hacia "la reconciliación nacional y la resolución de la crisis carcelaria", destacó la organización. = 07311056 ORP004 NNNN ZCZC ORP005 QD SERVESP= AF IP HD ROMAIPS DDHH-RUANDA: Lenta justicia para sobrevivientes de genocidio(3-E)
No obstante, "justicia y reconciliación nacional nunca se harán realidad a menos que el gobierno ruandés insista en los estándares de equidad en los juicios gacaca", añadió. (