La idea tradicional de que las migraciones fluyen desde los países más pobres a los más desarrollados está cambiando gradualmente al constatarse el creciente desplazamiento de trabajadores y profesionales capacitados desde un país del Sur en desarrollo a otro.
"La gran mayoría de los emigrantes ya no se asienta en un reducido número de países industrializados", sostiene el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, en un informe de 90 páginas titulado "Migración Internacional y Desarrollo" publicado el martes.
Alrededor de un tercio de los casi 200 millones de emigrantes que hay en todo el mundo se trasladaron desde un país en desarrollo a otro al tiempo que una cantidad similar se desplazó desde una nación pobre hacia otra industrializada, indicó.
Por tanto, los desplazamientos dentro del Sur en desarrollo se producen casi en la misma proporción que los del Sur al Norte rico, la tradicional corriente migratoria.
Los movimientos internacionales de población "ya no son un fenómeno de Sur a Norte", es un fenómeno global, sostuvo el embajador de Sri Lanka, Prasad Kariyawasam, presidente del Comité de Derechos de los Trabajadores Migrantes.
"Una cantidad cada vez mayor de los trabajadores que emigran están empleados en países en desarrollo de altos ingresos, especialmente en Medio Oriente", dijo a IPS Kariyawasam.
En 2005, había unos 191 millones de inmigrantes en todo el mundo, de los cuales 115 millones vivían en naciones industrializadas y 75 millones en el Sur en desarrollo, según este documento de la ONU.
Casi seis de cada 10 inmigrantes en todo el mundo viven en economías de altos ingresos, dentro de las cuales están incluidas 22 naciones del Sur como Arabia Saudita, Bahrein, Brunei, Corea del Sur, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait y Qatar.
En 2005, tres cuartos de todos los inmigrantes vivían sólo en 28 países y uno de cada cinco vivía en Estados Unidos.
Al mismo tiempo, algunos países están diseñando políticas migratorias innovadoras para fomentar el retorno de sus ciudadanos en el extranjero. Por ejemplo, China y Corea del Sur están elaborando atractivas propuestas para repatriar investigadores construyendo grandes centros científicos de vanguardia.
"Los gobiernos están colaborando con asociaciones de emigrantes en el extranjero para mejorar las condiciones de vida en sus países. También existen programas de desarrollo para ayudar a que pequeños empresarios emigrados inicien negocios en sus comunidades de origen", señala el estudio que se presentará en una reunión de alto nivel de la ONU sobre migración internacional y desarrollo, prevista para el 14 y 15 de septiembre.
Annan describió el documento como "una hoja de ruta temprana en esta nueva era de movilidad" y señaló también que las ventajas que conlleva la migración aún no se han comprendido cabalmente.
Los inmigrantes no sólo realizan los trabajos que los ciudadanos de los países huéspedes no quieren hacer, sino que estimulan la demanda y mejoran el rendimiento económico global, indicó.
El estudio también señala que las naciones en desarrollo se benefician de las remesas enviadas por los trabajadores expatriados equivalentes a unos 167.000 millones de dólares por año.
"El éxodo de talentos de los países pobres hacia los más prósperos supone serias pérdidas para el desarrollo. Pero al menos en muchas naciones esto se compensa parcialmente por el posterior regreso de los emigrantes y/o la inversión que realizan en sus suelos natales donde se establecen nuevas empresas rentables", añadió.
La migración no es un juego de ganadores o perdedores natos pues tanto los países que reciben como los que expulsan pueden obtener algún beneficio. Es significativo que muchas naciones que otrora vieron partir a sus ciudadanos, como Corea del Sur, España e Irlanda, reciben ahora, con sus economías florecientes, un gran número de inmigrantes, indica el documento.
Annan propuso en este estudio la realización de un foro global en el que participen los 191 Estados miembros de la ONU para formular nuevas políticas y fomentar un enfoque integral de la migración y el desarrollo tanto en el ámbito nacional como internacional.
"Este foro no arrojará resultados consensuados. Pero sí propondrá a los gobiernos ideas oportunas de ciertas políticas prometedoras que serían analizadas por los órganos más calificados y relevantes tanto dentro como fuera del sistema de la ONU", arguyó.
Lo más importante es que este foro "mantendría nuestra atención en los asuntos migratorios en el ámbito internacional, al tiempo que destaca que se trata de un componente normal y muy importante del proceso de desarrollo", explicó.
Kariyawasam estuvo de acuerdo en la necesidad de un foro consultivo global de ese tipo para discutir todos los temas que se refieren a los movimientos de población dado el crecimiento vertiginoso que se desprende del proceso de globalización.
"Un elemento de discusión puede ser la relación entre migración y desarrollo. Pero es más importante discutir este tema desde la perspectiva de la protección y la promoción internacional de los derechos humanos para todos", dijo a IPS Kariyawasam.
Desde hace más de una década está dando vueltas dentro del sistema de la ONU una propuesta para crear una conferencia internacional sobre migración sobre la cual no se ha tomado ninguna resolución.
Kariyawasam consideró que la renuencia de los Estados miembros a respaldar la iniciativa obedecía a las profundas diferencias de opinión en la materia, que siguen existiendo.
"Sin embargo, no se puede seguir negando el asunto por mucho más tiempo. Muchos aspectos relacionados con las migraciones atañen actualmente a todos los países, sociedades y comunidades. Por lo tanto, este tema tendrá que discutirse pronto en un foro global en el ámbito internacional, y debe dejar de considerarse este hecho como una temática de carácter nacional", enfatizó.