El Plan Puebla Panamá (PPP), cuyo desarrollo ha sido hasta ahora lento, opaco y duramente cuestionado por activistas sociales, recibió este martes una inyección de energía con la inauguración de obras de interconexión eléctrica entre México y Guatemala.
El proyecto tendrá un costo global de 55 millones de dólares, una parte de los cuales financiará el Banco Interamericano de Desarrollo, y apunta a tejer una red eléctrica que una México con América Central e incluso Colombia.
Los presidentes Vicente Fox, de México, y Óscar Berger, de Guatemala, se reunieron este martes en la ciudad mexicana de Tapachula, a 11 kilómetros de la frontera con el país centroamericano, para dar comienzo a los trabajos de interconexión y hablar a favor del PPP.
Los proyectos de interconexión eléctrica datan de los años 80, mucho antes de que se diseñara el PPP, que fue presentado por Fox en 2001, recordó en entrevista con IPS Fernando Cuevas, jefe de la unidad de Energía de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Según este funcionario, el PPP avanzó los últimos años en diferentes áreas, especialmente en energía, pero hay incertidumbre sobre cuál será el futuro del plan global.
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El PPP es un ambicioso proyecto de integración y desarrollo para Mesoamérica, zona que incluye nueve estados del sudeste mexicano más Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá. Se trata de una región de un millón de kilómetros cuadrados habitada por 64 millones de personas, en gran parte pobres.
El plan ha pasado por largos período de silencio luego de un arranque que fue altamente publicitado. Incluso muchos observadores llegaron a considerar que estaba desahuciado.
"En realidad se mantienen muchas dudas sobre qué sucederá con el PPP luego de que Fox termine su gestión en diciembre, pues él es su principal impulsor. No sabemos qué hará el nuevo presidente", que surja de las elecciones del próximo 2 de julio, señaló Cuevas.
Los aspirantes con mayores posibilidad para suceder a Fox, según indican las encuestas, son el oficialista Felipe Calderón y el izquierdista Andrés López Obrador. En sus discursos de campaña, ninguno de los dos ni siquiera han mencionado al PPP.
"Nosotros sostenemos que el PPP está muerto en su versión original y que lo que estamos viendo ahora es un avance con proyectos puntuales, que además son mucho menos publicitados que antes", comentó a IPS Héctor de la Cueva, portavoz de la Red Mexicana de Acción Frente al Libre Comercio.
Ese grupo y otros que se oponen al modelo de integración y apertura comercial imperantes en México y sus vecinos centroamericanos, sostienen que el PPP tiene un perfil "neocolonialista" y que es impulsado por Estados Unidos para someter a Mesoamérica a sus intereses económicos y comerciales.
"Nosotros decimos que cualquier versión del PPP chocará con la barrera de los movimientos sociales", declaró De la Cueva.
El activista sostiene que Washington está altamente comprometido con apoyar "el nuevo y poco publicitado PPP, especialmente para enfrentar el proceso de integración que en América del Sur" impulsa el gobierno venezolano de Hugo Chávez.
El PPP original promovido por México incluye proyectos de desarrollo productivo y social de la zona, construcción de carreteras y represas hidroeléctricas, manejo concertado de los recursos naturales y de políticas comerciales, interconexión eléctrica e instalación de maquilas, como se llaman las zonas francas de fabricación de producción de exportación.
Hasta el momento, fuera de la interconexión mesoamericana, que según los cronogramas originales debía estar lista en 2003, en el resto de temas no se avanzó de forma significativa.
No obstante, de forma paralela emergieron nuevos proyectos que ya no fueron presentados directamente como parte del PPP. El más importante es la propuesta mexicana de construir una refinería en América Central, que empezaría a operar en 2011.
Esa planta, que costaría 4.000 millones de dólares, se alimentaría de petróleo mexicano y fabricaría derivados para este país y sus vecinos centroamericanos, donde la producción de hidrocarburos es mínima.
En cuanto a la interconexión eléctrica entre México y América Central, la meta es que esté lista en 2008.
El jefe de la unidad de Energía de la Cepal informó que Colombia está muy interesada en sumarse al plan y que eso es muy factible que ocurra, pues ya existen posibilidades de enlace entre los sistemas eléctricos de ese país y Panamá. Además, México y sus vecinos centroamericanos apoyan la idea, dijo.
Para impulsar la interconexión eléctrica y pasar revista a los planes mesoamericanos de integración, el 11 de julio se reunirán en Panamá los gobernantes de México y de los siete países de América Central.
Será la VIII Cumbre del llamado Mecanismo de Diálogo y Concertación de Tuxtla.
El portavoz de la Red Mexicana de Acción Frente al Libre Comercio advirtió que las organizaciones sociales estarán muy atentas para seguir la marcha "del nuevo PPP que sustituyó al original".
"No bajaremos la guardia, pero habrá que esperar a ver qué dice y hace el nuevo gobierno de México", señaló..
