TAILANDIA: Crece debate sobre ley de lesa majestad

En medio de una crisis política sin precedentes, resurge en Tailandia el debate sobre una ley que protege a la monarquía y en la cual se han amparado también varios dictadores a lo largo de la conflictiva historia de este país del sudeste asiático.

La voz cantante en este tema la ha tenido el activista budista laico Sulak Sivaraksa, un personaje único en el panorama intelectual tailandés.

La edición de este mes de "Semillas de paz", la publicación en la que Sulak, de 73 años, difunde sus ideas, ilustra claramente el incontenible temperamento de este hombre famoso por su intrépida crítica social y su respetada erudición budista.

La publicación reproduce en inglés una polémica entrevista que concedió a fines del año pasado al diario en tailandés Fah Diew Kan, cuyo editor estuvo en problemas a causa de las críticas opiniones de Sulak sobre la monarquía.

El miércoles por la noche, en una atestada conferencia organizada en Bangkok por el Club de la Prensa Extranjera en Tailandia (FCCT), bajo el título "La monarquía y la Constitución", Sulak se presentó tan desafiante como siempre.
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"La monarquía debe estar abierta a la crítica, debe acompañar a la democracia y no debe ser sagrada (à) Pienso que si la monarquía va a sobrevivir, debemos ser capaces de hablar más sobre la verdad", afirmó.

Tailandeses y extranjeros coinciden en que para hacer estos comentarios en Bangkok se requiere mucho coraje. Igual de intrépidas fueron las respuestas de Sulak en la entrevista para Fah Diew Kan.

"Él asume riesgos cada vez que habla. Lo que procura es que estos asuntos sean parte del discurso normal", dijo a IPS el académico estadounidense David Streckfuss, especializado en al cultura política tailandesa.

"Los realistas conservadores pensarán que es terrible. Pero él es único. Hay otros que piensan como él, pero no se animan a decirlo por temor", señaló por su parte Sumallee Virayaidyai, ex periodista y miembro del comité que redactó la Constitución tailandesa en los años 70.

Este temor procede de una ley de lesa majestad que protege la reputación del rey Bhumibol Adulyadej y de su familia, y que es considerada una de las más severas del mundo. Los tailandeses o los extranjeros que violen la norma pueden sufrir una condena de hasta 15 años de prisión.

Sulak fue acusado dos veces de cometer delitos de lesa majestad por hacer comentarios contra el rey.

Lo mismo le sucedió a Sumallee, quien fue acusado por el mismo delito en 1973 y tuvo que disculparse tras recibir una sentencia de dos años.

La controversia por la ley de lesa majestad ha crecido en los últimos meses debido a la incertidumbre política causada por las protestas contra el gobierno en las calles de Bangkok y unas cuestionadas elecciones parlamentarias.

La crisis política se desató en febrero, cuando el primer ministro Thaksin Shinawatra disolvió el parlamento y convocó a elecciones de emergencia. En rechazo a esta medida, la oposición boicoteó los comicios, celebrados en abril, y el gobernante partido Thai Rak Thai (Tailandeses Aman a los Tailandeses, TRT) se llevó la victoria al ser el único en presentarse.

Sin embargo, el Tribunal Constitucional declaró nulas las elecciones por la forma en que fueron convocadas.

Sondhi Limthongkul, un polémico magnate de la prensa que lideró las manifestaciones contra el TRT, en el poder desde 2001, ha recibido 37 penas por delitos de lesa majestad.

En los últimos 21 años —a excepción de 1993 y 2002— se han registrado regularmente casos de violaciones a esta ley, presentados contra tailandeses y a veces también contra extranjeros.

Esto ha causado que muchos teman expresar sus opiniones en discusiones públicas, debates o informes de prensa. Incluso las organizaciones de prensa occidentales que defienden la libertad de información en el resto del mundo se doblegan ante esta norma.

De hecho, los cargos presentados contra Sondhi por supuestamente haber sembrado descrédito hacia la monarquía con su cruzada contra el gobierno son un argumento a favor del pedido de Sulak por una Tailandia libre y abierta a las críticas.

"Esta ley ha sido usada contra la población que critica al gobierno. Esta ley protege a aquellos que están en el poder, no a los ciudadanos. Ellos la pueden usar contra cualquiera que haga cualquier cosa contra ellos", afirmó Sulak en el FCCT.

Estudios confirman este argumento. Varios de los dictadores que tuvo Tailandia desde que se convirtió en una monarquía constitucional en 1932 se aprovecharon de la ley para silenciar a sus críticos.

Tailandia sufrió 17 golpes de estado —el último en 1991—, y el cargo de primer ministro fue ocupado por generales en 46 de los últimos 73 años.

El dictador Sarit Thanarat (1958-1963) le dio nueva vida a la ley de lesa majestad y la hizo aun más severa en momentos en que Tailandia luchaba por convertirse en una democracia.

"Sarit usó a la monarquía como herramienta para proteger su dictadura, ya que no tenía ningún tipo de legitimidad", afirmó Sulak en la polémica entrevista.

Desde diciembre del año pasado, Sulak cuenta con un inesperado aliado en su lucha: nada menos que el propio rey Bhumibol, quien en junio cumplirá seis décadas en el trono.

Durante el habitual discurso en su día de cumpleaños, el monarca de 78 años exhortó a sus súbditos a ser más críticos de sus acciones.

En Tailandia el rey es sumamente venerado. Siempre es noticia lo que le ocurra a la familia real y es habitual que los ciudadanos coloquen fotografías del monarca en sus casas o negocios, y que se arrodillen cuando se presenta en público.

Sulak recibió con agrado el sorpresivo discurso de Bhumibol. "Espero que una vez que tengamos un buen gobierno esta ley sea abolida. Debemos ser más críticos y estoy contento de que el actual rey concuerde con eso", afirmó.

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