SUDÁFRICA: Pretoria-Tshwane, en blanco o en negro

El nombre de Pretoria, sede del gobierno de Sudáfrica, rinde homenaje a un blanco que luchó en el siglo XIX contra británicos y zulúes. Pero en breve podría cambiar a Tshwane, el jefe ndebele que se estableció en el lugar en el siglo XVII.

El cambio ya fue dispuesto por el Concejo de la ciudad, pero aún resta el aval del Ministerio de Arte y Cultura y del Consejo Sudafricano de Nombres Geográficos, a cargo de la enorme tarea de revisar denominaciones de la era del apartheid.

El cambio de nombre desató una intensa controversia en torno a qué aspecto —y color— de la historia sudafricana priorizar. De un lado están los afrikáners (afrikaaner), descendientes de la belicosa colonia holandesa instalada aquí hace 300 años, y del otro, los negros.

El ministro de Arte y Cultura, Pallo Jordan, anunció este mes que la decisión del cambio de nombre no se tomaría hasta que las autoridades no consideraran todas las implicaciones de la medida.

Para residentes de Pretoria como el afrikáner Kallie Kriel, sin embargo, el actual nombre de la ciudad honra el legado de su comunidad. Kriel es el portavoz del Comité de Acción Civil de Pretoria, que reúne a varias organizaciones opuestas al cambio de denominación.

Pretoria toma su nombre del héroe afrikáner Andries Pretorius, establecido en el área circa 1830. Su hijo, Marthinus Pretorius, fue el primer presidente de Sudáfrica y bautizó la ciudad hace 151 años.

"Pretorius fue uno de los primeros y más grandes luchadores por la libertad en África contra el colonialismo británico. Debería ser reconocido por eso", dijo Kriel a IPS.

Además, teme que el cambio pueda afectar la economía de la capital. "Pretoria es una marca establecida. El cambio de nombre puede afectar el turismo, y su implementación costará 1.500 millones de rands", el equivalente a 246 millones de dólares, aseguró.

Pretoria, ubicada en la provincia de Gauteng, es la sede del Poder Ejecutivo, mientras el parlamento funciona en Ciudad del Cabo y el Poder Judicial en Bloemfontein.

También intervino en el debate Frederik de Klerk, último presidente del apartheid (1989-1994) y uno de los encargados, junto con el líder negro Nelson Mandela, de desmantelar este régimen de segregación racial institucionalizada en perjuicio de la mayoría de origen africano.

"Pretoria tiene un lugar central y honorable en nuestra historia. Es el símbolo de la guerra anticolonial que los afrikáners libraron contra el Imperio Británico, una de las luchas por la liberación más tempranas de África", dijo el año pasado.

Pero para los habitantes negros, mantener el nombre de Pretoria tiene poco sentido histórico.

"Honrar con el nombre de una ciudad a un hombre con una historia sangrienta" contra la mayoría negra "desafía toda lógica", dijo a IPS el investigador Steve Redebe, de la Universidad de Sudáfrica, con sede en la capital.

Redebe admitió la admiración de los afrikáners por Pretorius a causa de su resistencia contra los británicos, pero recordó que esta figura histórica también fue responsable de "matar a miles de guerreros zulúes en la Batalla de Río Sangriento", el 16 de diciembre de 1838.

Esa corriente fluvial de la provincia de KwaZulu-Natal, entonces llamada río Ncome, recibió su actual nombre por el color del que se tiñó "por la sangre de los zulúes caídos".

Murieron unos 3.000. Los combatientes afrikáners eran apenas medio millar, pero poseían armas de fuego, desconocidas por los nativos. Ningún blanco murió en la batalla.

"Este no es un hombre en honor al cual deberíamos continuar denominando nuestra capital nacional, particularmente tras el fin del apartheid", agregó Redebe.

Cuando terminó la segregación racial, en 1994, tras un acuerdo negociado entre blancos y negros, Mandela, primer presidente negro de Sudáfrica (1994-1999), llamó a la reconciliación para reducir una animosidad de varios siglos.

Tshwane es el nombre del jefe ndebele que se estableció en la actual Pretoria, mucho antes de la llegada de colonos europeos.

El Centro de Información Turística de Tshwane destaca que, según investigadores, también fue el nombre dado al área de Pretoria por los primeros habitantes de la región, que significa "somos lo mismo" o "somos uno porque vivimos juntos".

Fred Nel, líder del Comité de Tshwane de la opositora Alianza Democrática, cree posible alcanzar un acuerdo basado sobre la decisión del Concejo: la ciudad adoptaría su nuevo nombre, pero el centro comercial mantendría el nombre de Pretoria.

"Esto reflejará la diversidad de nuestra ciudad", dijo Nel a IPS.

El Concejo de la ciudad, de 152 miembros, aprobó el cambio de nombre en marzo del año pasado. Se preveía la confirmación de la medida para octubre de 2005, pero el Consejo Sudafricano de Nombres Geográficos aún no lo hizo.

"Entendemos que el Consejo de Nombres Geográficos se reunirá en julio para debatir el asunto, y estamos esperándolo ansiosamente", afirmó Nel.

Reiterados esfuerzos de IPS para obtener comentarios del Consejo resultaron infructuosos. La decisión final, sin embargo, recaerá en el ministro Jordan.

"El hecho de que al ministro le lleve más de un año responder a la iniciativa deja en evidencia cuán delicada es la controversia", dijo Kriel. "Pero si el ministro sigue adelante y rebautiza a la ciudad, tomaremos acciones legales."

"Hay personas que apoyan firmemente el nombre Tshwane. Pero ellos también deberían reconocer que hay personas a las que les pasa lo mismo con Pretoria", concluyó.

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