La estudiante universitaria Nguyen Thi Tuyet Loc deja su casa temprano para dedicarse a una actividad paradigmática del capitalismo: especular en la bolsa. Aunque vive en Vietnam, uno de los pocos países comunistas del mundo.
Los inversores aficionados se amontonan cada mañana en la HSTC, siglas de la Bolsa de Valores de Ho Chi Min (ex Saigón). Por lo tanto, Loc debe apurarse si quiere tener posibilidades decentes de comprar algunas acciones "calientes".
"En la primera sesión no hay oportunidades, pero introducir órdenes de compra mientras esa sesión transcurre te da prioridad de compra en la segunda", explicó, en la jerga de los especuladores.
Cada día se desarrollan dos sesiones en la HSTC, la primera a las nueve de la mañana y la segunda una hora más tarde. Además, existen una docena de otros "pisos" que atraen a miles de inversores, que compran mediante el sistema "el que llega primero se sirve".
"La creciente cantidad de inversores sobrepasó nuestras expectativas", dijo Nguyen Hong Nam, director gerente de Saigon Stock Incorporation, uno de esos pisos. Nam prevé la instalación de más equipos de aire acondicionado para enfriar la atmósfera del lugar, caliente en más de un sentido.
Cuando comenzaron las operaciones de HSTC, en julio de 2000, se ofrecieron acciones y títulos por el equivalente a unos 17,3 millones de dólares. Desde el ingreso al mercado de capitales de 22 empresas por unos 144 millones, la oferta se más que decuplicó, a 1.500 millones de dólares de 36 compañías.
En lo que va de 2006, el Índice de Acciones de Vietnam (VSI) aumentó 60 por ciento.
Al comienzo, los inversores temían que sólo se ofrecerían acciones de empresas estatales que daban pérdidas y de las que el gobierno quería desembarazarse. Pero ahora están en oferta acciones de gigantescas y lucrativas compañías como VinaMil, la productora láctea nacional.
Las operaciones sugieren como tendencia que este bastión del comunismo mundial avanza hacia la privatización de su dominante sector público.
Eso llevó a personas de todas las extracciones sociales, aun amas de casa y empleados públicos retirados, a especular en la bolsa.
Por ejemplo, Loc, quien estudia literatura vietnamita, no sabe nada sobre operaciones bursátiles. Pero cuando vio cómo sus amigos de la Facultad de Economía de Ho Chi Minh hacían dinero "jugando" con acciones, resolvió hacer lo mismo. En dos meses, ganó el equivalente a 2.000 dólares.
"Mis amigos también están ganando, aunque no pudimos comprar las famosas acciones REE (de Refrigeración e Ingeniería) y VNM (de VinaMilk). Pero también aumentó el precio de las acciones que nosotros compramos", explicó.
El valor de acciones de alto intercambio, como VNM, REE, NKD y KDC aumenta con rapidez. La REE se incrementó 160 por ciento en tres meses, y la VNM, 76,4 por ciento. Cualquier inversor que tenga estos papeles está ganando mucho dinero.
Los índices también elevaron la cantidad de inversores. Se crearon en enero 400 cuentas en la Compañía Comercial de Inversiones de Asia (ACBS), y el ritmo se aceleró a 400 en abril. Hoy, son 4.200 las cuentas abiertas en ACBS, y cada una representa a un inversor.
La mayoría de los inversores son aficionados, y, como Loc, juegan sencillamente porque "otros lo hacen y ganan dinero". No es necesaria una razón mejor.
"La mayoría de los inversores se limitan a seguir las tendencias. No conocen la situación financiera de las compañías en las que ponen su dinero. Incluso aumentó el precio de las acciones de compañías que pierden dinero, como las BBT, las DPC y las BTC", dijo Nguyen Quang Vinh, gerente general de la compañía de corredores de bolsa Bao Viet.
El año pasado, cuando se abrió el segundo mercado de valores del país en Hanoi, la capital, el viceprimer ministro Nguyen Tan Dung dijo: "Vietnam está determinada a construir una economía de mercado basada sobre una bolsa fuerte."
Dung instruyó al Ministerio de Finanzas para crear un marco institucional que asegurara la transparencia y la eficacia de las operaciones en el mercado de valores.
El funcionario indicó que se permitiría a extranjeros la propiedad de hasta 49 por ciento de las acciones de las compañías que coticen en la bolsa, y que el gobierno privatizaría entre 100 y 200 empresas en breve, entre ellas el banco Vietcombank y algunas de las telefónicas.
Pocos días después de la visita del magnate de la informática Bill Gates a Vietnam y de la firma de un memorándum de entendimiento entre su empresa Microsoft y la compañía de telecomunicaciones FTP, el precio de las acciones de esa firma se multiplicó por 14.
Tran Van Huy, un operador experimentado que opera en acciones de alto valor, advirtió que la bolsa se está volviendo inmanejable por la afluencia de aficionados.
"A ellos no les importa la transparencia. Su forma descuidada de invertir alentó a empresas estatales que pierden dinero a contratar auditorías que maquillen sus informes", sostuvo Tran.
Las inversiones de aficionados como Loc permitió el ascenso de acciones de pequeñas firmas de dudoso potencial. Pero el entusiasmo originó un gran aumento de precios para todos los papeles.
"La bolsa está demasiado caliente. Se convirtió en un juego de azar", segbún Vinh.
La Comisión de Securitización del Estado exigió al Banco Central afianzar el control sobre los préstamos otorgados con acciones como garantía, para enfriar el mercado y proteger a los bancos comerciales.
Ese fin de semana, el VSI cayó siete puntos, en una situación que recuerda más a un casino que a una bolsa. (