El gobierno de Camerún lanzó una campaña de información pública sobre un nuevo Código de Procedimiento Penal con el que se propone fortalecer el imperio de la ley y velar por el respeto de los derechos humanos.
Este país africano es criticado con frecuencia por organizaciones no gubernamentales defensoras de los derechos individuales, que denuncian casos de detenciones arbitrarias y aseguran que la tortura es una práctica frecuente en las estaciones de policía y en las prisiones locales.
"Camerún es conocido por sus prácticas de derechos humanos reaccionarias. Nuestro país sólo ha hecho pequeños avances con respecto a la promoción y a la protección de los derechos en los últimos años", indicó a IPS el activista Paul Yassi, de Yaoundé.
El nuevo Código, que entrará en vigor el 1 de agosto, es el resultado de 30 años de trabajo de expertos locales asistidos por otros franceses y británicos. Su objetivo es acabar con la vieja dualidad cultural y lingüística que caracteriza a Camerún desde la época colonial.
En tiempos coloniales, este país estaba dividido en tres regiones: dos gobernadas por Gran Bretaña (el sur y el norte) y la restante por Francia. Esta última ganó la independencia en 1960, convirtiéndose en la República de Camerún. Un año después, la zona sur se integró a la nueva nación federativa, mientras que el norte se transformó en parte de Nigeria.
En 1972, la federación fue desarticulada para dar nacimiento a un estado unitario: la República Unida de Camerún. Pero esta integración política no fue acompañada de una legal entre las zonas inglesa y francesa, que continuaron aplicando sus respectivos códigos penales.
"Dos sistemas legales diferentes operaban en un país que ya estaba unificado desde el punto de vista político y administrativo", explicó a IPS Jacqueline Mbassi, una jueza de Yaoundé.
"Había por tanto una necesidad de armonizar los dos sistemas, con el objetivo de crear nuestro propio sistema judicial, más eficiente y moderno", añadió.
El nuevo Código introduce algunas innovaciones para este país, como permitir la liberación bajo fianza de los detenidos o prohibir el encarcelamiento de personas menores de 18 años, mayores de 60 y de mujeres embarazadas.
Sin embargo, algunos camerunenses dudan que el Código promueva mejoras en materia de derechos humanos, y temen que las autoridades sigan cometiendo abusos.
"¿Qué vamos a hacer con todos los menores de edad encarcelados en Yaoundé, en Douala (la capital económica) y en el resto del país, que fueron enviados a prisión hace varios años sin un juicio?", preguntó la presidenta de la Coalición para la Defensa de los Derechos Humanos, Sarah Djidonou.
"Creo que los oficiales de policía y los jueces seguirán enviando personas inocentes a prisión. Esperaré a ver qué pasa en los próximos dos años antes de celebrar", agregó.
Marlène Gwet, funcionaria del Ministerio de Educación, también se mostró escéptica. "Dicen que se promoverá el imperio de la ley, pero no estoy segura de que los ciudadanos se vuelvan más responsables", afirmó.
"¿Estarán preparados los profesionales legales para abrir sus mentes a esta revolución?", se preguntó.
"Mi primo, un taxista, pasó tres semanas en una celda de la policía donde era golpeado todos los días. Su jefe lo había acusado de haberse quedado con la pequeña suma de 13 dólares", añadió.
Pero Marinette Hiol, asistente de la fiscalía en Yaoundé, está convencida de que el Código supondrá un cambio para mejor.
"Nuestras prisiones ya no tendrán a niños menores de 18 años. Los que todavía están en la cárcel son los que cometieron homicidios o participaron de robos agravados. Esos casos constituyen delitos que merecen castigo a los ojos de la ley", afirmó.
Maurice Kamto, del Ministerio de Justicia, señaló que el nuevo Código busca proteger a todos los ciudadanos.
"La filosofía que emerge de él es que debe proteger a los ciudadanos honestos que son víctimas de los delitos, sin abandonar al culpable", dijo a IPS.
Por su parte, el activista Yassi se mostró esperanzado.
"Esperamos que la implementación del nuevo Código Penal abra una nueva vía para el verdadero imperio de la ley", afirmó. (