La Asamblea General de la ONU desoyó las críticas de Estados Unidos y Occidente, al incorporar a China, Cuba y Rusia al flamante Consejo de Derechos Humanos de 47 miembros.
Esos tres países son considerados por gobiernos y organizaciones no gubernamentales de Occidente como "violadores de derechos humanos" que debían ser mantenidos fuera del Consejo.
La organización de derechos humanos Human Rights Watch mencionó a esos países, junto con Arabia Saudita, Azerbaiyán, y Pakistán, como indignos de participar en el órgano por sus antecedentes.
La organización de periodistas Reporteros sin Fronteros, que incluyó también a Túnez en su lista de países que "violan la libertad de expresión y los derechos humanos a escala masiva".
Pero la votación secreta en que participaron este martes los 191 miembros de la ONU derivó en la elección para el Consejo de siete de los ocho países cuestionados por gobiernos occidentales y organizaciones de derechos humanos.
Sólo Irán quedó fuera del cuerpo, al recibir 58 votos. Se requería un mínimo de 96. En total, competían 63 países por 47 puestos.
"No identificaría a ninguno de los países", dijo el presidente de la Asamblea General, Jan Eliasson, al ser consultado sobre la elección de naciones cuestionadas por sus antecedentes en materia de derechos humanos.
"Pero me gustaría que prestaran atención también a la lista de candidatos al Consejo de Derechos Humanos. Es decir, los que decidieron presentarse a la elección y los que no", agregó.
El director ejecutivo de Human Rights Watch, Kenneth Roth, dijo a la prensa la semana pasada que 11 países considerados violadores persistentes de los derechos humanos, entre ellos Belarús, Birmania, Corea del Norte, Libia, Nepal, Siria y Zimbabwe no participaron en la puja.
Roth opinó que esos países decidieron no presentarse, en primera instancia, por el requisito de ser sometidos a una revisión en materia de derechos humanos.
Tal revisión no era obligatoria para la disuelta y muy criticada Comisión de Derechos Humanos. Eliasson dijo que todos los miembros del Consejo, en cambio, estarán bajo la lupa, y eso los obligará a "cumplir los compromisos que hicieron en sus campañas".
Entre los países que eludieron la elección figuró Estados Unidos, criticado por abusos de prisioneros en la cárcel bagdadí de Abu Ghraib y en la base naval que mantiene en Guantánamo, Cuba.
El gobierno de George W. Bush ha justificado violaciones del estado de derecho y de convenciones internacionales en nombre de la lucha contra el terrorismo.
"El nuevo Consejo afronta enormes desafíos, dada la gran cantidad de violaciones de derechos humanos que ocurren en muchas partes del mundo. Ningún país tiene antecedentes perfectos", dijo a IPS la experta del Instituto de Estudios Políticos en Washington, Phyllis Bennis.
Pero la combinación de miembros del Consejo parece una muestra bastante representativa de los gobiernos del mundo: algunos con un fuerte compromiso histórico con los derechos humanos, como Canadá, otros con uno igualmente fuerte pero más reciente, como Alemania, Brasil y Sudáfrica, y otros que hoy abusan de su población, como Arabia Saudita, Nigeria, Rusia y Pakistán.
"El acuerdo de que todos los miembros del Consejo se sometan a investigaciones serias en materia de derechos humanos ayudará a que la comunidad internacional lo tome en serio", agregó Bennis.
El desafío real que afronta hoy el Consejo es que sus miembros soporten la presión de gobiernos poderosos y otras fuerzas externas, sostuvo la experta.
"Si pueden manejar eso, quizás tenga éxito en su mandato de convertir la protección de los derechos humanos en un elemento del trabajo de la ONU tan importante como la paz, la seguridad y el desarrollo", agregó.
De los países cuestionados, Túnez obtuvo 171 de los 191 votos, Pakistán 149, China 146, Rusia 137 y Arabia Saudita, 126.
De los países que aspiran firmemente a un escaño permanente en el Consejo de Seguridad, India obtuvo 173 votos, Brasil 165, Japón 158 y Alemania 154. (