La zafra azucarera de Cuba, que hasta el 30 de abril produjo 1,1 millones de toneladas, queda por debajo de las expectativas y apenas cubre compromisos externos y necesidades de consumo interno, advirtieron especialistas.
"De ese total, 700.000 toneladas son para abastecer a la población de 11,2 millones de habitantes. Se prevé que las 400.000 toneladas restantes van para el mercado de China", comentó a IPS un investigador especializado en ese tema, que pidió no ser identificado.
El experto calculó que el resultado final no llegará a 1,2 millones de toneladas, aun cuando la cosecha se prolongue algunas semanas de mayo. "Este es un mes habitualmente lluvioso y la mezcla de humedad y calor no favorece el contenido de sacarosa en la caña", explicó.
La perspectiva oficial era igualar la producción del año pasado, estimada en 1,3 millones de toneladas por fuentes independientes. El ministro de Economía y Planificación, José Luis Rodríguez, no incluyó ese dato en su informe a la Asamblea Nacional sobre los resultados económicos de 2005.
El economista consultado recordó que la actual temporada, de la que participaron unos 40 ingenios, 30 menos que en la cosecha anterior, comenzó con dificultades debido al déficit de insumos básicos para garantizar un buen desempeño de la industria. Esa situación mejoró en parte luego de una reunión entre el presidente Fidel Castro y directivos del sector el 14 de febrero y el urgente suministro de nuevos componentes para la maquinaria agrícola, combustible, fertilizantes, herbicidas y otros recursos.
"Nos sentimos satisfechos del esfuerzo que han realizado los obreros agrícolas e industriales de la rama del azúcar, que han trabajado intensamente para una mayor producción", dijo Castro el lunes, durante los festejos por el Día Internacional de los Trabajadores.
Al dar a conocer el resultado de la actual cosecha hasta fines de abril, el mandatario estimó que el esfuerzo laboral desplegado desde mediados de febrero en adelante significó para el país ingresos adicionales por más de 200 millones de dólares.
A su vez, el experto consultado estimó en unos 80 millones de dólares la factura que debería desembolsar Cuba por importaciones de azúcar en caso de necesitarla para completar sus necesidades de consumo interno. "Con ese fin, La Habana ha realizado compras en el pasado a Brasil y Colombia", dijo la fuente.
Cuba rediseñó hace cuatro años su otrora principal industria y desmanteló 70 de los 156 ingenios existentes a fin de adecuar sus capacidades de producción a los precios internacionales, que por entonces permanecían extremadamente bajos.
Sin embargo, el mercado mundial azucarero repuntó luego, en un proceso que algunos expertos consideran resultado de un cambio estructural del mercado, más que de situaciones coyunturales.
Los precios comenzaron a subir de manera sostenida a partir de 2004, y desde noviembre de 2005 han alcanzado por momentos más de 20 centavos de dólar la libra de azúcar crudo.
Para aprovechar ese auge, La Habana decidió aumentar la siembra de caña de azúcar, aunque el despegue no se vería hasta la zafra 2006-2007 y en caso de que continúe el proceso de inversiones y suministro de recursos.
De acuerdo a los pronósticos, "los precios se mantendrán altos", y si descienden "los mínimos se situarán entre 15 a 16 centavos de dólar" la libra, señaló el investigador y profesor cubano Armando Nova, en un artículo sobre el tema.
Entre los aspectos que favorecen la suba de los precios, Nova mencionó el crecimiento del consumo mundial hasta 2011 a un promedio anual cercano a los 3,5 millones de toneladas, frente a una producción limitada por factores climáticos adversos, entre otros problemas.
Además, en julio comenzará a funcionar la reforma del mercado azucarero que la Unión Europea (UE) aprobó el año pasado, con fuertes recortes en su producción y subsidios para eliminar excedentes, y de las condiciones preferenciales a productores de caña de países del grupo ACP (África, el Caribe y el Pacífico).
Diversos especialistas asocian la subida del valor de la sacarosa al boom que experimenta el etanol (el alcohol de caña de azúcar u otras materias orgánicas), debido a su creciente utilización como combustible automotor.
Al respecto, Nova recordó que la tendencia al agotamiento de las "disponibilidades de petróleo" y al hecho de que la búsqueda y explotación de nuevos yacimientos se hace cada vez en condiciones más costosas, obligan a buscar nuevas fuentes de energía y combustible.
Además, "la producción de energía eléctrica a partir de la cogeneración con la quema del bagazo cobra cada vez más fuerza, como una de las vías más económicas, autosustentables, renovables y sin problemas de contaminación ambiental", indicó el investigador en su informe entregado a IPS.
Nova concluyó que todas esas razones permitían avalar que la suba de los precios del azúcar es el resultado de un cambio estructural y no se debe a situaciones coyunturales de corto alcance.
Al parecer, el gobierno cubano no es ajeno a tales apreciaciones y estaría dispuesto a aceptar inversión extranjera directa para el cultivo y el procesamiento azucareros, algo inédito en la historia de esa industria nacionalizada después de la toma del poder por Castro en enero de 1959.
La empresa Zerus, una sociedad mercantil privada patrocinada por el Ministerio del Azúcar, está encargada del desarrollo y control de negocios y proyectos de inversión en la agroindustria azucarera, especialmente a partir de la reforma de 2002.