La Secretaría General de la ONU parece dispuesta a acompañar a Estados Unidos e Israel en su campaña de aislamiento a Palestina, en un giro político que puede desatar un nuevo ciclo de violencia, según analistas y observadores independientes.
A pesar de que contradice la posición mayoritaria de la Asamblea General y el Consejo de Seguridad de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), los contactos políticos de funcionarios del foro mundial con autoridades palestinas deberán ser autorizados en lo sucesivo por el secretario general Kofi Annan.
"La situación no quedó igual tras las elecciones" que dieron el gobierno en Palestina al Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas), sostuvo esta semana el portavoz de Annan, Stephane Dujarric,
Los funcionarios de la ONU deberán pedir permiso al secretario general antes de dialogar con representantes del gobierno palestino elegido en los comicios de enero, explicó Dujarric.
Hamas es considerado una organización terrorista por Estados Unidos, Israel y algunos países europeos. En su carta constitutiva, el movimiento islamista niega el derecho a la existencia del estado de Israel.
La decisión de la ONU de boicotear a Hamas no se justifica, pues ni la Asamblea General ni el Consejo de Seguridad aprobó resolución alguna que declare terrorista a ese movimiento, según críticos del anuncio de esta semana.
"Una cosa es que Estados Unidos trate a la legalidad internacional sin miramientos, y otra totalmente distinta es que la ONU, nuestra última esperanza de un sistema mundial basado sobre el estado de derecho, le siga los pasos", dijo Nasser Aruri, autor de varios libros y profesor de ciencias políticas de la Universidad de Massachusetts.
La decisión de Annan de mantener distancia del nuevo gobierno palestino parece ser una reacción a la negativa de Hamas a reconocer al estado de Israel.
Pero observadores la consideran una actitud injusta, porque Israel, que ha violado varios acuerdos internacionales, tampoco ha reconocido nunca a Palestina ni ha renunciado a la violencia como enfoque a la resolución del conflicto.
"La adhesión de la Unión Europea y la ONU a una variante del boicot impuesto (por Estados Unidos e Israel) sobre el gobierno palestino democráticamente elegido, así como sobre un pueblo sacudido por una brutal ocupación, es sorprendente", afirmó Aruri.
A pesar de haber decidido restringir las relaciones con funcionarios palestinos, la ONU aseguró que continuará brindando asistencia humanitaria en los territorios árabes ocupados por Israel.
De todos modos, los observadores del conflicto advierten que los recortes en la ayuda europea y estadounidense ya ha tenido impacto sobre las condiciones de vida de la población palestina.
Los palestinos registrados en la agencia de la ONU para los refugiados en Cisjordania y Gaza (UNRWA) logran acceder a asistencia alimentaria, pero las existencias se están agotando debido al bloqueo israelí a los territorios ocupados, según activistas humanitarios.
Mientras, la Autoridad Nacional Palestina debe salarios a unos 150.000 empleados públicos palestinos, que representan, junto con sus familias, un tercio de la población.
"Se están deslizando rápidamente hacia la pobreza", dijo Nadia Hijab, del Instituto de Estudios Palestinos, organización académica árabe independiente.
"La situación empeora también con el clima de temor e incertidumbre que reina en las organizaciones humanitarias, cuyos integrantes no saben hasta qué punto podrán tratar con funcionarios palestinos que puedan resultar acusados por la justicia estadounidense", agregó.
La organización humanitaria de origen católico Oxfam Internacional cuestionó el viernes a la Unión Europea por suspender la entrega de partidas por 37 millones de dólares ya asignada a la Autoridad Nacional Palestina. Oxfam advirtió que la decisión golpea a la población y no a las autoridades.
Según diversas versiones, el canciller de Palestina, Mahmoud Zahar, envió esta semana una carta a Annan para manifestar el compromiso de su gobierno con una solución al conflicto árabe-israelí que contemple la existencia de dos estados.
"Si Israel evacua Cisjordania y Jerusalén oriental, reconoce el derecho de los exiliados palestinos al retorno y desmantela el muro (de seguridad que construye alrededor de Cisjordania), puedo garantizar que Hamas estará pronto para tomar pasos serios", dijo el dirigente del movimiento islámico Khalid Meshaal al diario francés Le Figaro.
Esas medidas se basarán "sobre la justicia y la equidad, con miras a una paz permanente con los israelíes", aseguró Meshaal.
Las posiciones de Meshaal, al contrario de las de Israel y sus simpatizantes, se respaldan en el derecho internacional, sostuvo Aruri.
"¿No debería la ONU ser la garantía del derecho y la legalidad internacionales? La campaña contra Hamas es esencialmente la última fase del desconocimiento de los derechos palestinos", afirmó el experto.
Dujarric, el portavoz de Annan, justificó el martes el cambio de la política de la ONU hacia Palestina por el hecho de que existe ahora "un gobierno diferente con una política diferente".
"He hablado con los escalones más altos (de la ONU) y me dijeron que no hay cambios en la política" hacia Palestina, dijo a IPS el embajador de esa nación en el foro mundial, Riyad Mansour.
Pero un portavozo insistió en que "sí, hay un cambio en la política".
El jueves, Riyad formuló un proyecto de resolución ante el Consejo de Seguridad que cuestiona los crecientes ataques israelíes contra objetivos palestinos, pero Estados Unidos lo rechazó porque era "desproporcionadamente" crítico hacia Israel. (