Las condiciones de vida de la población femenina de Iraq eran mucho mejores durante la dictadura de Saddam Hussein (1979-2003), según la Organización para la Libertad de las Mujeres de ese país del Golfo.
"En la dictadura, los derechos básicos de las mujeres estaban santificados en la Constitución", dijo a IPS Houzan Mahmoud, de esa institución, vinculada con la institución femenina internacional Madre.
Durante el régimen de Saddam Hussein, "las mujeres podían salir a trabajar, ir a la universidad, casarse o divorciarse en tribunales civiles. Pero ahora perdieron casi todos sus derechos y son empujadas de regreso a sus hogares", aseguró Mahmoud.
La Constitución elaborada bajo la tutela del gobierno de Estados Unidos, que invadió Iraq en marzo de 2003 y aún ocupa el país, es "muy retrógrada y antifemenina", opinó.
"El Islam es hoy la fuente de legislación y la religión oficial del país. Esto en sí mismo significa la vigencia de la shariá (ley islámica), según la cual las mujeres son ciudadanas de segunda clase y no tienen poder para decidir sobre sus vidas".
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Toda la sociedad iraquí ha estado sujeta al "caos y la brutalización", dijo. "La seguridad no existe, así como ningún servicio básico, sobre todo la protección a los derechos femeninos, que están ausentes de la agenda de todos los partidos políticos seleccionados por el gobierno de Estados Unidos y presentes en el parlamento instalado."
La institución Madre exige el despliegue de una fuerza de paz liderada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para poner fin de inmediato a la ocupación estadounidense.
Mientras la crisis en Iraq se agrava al punto que muchos ya la califican de guerra civil, Madre asegura que las mujeres y sus familias se enfrentan en este país sufren la falta de servicios de seguridad, de un gobierno que funcione y de servicios básicos, así como de un marco de respeto a los derechos humanos.
Con tres años de ocupación por parte de las fuerzas militares encabezadas por Estados Unidos, la situación se vuelve más peligrosa y sombría. "Cuanta más violencia y terrorismo sufra Iraq, más mujeres serán víctimas de ese clima", dijo.
"Las violaciones, los secuestros, los abusos en prisiones a manos de los guardias y la matanza de mujeres son generalizadas", afirmó. "La falta de seguridad y de protección adecuada para las mujeres es importante y nadie hace nada al respecto, ni las fuerzas ocupantes ni la policía local del gobierno títere."
Pero la posición de las mujeres varía dentro de Iraq, señaló.
"En la zona kurda, la situación de las mujeres es algo mejor, porque estuvo fuera del control de Ba'ath (el partido laico y socialista de Saddam Hussein) desde 1991, así que no fue objeto de los ataques de Estados Unidos en 2003. Pero la actitud hacia las mujeres no es progresista allí."
Más allá de cualquier peligro de la situación política, "todavía hay cantidad de 'matanzas por honor' (asesinatos cometidos por hombres invocando el 'honor' de sus familias), y las autoridades kurdas hacen mucho por impedirlas", aseguró.
Pero el sur está directamente bajo ocupación militar, "y la presencia de varias milicias islámicas armadas que aterrorizan a las mujeres empeoró su situación", dijo Mahmoud.
"El parlamento se divide de acuerdo con la pertenencia a sectas religiosas y comunidades étnicas. La mayoría de los chiitas, que están en el poder, procuran institucionalizar la opresión de las mujeres y forzando sistemáticamente la islamización en Iraq", señaló.
Las mujeres constituyen 60 por ciento de la población de Iraq, pero no son consultadas sobre ningún tema político y son privadas de este derecho, aseguró.
La presencia de unas pocas mujeres en el gobierno no debería confundir sobre la situación de las mujeres, continuó.
"Washington seleccionó a unas pocas mujeres para integrarlas al gobierno y las impuso al llamado parlamento, pero son desconocidas para el resto de las iraquíes. La mayoría pertenecen a partidos de la derecha reaccionaria en el poder y sigue su agenda, que discrimina a las mujeres, sostuvo".
A las mujeres primero les gustaría ver "un final a la ocupación militar que creó el caos y la destrucción de la sociedad iraquí y también resultó en la matanza masiva y cotidiana de iraquíes comunes", afirmó Mahmoud.
Las mujeres "quisieran ver la seguridad restaurada, así por lo menos pueden salir libremente sin ser atacadas ni secuestradas, o sin que les arrojen ácido en sus rostros", expresó Mahmoud.
"Las mujeres quieren igualdad, libertad y que sus derechos sean reconocidos en la Constitución y, por sobre todo, ser tratadas como seres humanos iguales".