De África a Islandia, de Brasil a Corea del Sur, de Paraguay a Túnez, numerosas estrellas extranjeras compiten en la Bundesliga, la liga de fútbol de Alemania.
Ésa es una de las tantas razones que explican por qué Alemania será la anfitriona de la Copa Mundial de FIFA (Federación Internacional del Fútbol Asociado) este año, que transcurrirá del 9 de junio al 9 de julio.
Los nombres de los jugadores son tan vistosos como variados los países de donde proceden: Lucio, Zé Roberto, Roque Junior, Marcelino, Santa Cruz, Kovac, Simunic, Bastuerk, Boulahrouz, Samba, Pantelic, Valdez, Babic Mahdavikia y Asamoah. Algunos de los más talentosos son negros.
Más de la mitad de los jugadores de los 18 clubes de fútbol de primera división de la Bundesliga proceden del extranjero. Se trata de un cambio radical procesado en los últimos 15 años, debido a que los jugadores deambulan libremente por el mercado del fútbol mundial.
Pero el costo es muy alto. El fútbol es un gran negocio en Europa. Las estrellas extranjeras firman lucrativos contratos con poderosos clubes como los españoles Real Madrid y Barcelona, los británicos Arsenal y Manchester United, los italianos Juventus, Torino, Milán, y los franceses Olympique de Marsella y Olympique de Lyon.
Los jugadores extranjeros no solo se desempeñan en el torneo principal sino también en la segunda división, en la que participan otros 18 equipos que se disputan el ascenso a la primera.
Ningún club alemán llegaría muy lejos sin la presencia de los jugadores extranjeros. Esto se repite en todas las ligas europeas.
Entre los clubes de la Bundesliga, unos 40 jugadores de 18 países diferentes se preparan para jugar en las selecciones de sus respectivos países, aunque correrán en campos que les son familiares.
Muchos estarán como en casa en los 12 estadios elegidos para jugar los 64 partidos que tendrá la Copa Mundial.
Si Brasil llega hasta las últimas etapas del torneo, como se espera, sus jugadores estrella Lucio y Roberto seguramente jugarán al menos uno de los últimos partidos del campeonato en el nuevo estadio del club Bayern Munich… es decir, el de su propio equipo.
El jugador iraní Alí Karimi, otro jugador que integra el plantel del Bayern Munich, está muy entusiasmado ante la posibilidad de jugar la Copa Mundial este verano.
Karimi, elegido mejor jugador asiático en 2004, integra la selección de fútbol de su país. El "Diego Maradona del fútbol iraní", como lo llaman, se hizo famoso en Medio Oriente, cuando competía en el torneo del "desierto" de Dubai.
Hace 18 meses sorprendió a todos al firmar un contrato con el Bayern Munich. Los fanáticos iraníes esperan que los pueda conducir hasta la victoria en su primer partido contra México en el Grupo D en el estadio Nuremberg Franken, el 11 de junio.
El segundo partido de Irán será seis días después, contra Portugal, en la ciudad de Frankfurt.
Cada uno de los países participantes se enloquecerá por el fútbol cuando empiece el mundial. Los "Legionarios del Fútbol" de Croacia, entrenados por Zlatko Kranicar, jugarán su primer partido por el Grupo F el 13 de junio contra el actual campeón, Brasil, en Berlín en el recién reciclado Olympic Stadium.
Nueve días después el equipo se trasladará a Stuttgart para enfrentar a Australia.
Tres jugadores de Croacia —Ivan Klasnic, Josip Simunic y Niko Kovac—, juegan en clubes de la Bundesliga. Klasnic es un fornido atacante del club Werder Bremen y capitán del equipo croata. Simunic es un robusto defensor en el club Hertha BSC de Berlín.
Como Hertha se entrena en el estadio olímpico, Kovac y Simunic están ofreciendo consejos útiles sobre el campo de juego a sus compañeros de selección.
Una pared exterior de granito aún guarda un enorme parecido con la construcción original del estadio, escenario de los Juegos Olímpicos de 1936, en pleno régimen nazi. Pero su interior fue totalmente rediseñado y cubierto por un elegante techo transparente.
El campeonato es promisorio para el ghanés nacionalizado alemán Gerald Asamoah, jugador del club Schalke 04. Este fornido jugador se ha convertido en un jugador clave en la selección nacional dirigida por Juergen Klinsmann.
Los analistas deportivos admiran su implacable estilo en el área y su habilidad para convertir goles. Pero en los partidos a menudo es objeto de los ataques racistas.
Una organización llamada Unión Protectora de Alemania desplegó hace poco una pancarta en la que decía "¡No, Gerarld, tú no eres alemán!"
Patrick Owomoyela, compañero de selección de Gerald, nació en Hamburgo de padres afroalemanes. Es un jugador rápido y habilidoso que juega para el equipo Werder Bremen, hoy en el tercer puesto de la Bundesliga.
Owomoyela también ha tenido que soportar insultos en la Bundesliga por parte de bravucones racistas.
Pero en la medida en que puedan ayudar a que Alemania gane partidos, un intenso clamor acallará los balbuceos intolerantes. (