Un nuevo grupo de presión pro-israelí, Christians United for Israel (Cristianos Unidos por Israel) reafirma el compromiso de sectores evangélicos estadounidenses con el Estado judío y contra la retirada de los territorios palestinos ocupados.
El carismático televangelista John Hagee considera "insensible e innecesaria" la afirmación del reverendo Pat Robertson de que el infarto cerebral del primer ministro israelí Ariel Sharon fue un castigo de Dios por retirarse de Gaza.
Pero Hagee comparte la preocupación de Robertson porque Israel esté cediendo demasiada tierra a los palestinos.
Para impedir que el gobierno de George W. Bush presione a los israelíes a favor de un retiro mayor de los territorios ocupados, Hagee, pastor de la Iglesia Cornerstone de San Antonio, en el meridional estado de Texas, y líder de un multimillonario negocio evangélico, reunió en febrero a 400 líderes de esta corriente, que representan a unos 30 millones de cristianos, para una "Cumbre sobre Israel", a la que se podía concurrir solamente con invitación.
El resultado fue el nacimiento de un nuevo grupo de presión, Cristianos Unidos por Israel, CUFI por sus siglas en inglés).
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Para 2002, varios veteranos dirigentes evangélicos conservadores y figuras del Partido Republicano habían unido fuerzas con líderes judíos de derecha para lanzar varias organizaciones pro-israelíes. Pero la historia de la sociedad judeo-evangélica data de varias décadas atrás.
Según el rabino James Rudin en su libro "The Baptising of America: The Religious Right's Plans for the Rest of U.S." (El bautismo de Estados Unidos: Los planes de la derecha religiosa para el resto de Estados Unidos), de reciente publicación, la primera reunión moderna de evangélicos y judíos tuvo lugar en Nueva York en 1975.
Allí se debatieron varios temas, incluyendo "el significado del Mesías en ambas tradiciones, Jesús el judío, la teología bíblica y el significado de las modernas Israel y Jerusalén para los cristianos conservadores y los judíos".
Rudin destaca que "el compromiso evangélico con Israel crea cierta ambivalencia" en la comunidad judía, pues se asienta en la creencia bíblica de que "sin Israel, (punto de) reunión de judíos exiliados, el principal acontecimiento en la escatología cristiana (la segunda llegada de Jesús a Jerusalén) no podría ocurrir".
"Por eso, algunos evangélicos se sienten consternados ante cualquier retirada o separación unilateral israelí de la 'Tierra Santa' bíblica. También por eso, el fuerte apoyo de los cristianos conservadores a Israel no está vinculado al ejercicio de la 'realpolitik' en Medio Oriente ni a la creciente sed de Estados Unidos por el petróleo árabe", dice Rudin.
Aunque no tan conocido en la escena política nacional como algunos de sus hermanos evangélicos, Hagee construyó un impresionante imperio y desarrolló fuertes lazos políticos con el gobernante Partido Republicano.
Desde su "conversión" al sionismo, en 1978, hizo énfasis en establecer y mantener buenas relaciones con dirigentes israelíes y sectores conservadores de la comunidad judía estadounidense. A lo largo de los años se reunió con jefes de Estado israelíes y forjó una relación especial con el ex primer ministro Benjamin Netanyahu (1996-1999), cuyo derechista partido Likud tuvo un pésimo desempeño en las elecciones del 28 de marzo.
"Piensen en CUFI como en una versión cristiana del Comité Americano-Israelí de Relaciones Públicas", un poderoso grupo de presión, dijo Hagee al periódico israelí The Jerusalem Post en una entrevista publicada pocos días antes de la "cumbre" de febrero.
"Necesitamos ser capaces de responder instantáneamente a Washington con nuestras preocupaciones sobre Israel. Debemos unir fuerzas para hablar como un solo grupo y movernos como un organismo para (responder a) la crisis que Israel enfrentará en el futuro cercano", afirmó entonces.
Si bien Hagee no explicó cuál era la crisis que le preocupaba, dijo al mismo diario que "el asunto de la Biblia, lo que él considera una política errónea de intercambiar partes de la tierra bíblica de Israel a cambio de paz" ocupaba un lugar prioritario en las preocupaciones de CUFI.
Un informe posterior a la reunión en el sitio web de Hagee señalaba que CUFI había reunido a un consejo nacional, integrado por el propio líder como presidente nacional, con el ministro fundamentalista Jerry Falwell, el presidente de American Values (Valores Estadounidenses) Gary Bauer, y el pastor George Morrison.
CUFI intenta establecer una red de respuesta rápida en los 50 estados estadounidenses para alcanzar a cada senador y representante en la cámara baja. La organización también está preocupada por "proteger el matrimonio, la familia y la fe", informó el periódico israelí Haaretz.
El rabino Aryeh Scheinberg, de la Congregación Rodfei Sholom, de San Antonio, asistió a la reunión y la calificó de histórica. Scheinberg dijo al diario San Antonio Express-News que "es el primer esfuerzo nacional que conozco para unificar a los dirigentes evangélicos en apoyo de Israel. Estos líderes que participaron hablaron por millones de personas. Esta organización tiene un potencial fenomenal para apoyar, defender y abogar por Israel".
En un artículo titulado "Nuestras raíces judías" publicada en JHMagazine, Hagee narró su visita a Israel, en junio de 1978, a la que fue "como un turista y volvió a casa (como) un sionista". A su regreso decidió organizar "Una noche para honrar a Israel". Según su relato, el rabino Scheinberg "presionó a la comunidad judía para aprovechar la oportunidad y extender su mano en mutua amistad".
El rabino, retratado con Hagee en varias fotografías publicadas en JHMagazine, dio su bendición a la primera "Noche para honrar a Israel", en 1981, y ha sido un participante regular desde entonces.
Los miembros de CUFI pretenden reunirse con "legisladores en Washington durante dos días en julio, para contarles sobre la organización y su plataforma, y expresar su apoyo a Israel", según Haaretz. Además, la "Noche para honrar a Israel" será ampliada y celebrada en varias ciudades simultáneamente.
El sitio web de CUFI sostiene que fue fundado "para brindar una organización nacional a través de la cual cada entidad y ministerio pro-israelí en Estados Unidos pueda hablar y actuar con una sola voz en apoyo de Israel en asuntos relacionados con temas bíblicos".
"Vemos a los cristianos de Estados Unidos como verdaderos amigos e importantes apoyos, sobre la base de valores compartidos, y damos la bienvenida a sus esfuerzos por fortalecer los lazos entre Israel y Estados Unidos", dijo el embajador israelí en Estados Unidos, Danny Ayalon.
Además de dirigir la concurrida iglesia de Cornerstone, Hagee lidera el multimillonario negocio evangélico llamado Global Evangelism Television (Televisión Evangélica Global). Durante cuatro décadas, los miembros de su ministerio donaron millones para llevar a cabo esa misión.
Global Evangelism Television se convirtió así en una empresa familiar lucrativa que genera millones de dólares año tras año con la venta de libros, casetes y promesas de prosperidad.
Hagee es autor de varios libros, incluyendo "Attack on America — New York, Jerusalem, and the role of Terrorism in the Last Days" (Ataque a Estados Unidos: Nueva York, Jerusalén y el rol del terrorismo en los últimos días) y "The Beginning of the End — The Assassination of Yitzhak Rabin and the Coming Antichrist" (El comienzo del fin: El asesinato de Yitzhak Rabin y el próximo anticristo).
Su último libro de no ficción se titula "Jerusalem Countdown — A Warning to the World" (Cuenta regresiva de Jerusalén: Una advertencia al mundo), y figuró en las listas de los más vendidos.
El nuevo libro plantea que "la profecía bíblica se está agotando diariamente en Medio Oriente", informó Agape Press, un servicio cristiano de noticias. "Hagee afirma que el nuevo presidente de Irán, junto con la victoria del (Movimiento de Resistencia Islámica) Hamas, respaldado por terroristas, en las elecciones palestinas (del 25 de enero), allanan el camino hacia una guerra inminente en la región".
Además de encabezar el lanzamiento de CUFI y de aparecer en un panel en la última Convención Nacional de Comunicadores Religiosos, Hagee se alineó con varios miembros de la derecha cristiana para condenar la Iniciativa Climática Evangélica, firmada por 86 líderes de esa fe que reconocen la gravedad del recalentamiento planetario y se comprometen a presionar por leyes que limiten las emisiones de dióxido de carbono.
* Bill Berkowitz es un connotado observador del movimiento conservador estadounidense. Publica periódicamente la columna "Conservative Watch" en la revista electrónica WorkingForChange.org.