La Universidad Austral de Valdivia, en el sur de Chile, organizó un concurso interno que premiará las propuestas más creativas y positivas de recepción a los nuevos alumnos, como respuesta a la creciente violencia en estos actos de iniciación, que ya dejó una decena de estudiantes quemados con ácido.
En el norte del país, en tanto, la fiscalía judicial de Antofagasta, ciudad situada a 1.370 kilómetros de Santiago, debe determinar a los culpables del ahorcamiento de un gato, delito cometido en marzo durante actos rituales de acogida a los "mechones", apodo que se da en Chile a los novatos universitarios.
Los incidentes en la carrera de Ingeniería Comercial (Economía) de la Universidad Austral, y en el Plan Común de las carreras de Ingeniería en la Universidad de Antofagasta marcaron este año los momentos más críticos de los "mechoneos", una práctica tradicional que persiste y se multiplica pese al repudio que provoca en la comunidad.
En las principales ciudades de este país de 15,6 millones de habitantes se suceden cada año en marzo las escenas de muchachas y muchachos pintarrajeados, con el pelo tijereteado, las vestimentas destruidas, descalzos y untados con compuestos pestilentes, que piden dinero a los transeúntes y automovilistas.
Estos mendigos ocasionales deben reunir así sumas entre 10 y 14 dólares con las cuales rescatarán sus zapatos y mochilas, incautados por los estudiantes de cursos superiores, que de esta forma financian los asados, bailes u otras fiestas que tendrán lugar posteriormente en lo que es el desenlace amable de los actos de acogida en las universidades.
Pero antes de salir a las calles a pedir dinero, las "mechonas" y "mechones" son obligados a marchar atados con sogas mientras son rociados con huevos, harinas y líquidos malolientes, deben besar una cabeza de cerdo, a menudo descompuesta, caminar en charcos con lodo y tal vez excrementos y protagonizar luchas lanzándose tomates y frutas.
Ese es, con algunas variables, el formato general del "mechoneo", que a veces se excede, como en Valdivia, donde 10 personas, en su mayoría mujeres, fueron rociadas con una mezcla de pintura al óleo, cera y povidona (un antiséptico yodado), generando una reacción química que les produjo quemaduras superficiales.
Carlos Amtmann, rector de la Universidad Austral de Valdivia, ciudad ubicada 835 kilómetros al sur de Santiago, condenó este hecho y ordenó una investigación interna para individualizar a los estudiantes autores de la agresión, imponerles sanciones académicas y eventualmente denunciarlos ante la justicia.
El concurso sobre iniciativas creativas de recepción a los novatos, que se mantendrá abierto hasta el 17 de este mes para realizar la premiación el día 28, busca que el "ingreso a la universidad sea efectivamente una de las vivencias más gratificantes y motivadoras" para los jóvenes, señalaron las autoridades de la Universidad Austral.
También se exponen a expulsión del plantel y sanciones judiciales los supuestos estudiantes de la Universidad de Antofagasta que durante la semana "mechona", entre el 13 y 17 de marzo, ahorcaron un gato, hecho denunciado el 24 del mismo mes a través del sitio electrónico "SOS Gatitos Chile", que difundió fotos de este acto.
Las fotografías son uno de los elementos de prueba que analiza el Ministerio Público (fiscalía judicial) de Antofagasta en el marco de la investigación abierta luego de que el rector de esa universidad, Pedro Córdova, interpusiera una denuncia invocando artículos del Código Penal sobre el maltrato o crueldad contra animales.
"Mi sensación es que últimamente ha aumentado el carácter violento (del 'mechoneo'), pero esta percepción podría estar fuertemente mediada por el consumo de información que circula sobre estos hechos", dijo a IPS Carola Espinoza, directora de la carrera de Periodismo de la privada Universidad Mayor en Temuco, 670 kilómetros al sur de Santiago.
"Sabemos que en marzo los medios de comunicación agendan el tema del 'mechoneo' como pauta de noticias. En mis tiempos de estudiante universitaria pasaba más inadvertido, porque no concitaba tanta atención, al menos en los medios locales", agregó.
Esta periodista y académica se declaró defensora del "mechoneo" cuando implica actos de bienvenida, "en tanto rito de iniciación universitaria que por lo demás los alumnos nuevos aspiran a guardar como parte de sus memorias universitarias".
"Con lo que estoy en contra es con el exceso de violencia física. Los ácidos, combustibles o ingesta excesiva de alcohol ponen a los alumnos nuevos en una situación de indefensión. Al ser 'momentáneamente secuestrados' dejan de contar con la libertad humana para decidir si quieren o no ser sometidos a estas actividades", indicó Espinoza.
Actividades que tienen un carácter vejatorio y humillante para los novatos a la vista de muchas personas, como Annie Pauget, una francesa residente hace casi 20 años en Chile, quien comentó a IPS que la violencia del "mechoneo" es una expresión de primitivismo en un juego sadomasoquista de torturadores y torturados.
"Es sadomasoquista, porque a fin de cuentas las 'mechonas' y 'mechones' que aceptan ser degradados y atropellados en su dignidad lo hacen sabiendo que al año siguiente serán ellos los torturadores de los nuevos estudiantes universitarios. Por eso, no se erradica el 'mechoneo', pese a las protestas y escándalos que desata cada año", señaló Pauget.
"Para mí el 'mechoneo' no fue nada terrible. Si te pones tus ropas más viejas, no te importa que te las rompan y todo lo que te lanzan. Mientras no te queme, (todo) sale con una buena ducha. Además, gané mis pesitos, porque junté mucha más plata de la que me cobraban para rescatar mis zapatos", comentó a IPS una novata de la estatal Universidad de Chile.
"Existen alumnos que sí quieren ser 'mechoneados' y pasar por este ritual. Extrañamente, no son pocos", apuntó Jorge Becerra, de la Dirección de Asuntos Estudiantiles de la Universidad Mayor en Temuco.
Becerra señaló a IPS que su universidad impartió claras directrices en el sentido de que no debe menoscabar la dignidad de los estudiantes nuevos y se exhortó a "realizar bienvenidas acorde a un espíritu de sana alegría".
A la vez, se advirtió que podían ser sancionados los estudiantes antiguos que realizaran actos violentos o vejatorios si existían quejas o reclamos de los alumnos nuevos, añadió Becerra, para quien "el 'mechoneo' es una práctica cultural arraigada en los estudiantes, que debe ir cambiando poco a poco hacia el respeto".
La profesora Espinoza se declaró escéptica en cuanto a fórmulas para revertir la violencia de los ritos de acogida a los nuevos estudiantes.
"Ni los concursos ni los premios especiales al 'mechoneo' creativo tienen impacto masivo. Yo más bien creo en el valor de la libertad humana. Es decir, que se instaure como lógica que participen sólo aquellos alumnos que quieren ser 'mechoneados', si son informados debidamente por los estudiantes del sentido y características de estos actos", afirmó.
