DÍA DE LA SALUD: Mosca infecta a afganos y pakistaníes

Una enfermedad parasitaria de la piel, transmitida por una mosca que se desarrolla en condiciones insalubres, adquirió proporciones de epidemia en Afganistán y en los campamentos para refugiados de este país en Pakistán.

La organización HealthNet International (HNI), que desde 1993 dirige clínicas con apoyo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en este país devastado por la guerra, estimó que la enfermedad, llamada leishmaniasis cutánea, que genera grandes úlceras en el cuerpo, ya es prevalente en siete por ciento de los 75.000 habitantes de Kabul.

Según Quaid Saeed, médico de la OMS, también muchos de los alrededor de dos millones de refugiados afganos en Pakistán padecen leishmaniasis activa, propagada por la hembra de la mosca de la arena.

La leishmaniasis es endémica en 88 países de África, Europa y América del Norte y del Sur. Se estima que hay 12 millones de casos en el mundo, con entre 1,5 millones y dos millones de nuevos casos cada año. A pesar de que está asociada tradicionalmente a las áreas rurales y a la pobreza, el estudio muestra que la enfermedad se adaptó a las zonas urbanas también.

Naeem Durrani, coordinador de HNI para el control de la leishmaniasis en Afganistán, dijo a IPS que la mayoría de los pacientes no buscan tratamiento. El resultado se hace visible a través de horribles cicatrices y desfiguración. La infección no se cura espontáneamente y puede continuar durante años..
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Estimó que, sólo en Kabul, "no más de 5.000 casos son tratados anualmente". HNI, que tiene su sede en Holanda, trabaja solamente en países afectados por la guerra.

Hasta hace poco tiempo, el tratamiento era tan caro que resultaba prohibitivo para los más desfavorecidos. Pero ahora los fármacos son importados de India, que "redujo el costo del tratamiento por caso de 84 dólares a sólo 13 dólares", comentó Saeed.

La leishmaniasis no es nueva en Afganistán, pero resurgió a causa de las deficiencias en el control del vector y a la falta de acceso a tratamiento médico por la desintegración política interna, los costos y el aumento de la resistencia a los medicamentos para el tratamiento de primera línea.

El organismo global de la salud advirtió que es probable que la enfermedad se expanda más en Afganistán y sugirió medidas de control, tales como eliminar escombros, prevenir desplazamientos de población a gran escala y erradicar vectores.

Organizaciones defensoras de los derechos femeninos dijeron que la infección puede ser otro factor que esté marginando a las mujeres afganas. HNI informó que los hijos de una familia afgana se negaron a comer los alimentos preparados por su madre porque ella tenía lesiones "feas" en su cuerpo.

También, como resultado de las cicatrices permanentes, las muchachas que se recuperaron de la infección son discriminadas en materia matrimonial. "La joven puede perder su oportunidad de casarse a causa del estigma", según el informe de HNI.

Saeed dijo que un importante desafío para la salud pública es impedir que en los campamentos de refugiados afganos en Pakistán la enfermedad sea transmitida al resto de los habitantes de ese país.

"La OMS entrenó a médicos, enfermeros y paramédicos de la zona, además de suministrar medicinas para que la propagación de la enfermedad pueda ser superada", expresó a IPS.

Saeed dio cuenta, además, que unos 10.000 pakistaníes fueron tratados por leishmaniasis cutánea en el distrito de Kurram, en la frontera con Afganistán. La mayoría de los infectados fueron niños, apuntó.

"Es bastante transmisible, dado que cuando los pacientes sin tratar llegan a un área donde existe el vector de la mosca de la arena, rápidamente comienzan a contagiar a las personas aún sanas, a través de la picadura de la hembra de la mosca de la arena", indicó.

"Una epidemia puede empeorar velozmente, dado que la población no está inmunizada ni tuvo contacto previo con el parásito", explicó.

"Los niños, especialmente de entre uno y cinco años, son víctimas comunes de la enfermedad", señaló a su vez Jorge Olvar, un experto que recorrió partes de Afganistán.

La OMS lleva a cabo un estudio para examinar si las moscas de la arena en Pakistán y Afganistán pertenecen a la misma especie.

En Pakistán, la enfermedad penetró en la población local a una velocidad alarmante. De las cuatro provincias, la de la Frontera Noroccidental y Balochistán (meridional) son las más afectadas. Ambas limitan con Afganistán.

La OMS también confirmó el surgimiento de brotes de la epidemia en partes de la meridional provincia pakistaní de Sindh, adyacente a Balochistán.

En las últimas semanas, unos 125 miembros de la policía de Pakistán, desplegados en la frontera con Afganistán, resultaron infectados con la enfermedad parasitaria. Su tratamiento fue difícil por la falta de disponibilidad de médicos especialmente entrenados.

En septiembre de 2005 se comprobó que varios infantes de la marina holandeses estacionados en la septentrional ciudad afgana de Mazar-e-Sharif estaban infectados y tuvieron que ser repatriados para recibir tratamiento.

Esta situación se puede repetir en otras partes de Pakistán y Afganistán. "Hay por lo menos unos 40.000 pacientes solamente en la Provincia de la Frontera Noroccidental", dijo Saeed Akbar Khan, un médico de la noroccidental ciudad pakistaní de Peshawar. "Algunos de los distritos ya experimentaron una epidemia", agregó.

En el septentrional distrito afgano de Kandahar, adyacente a Pakistán, "la prevalencia es de 29 infectados por cada 1.000 personas, lo que representa un total estimado de unas 20.000 personas", dijo Durrani, de HNI.

La leishmaniasis fue también contraída por efectivos militares involucrados en la invasión a Iraq liderada por Estados Unidos en marzo de 2003. Por eso es que los soldados invasores la apodaron "el forúnculo de Bagdad".

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