Ser pastor de una religión nutrida de fieles no está mal en el siglo XXI, pero guiar una mega-congregación es mucho mejor. El pastor estadounidense Rick Warren lo sabe. Tal vez por eso es el rostro más prominente del nuevo evangelismo.
Tener un programa religioso en la radio o la televisión puede ayudar a difundir el mensaje, pero contar con un escenario internacional ofrece muchas más oportunidades para el crecimiento.
En un artículo publicado en la revista de The New York Times sobre los misioneros evangélicos que trabajan en África, Daniel Bergner explica que Warren ha declarado a Ruanda "la primera nación con propósito" del mundo.
Según Bergner, "el país sería blanco de una prueba del plan global (de Warren) para erradicar las privaciones espirituales, junto con la pobreza física, las enfermedades y el analfabetismo".
Tras despachar a unos 50 misioneros evangélicos que se reunieron con gobernantes de Ruanda, Warren espera enviar a cientos más, "armados con equipos de instrucción y recursos que llama 'la iglesia en una caja', 'la escuela en una caja' y 'la clínica en una caja' para promover el desarrollo del país", informó Bergner.
Aunque comenzó en el sur de California, hoy Warren es una figura internacional con una agenda internacional y fieles internacionales. Su libro más vendido, "The Purpose Driven Life" ("Una vida con propósito"), vendió más de 20 millones de copias en todo el mundo y fue traducido a 56 idiomas.
Hace dos años, la revista Time lo nombró uno de los "15 líderes mundiales que más importaron en 2004". Al año siguiente fue una de las "100 personas más influyentes del mundo".
El año pasado Warren puso especial atención en África, en la celebración del 25 aniversario de su Iglesia Comunitaria del Valle de Saddleback. Le dijo a una multitud de 30.000 personas en el Estadio Angel de Anaheim, California, que "la única cosa suficientemente grande para resolver los problemas del vacío espiritual, el liderazgo egoísta, la pobreza, la enfermedad y la ignorancia es una red de millones de iglesias en todo el mundo".
Tras visitar Ruanda, Warren estaba convencido de que ese país era el lugar correcto para lo que llamó "el primer modelo de cooperación nacional" entre iglesias y dirigentes nacionales.
El presidente de Ruanda, Paul Kagame, elogió el plan de Warren como "una visión con un gran objetivo, pero que también es simple en la estrategia que propone".
"Cada socio —iglesia, gobierno, empresas, educación— tiene un rol que jugar, y somos más efectivos cuando cooperamos", dijo Kagame. "Ruanda está emergiendo de una época difícil. Juntos aprenderemos del otro y crearemos un futuro de paz".
El programa PEACE (Paz), de Warren, se explica con cada una de las palabras que conforman esa sigla en inglés: crear una iglesia o asociarse con otra existente, equipar a los líderes locales, asistir a los pobres, cuidar a los enfermos y educar a la próxima generación.
En 1980, Warren fundó la Iglesia Saddleback en Lake Forest, California, con una familia, y ahora preside una congregación de entre 20.000 y 25.000 personas que asisten semanalmente.
Construyó un campus de casi 50 hectáreas y desarrolló más de 300 ministerios comunitarios para grupos tan diversos como prisioneros, ejecutivos, adictos, padres solteros y personas con sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida).
Warren dirige la Red (de iglesias) Con Propósito, una coalición global de congregaciones de 162 países. También ayudó a formar a más de 400.000 ministros y sacerdotes de todo el mundo, y más de 150.000 líderes de la iglesia son suscriptores del Ministry Toolbox (el ministerio en una caja), su boletín semanal.
The Economist lo catalogó como "el pastor posiblemente más influyente de Estados Unidos", mientras que la cadena ABC News informó que "Una vida con propósito" es el epicentro de una conmoción en lugares tan impensados como oficinas y campus universitarios. Se ha vuelto un movimiento".
La revista empresarial Forbes lo llamó "empresario espiritual" y señaló que "si el ministerio de Warren fuera un negocio sería comparado en impacto con Dell, Google o Starbucks".
Como muchos cristianos evangélicos y misioneros que lo precedieron, Warren, hijo de un predicador bautista del sur, tiene una gran visión. Sin embargo, a diferencia de la mayoría de sus antecesores, cuenta con una robusta batería de habilidades y recursos.
Es inteligente, conocedor de los medios de comunicación, tiene un agudo olfato para los negocios, es plenamente consciente del poder de Internet, dirige exitosamente su mensaje, deposita mucha confianza en sus feligreses y tiene un impresionante flujo de efectivo.
Según Warren, buena parte del dinero generado por la venta de sus libros va a su Fundación Actas de la Piedad.
Warren y su esposa también están muy involucrados en la lucha mundial contra el sida.
La agenda de Warren gira en torno a los cinco "Goliat globales": vacío espiritual, liderazgo egocéntrico, pobreza extrema, enfermedades pandémicas y analfabetismo o mala educación.
"El Nuevo Testamento dice que la Iglesia es el cuerpo de Cristo, pero en los últimos 100 años las manos y los pies fueron amputados, y la Iglesia sólo fue una boca. Y fue conocida sobre todo por aquello contra lo que se manifestaba", dijo Warren a Paul Nussbaum, del servicio de noticias Knight Ridder.
"Estoy tan cansado de que los cristianos sean conocidos por aquello a lo que se oponen", expresó.
Pese a sus puntos de vista conservadores —se opone al aborto y al matrimonio entre personas del mismo sexo, y apoya la pena de muerte—, Warren alega que la derecha religiosa no representa a los evangélicos, y que él no es parte de la derecha religiosa.
En un discurso de mayo de 2005 en una conferencia bienal del Foro Pew sobre Religión y Vida Pública, Warren alentó a la concurrencia a mirar la "alianza evolutiva entre protestantes evangélicos y católicos, particularmente en el área evangélica del catolicismo".
También dijo que la humanidad afronta "tres grandes cuestiones".
La primera, si "el Islam se modernizará pacíficamente". La segunda, si "Estados Unidos volverá a sus raíces religiosas y a su fe o seguirá el camino de Europa y básicamente rechazará su herencia". Y la tercera cuestión, "qué reemplazará al vacío en China ahora que el marxismo está muerto", a lo que contestó: "con toda probabilidad, será el cristianismo".
Warren se está convirtiendo en una figura ubicua. En enero estaba en el Foro Económico Mundial de Davos —donde un periodista destacó que era una de las pocas "celebridades genuinas" presentes— y luego apareció en un desayuno con plegaria del presidente George W. Bush en Washington, seguido por una conferencia de la industria del entretenimiento en Los Angeles.
El nombre de Warren fue el primero citado en numerosos artículos de prensa sobre la publicitada Iniciativa Evangélica sobre el Clima, un llamado a la acción contra el recalentamiento global firmado por 85 líderes evangélicos.
Según la revista Time, el senador demócrata negro Barak Obama buscó su consejo espiritual. Y Warren y Bono, el cantante de la banda irlandesa U2, parecen haberse unido en la lucha contra el sida.
El año pasado, la cadena de cafeterías Starbucks prohibió la venta del álbum del cantante Bruce Springsteen "Devils & Dust", que describe un encuentro explícito con una prostituta en la canción "Reno". Este año, según un informe de Knight Ridder, "Starbucks imprimirá citas espirituales del reverendo Rick Warren en las tazas de café".
* Bill Berkowitz es un connotado observador del movimiento conservador estadounidense. Publica periódicamente la columna "Conservative Watch" en la revista electrónica WorkingForChange.org
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