Demógrafos y economistas de China discrepan sobre qué camino debería seguir esta nación de 1.300 millones de habitantes para mantener un crecimiento económico saludable y superar el envejecimiento de la población sin crear otra explosión demográfica.
Abocados a mantener el gran crecimiento económico del país —cuya tierra cultivable y recursos hídricos son escasos—, los políticos chinos solicitaron opiniones de economistas sobre cómo evitar la futura escasez de mano de obra, flexibilizando e incluso aboliendo la rígida política de un solo hijo por pareja, que el gobierno comenzó a implementar en 1979.
Pero el esfuerzo generó un debate sobre esta política de planificación familiar, otrora considerada sacrosanta y hoy ampliamente impopular en el país.
En la zona occidental, esta estrategia fue criticada por estimular abusos por parte de funcionarios locales que utilizaron la coerción y forzaron abortos para cumplir las cuotas de planificación familiar ordenadas por los gobiernos provinciales.
Pero, pese a la hostilidad popular, el gobierno considera que esta política controló exitosamente el crecimiento de la ya enorme población china pues, de no haberla implementado, hoy tendría por lo menos 300 millones de habitantes más.
[related_articles]
La confianza del gobierno, sin embargo, fue afectada por una serie de estudios y por evidencia demográfica según la cual a causa de la baja natalidad, la población china está envejeciendo demasiado temprana y rápidamente.
Así es como surgieron temores de que el rápido aumento de la cantidad de ancianos ejerza presión sobre la población en edad activa y reduzca el crecimiento económico.
Cuando los protagonistas de la explosión demográfica de China previa a 1979 comiencen a retirarse, habrá menos gente joven en edad de trabajar para reemplazarlos y alimentar la maquinaria económica del país..
"Durante 20 años, China se benefició de sus 'dividendos demográficos', pero ahora anticipamos que alrededor de 2015 estos dividendos se convertirán en déficit", dijo Cai Fang, del Instituto de Investigación Demográfica, Laboral y Económica de la Academia China de Ciencias Sociales.
La investigación de Cai atribuye al aumento de la población en edad de trabajar, a la que llama "dividendos demográficos", 24 por ciento del crecimiento económico entre 1978 y 1998. Pero predice que alrededor de 2013 la expansión de ese sector de población se detendrá, y podría comenzar la escasez de fuerza laboral.
"Estamos presenciando la transformación de China en una nación que envejece de un modo sin precedentes", dijo Li Keping, del Consejo Ejecutivo del Fondo Nacional de Seguridad Social en una reunión sobre políticas de planificación familiar que congregó a varios expertos en población y economía.
"Lo único del caso chino es que ese envejecimiento está ocurriendo antes de que el país se vuelva rico, y demasiado rápidamente", agregó.
Los planificadores económicos chinos estiman que el país alcanzará su límite de riqueza, o lo que en chino se llama "xiaokang" (vida cómoda) en 2020. Pero un censo nacional realizado en 2000 concluyó que la nación ya había ingresado en una fase de envejecimiento rápido.
En 2000, las personas de 60 años constituían 10 por ciento de la población, con un aumento de tres por ciento al año.
Ya entonces, la situación demográfica de China se ajustaba con exactitud a la definición de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre una sociedad envejecida: un país o una región donde las personas de 60 años constituyen 10 por ciento de la población total.
Además, los números en China crecen velozmente. Los demógrafos predicen que, si la actual tendencia poblacional persiste, para 2035 las personas de 65 años y más serán 20 por ciento de la población nacional.
La riqueza de China, sin embargo, no podría soportar la carga de una nación que envejece rápidamente.
En 2030, el ingreso anual por persona en este país asiático será de unos 11.000 dólares, medido a precios actuales, según un estudio de Goldman Sachs Group en Hong Kong. Esto podría compararse con los casi 36.000 dólares de ingreso anual por persona del año pasado en Japón, otra sociedad asiática que envejece rápidamente.
Con menos trabajadores que contribuyan a la manutención de los ancianos retirados, se prevé que aumente la tensión del desfinanciado sistema de seguridad social, que hoy cubre apenas a los sectores urbanos, dejando fuera a la mayoría de la población residente en zonas rurales.
Aun así, el Banco Mundial estima que sólo 160 millones de habitantes de las ciudades, o menos de 15 por ciento de la población en edad activa, están cubiertos por la red de seguridad social.
Inseguros por su futuro como jubilados, los chinos están ahorrando a un grado tal que los economistas temen pueda perjudicar en el futuro las inversiones y el consumo. Entre 1990 y 2001, según el Banco Mundial, China ocupó el primer puesto mundial en términos de ahorros familiares.
Pero mientras economistas y demógrafos coinciden en que una rígida implementación de la política de un hijo por pareja se está volviendo económicamente contraproducente, parecen discrepar en la solución.
Los grupos de presión económica, liderados por economistas prominentes como Lin Yifu y Hu Angang, insisten en que esa política debería ser sustancialmente flexibilizada para eliminar la escasez de mano de obra.
"Si no, es probable que China, una de cuyas ventajas económicas son las industrias intensivas en mano de obra, termine perdiendo por la falta de trabajadores", dijo Lin Yifu, profesor de economía en la Universidad de Beijing en la reunión sobre políticas de planificación familiar realizada en ese centro de estudios.
Hu Angang, investigador en políticas económicas de la Universidad de Thsinghua, advirtió que, si la actual norma de un niño por familia sigue en pie, para 2050 India tendrá 200 millones más de personas en edad de trabajar que China, poniendo al país en desventaja ante uno de sus principales competidores económicos.
Los expertos en población, sin embargo, alegan que la política de un solo hijo ya no es tan dura como solía serlo. En efecto, alrededor de 30 por ciento de las parejas hoy tiene permitido traer al mundo a dos.
Muchas familias rurales pueden tener un segundo hijo, especialmente si el primero es una niña. En las ciudades, los matrimonios donde ambos miembros procedente de familias de un solo hijo también pueden ser padres dos veces.
Algunos demógrafos incluso consideran de corto alcance el punto de vista económico sobre las tendencias poblacionales, dada la carencia de tierra y de recursos hídricos del país.
"Los economistas sólo consideran los hechos de los próximos 20 o 30 años", afirmó Wu Cangping, experto en población de la Universidad de Renmin. "Pero los demógrafos tienen que tener una visión que vaya más lejos, y pensar en las próximas dos o tres generaciones. Si permitimos que aumenten los nacimientos ahora, de aquí a 60 años enfrentaremos otra explosión demográfica", dijo