Lorena Wolffer traza líneas con un plumón sobre su cuerpo desnudo que yace en una mesa de cirugía mientras se escucha: «mujer de 38 años fue asesinada por aproximadamente 40 puñaladas, también fue semidecapitada y su cadáver fue encontrado en el interior de su domicilio».
Se trata de una performance, la manifestación artística de carácter efímero y pariente del teatro al que algunos críticos llaman también arte en acción. Decenas de tales expresiones, todas de artistas mujeres y mexicanas, son recogidas en una serie de 15 discos que se presentarán al público este viernes.
"El cuerpo ha sido cosificado y estigmatizado en el caso de las mujeres. Por eso me interesó dejar constancia de cómo lo usan las artistas del performance para expresarse", dijo a IPS Josefina Alcázar, autora de la "Serie Documental de Performance Mujeres en Acción".
La serie, en las que se presenta parte de la obra de 17 mujeres en performance, sus hojas de vida, reseñas y críticas, será donada a museos, escuelas de artes plásticas, teatro y danza de México y otros países, entre ellos Argentina, Estados Unidos y España.
"La idea es difundir entre los interesados esta manifestación artística que nació hace más de 30 años y que en México tiene un gran desarrollo", señaló Alcázar.
La producción de los discos fue financiada por el Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Teatral Rodolfo Usigli, financiado por el Estado. Alcázar es investigadora de esa institución y desde allí ha desarrollado varios estudios sobre la performance en México.
Una de las artistas incluidas en la nueva serie es Wolffer, quien con su arte pretende denunciar los problemas que afectan a las mujeres.
En la performance "Mientras dormíamos" utiliza su piel para emular los cuerpos mancillados de las muertas de Ciudad Juárez, en la frontera con Estados Unidos, donde en los últimos 11 años fueron asesinadas 379 mujeres, varias de ellas después de un ataque sexual.
Alcázar explicó que mucha de las expresiones que recogió en los discos tienen un alto contenido político y de denuncia, "pero también hay otros que recogen manifestaciones sociales que se ven en las plazas, los mercados y en el cotidiano de la gente".
"Performance es un arte que tiene al cuerpo como materia prima y es allí donde muchas artistas han logrado desarrollar una gran libertad", señaló.
Este espacio "ha sido ganado por las mujeres en una sociedad como la mexicana, que constantemente condiciona sus actividades y en donde aún existe la discriminación", añadió.
La crítica de arte María Rosa Palazón, miembro del Instituto de Investigaciones Filológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, sostuvo que la performance es básicamente "un acto de protesta artística y social".
"Si está bien logrado es un manifiesto, cuestiona ciertas reglas morales, políticas y artísticas. Pero lo que vemos con mayor frecuencia no es esto. Lo que nos están ofreciendo casi todos es una mera exhibición", opinó.
La crítica entiende que en muchos casos la performance se ha transformado en "un ritual sumamente intelectualizado que sólo convence a los convencidos, a los que ya saben cómo va, y los demás nos quedamos absolutamente fríos".
Los orígenes de la performance se ubican en los "happenings" que se realizaban en los años 50 en Estados Unidos. Allí, artistas creaban contextos teatrales para su obra con el objetivo de interactuar con su público.
En los años 60, este arte derivó en el uso del cuerpo como un elemento escultórico que se relacionaba por un período de tiempo determinado con el público.
En la década del 70 comenzó a popularizarse en otros países. En México se realizan festivales anuales de performance desde inicios de los años 90.
"Performance es en esencia un acto de provocación y las mujeres mexicanas lo han desarrollado con gran profesionalismo, por eso la serie de discos que estamos presentando", dijo Alcázar.
En los discos se podrán conocer la historia de las artistas y sus principales propuestas a través de fotos, videos y textos interactivos. (